Haikyuu!! [one-shots]

Felinos

(Fukunaga Shouhei x Taketora Yamamoto)

ACLARACIONES: (No suelo poner multimedia, pero en este caso agrego el único gif referente que tengo por si acaso no reconocéis los personajes, especialmente a Shou-chan, que es el muchacho justo que está detrás de Kuroo. No lo confundáis con Kai, que está detrás de Kenma...) En resumen; Fukunaga es uno de mis personajes favoritos y, como es terriblemente desconocido quise escribir algo sobre él. Y, ejem, colé al mohicano, también.

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Fukunaga acercó la mano, recibiendo casi de inmediato un rápido zarpazo. Entrecerró los ojos y miró al felino sin expresión alguna, planeando su venganza.

Aproximó, por vez consectiva su mano y, pillando al gato por sorpresa, comenzó a acariciarle la coronilla con una ternura casi tímida; hecho difícil de extraer de sus actos meramente observándolo. Pues para comprender a Fukunaga, necesitabas ver más allá de sus acciones, compartir su soledad enriquecedora y distinguir el brillo en sus ojos; comprender que, por poco social que se viese, en su interior existía una continua ráfaga de emociones y temores que lo frenaban en cada decisión, en cada pensamiento que concebía.

No pasó mucho tiempo hasta que el animal cayó rendido entre sus dígitos; ronroneaba en un trote suave y, si daba la casualidad de que la mano de Shouhei se distanciaba de su cabeza por un instante, la exigía con un cabeceo. El pelinegro, enfrascado en la bizarra belleza de aquel vagabundo tuerto, sintió que podría quedarse haciendo aquello toda la mañan, hasta que o él o su compañero cayesen rendidos... Mas la diosa Fortuna tenía unos planes diferentes para el jugador de Nekoma; partiendo de la base de que debía estar en su escuela en cinco minutos.

Le guiñó amigablemente el ojo al gato al marcharse y, apresurado, le dio la espalda, con el aura melancólica y desnutrida de aquel gato sin hogar grabada en la retina.

Llegó al tiempo que los restantes alumnos rezagados, a paso vacilante pero al agradable son de un allegro . Se aproximaba solo, con la mochila al hombro izquierdo y su habitual continente sobrio, consciente de que su independiencia causaba revuelo a su aldedor, donde grupos de muchachos trataban de ignorar su mala presencia.

Cuando entró a su clase habiendo pasado totalmente desapercibido y habiendo recibido varios choques accidentales por ello, Taketora se lanzó a darle los buenos días.

- ¿Cómo está mi mudito hoy, eh? - pronunció con una avispada sonrisa, sin malicia aparente. Esperó un momento para filtrar la reacción de su amigo y, tras no obtener respuesta a su saludo, bufó de impotencia. - Al menos dime "hola"...

- ... Pero, ¿no debería estar con sus amigos? Es raro que venga tan de repente, es raro... Espera, está hablando, ¿te has enterado de algo? Oh Dios... ¿Qué hago? Parece enfadado, ¿por qué me mira así? Si yo no...

Yamamoto se apartó de su compañero, frustrado y resignado, preguntándose por qué tenía que aguantar a aquel antisocial que más bien parecía un egoísta infante... ¡Ni siquiera le había dado los buenos días! Le disgustaba su comportamiento, su rostro pétreo, su todo.

Fukunaga Shouhei era para él un enigma, y él odiaba las complicaciones... ¿Es que el número seis no le tenía un mínimo de consideración?

Y, con un mal disimulado ceño fruncido se juntó de nuevo con sus amigos, dirigiendo de vez en cuando -como una especie de tic nervioso- sus miradas naufragadas a Shouhei; serio, perdido en sus fantasías.

♡

Hacía alrededor de una hora que había comenzado el entrenamiento; con una hora y media para finalizar a causa del entrenamiento especial. El escenario era todo un clásico; Lev y Yaku discutiendo de nimiedades mientras practicaban recepciones, Kuroo molestando a Kenma porque este se negaba a colocar para él, Kai dándoles una reprimenda a Yuuki y a Sou por haber echado a perder un balón nuevo, Yamamoto dando en cante en ningún sitio en particular y, como espíritu áspero, Fukunaga en un rincón, aguardando por un orden prácticamente inexistente