Mariposa

¡Cotilla!

¡Tik tik tik tik!
El despertador como siempre me recuerda de que a las 20:00 tengo que empezar en prepararme para el trabajo, como no tengo medio de transporte y mi trabajo esta a 40 minutos de mi apartamento y tengo que prepararme una hora antes. Como siempre me desenredo el pelo, me pongo unos vaqueros, unas deportivas que me compre a 70% rebaja y una sudadera bastante calentita sabiendo que salgo de trabajo hasta las 06:00 y es cuando más frío hace. Bueno, esta vez salí de casa con 10 minutos antes lo que me dice que puedo ir sin prisa. Paso como siempre por el parque porque me ahorra una vuelta enorme y por un callejón donde escucho unas voces.

- ¡Vete a la mierda!

-¿Ya estamos con estas?

-¡Si! No me muevo de aquí hasta que no me lleves a un casino.

-¡Estoy harto de tus juegecitos Anne. Rompemos.

-¿En serio me estas diciendo esto?

-Totalmente en serio.

La chica se fue con un paso acelerado murmurando algo debajo de su nariz.
-¡Te odio! Por cierto, he fingido mis orgasmos. Que te den idiota. Comenta ella con rabia en los ojos.
El chico busca en el bolsillo, coge su móvil y lo estampa contra la pared.

La supuesta Anne por lo que me he enterado de esta conversación tiene pinta de ser la típica novia mimada de algún hijo de algún millonario. Que patético, menos mal de que no soy el ahora mismo porque reventaría por dentro.

-¿Y tú que miras cotilla? Me grita el chico descubriendo mi presencia.

-Imposible no mirar pero tranquilo que me voy. Le contesto yo seca porque si tiene ira que se la saque de otra manera y no sobre una persona que pasa por allí.

-"Niño mimado" susurro mientras me alejo y escucho unos pasos y una mano estrechando mi muñeca.

-Escucha niña, mas te vale callarte si no quieres acabar mal hoy.

-Jajajaja, que gracioso, primero ve a dormir un rato porque desprendes un pestazo de vodka y luego hablamos.
Si tienes mal el día nadie tiene tiene que soportarte, guardatelo ¿Si?

Le veo bastante sorprendido al escuchar lo que le dije, aprovecho el momento, me arranco la muñeca con frialdad de su mano y me voy dirección hacia mi trabajo que es justo a la esquina de este callejón.
Des de siempre odie a los niños ricos que se levantan día a día sin preocupación del futuro y no por envidia sino porque me parecen unos maleducados ya que sus padres dan todo por ellos y ellos ni siquiera se dan cuenta de lo que tienen.

Entro en el local y me dirijo hacia la sala para cambiarme en un vestuario según los días de trabajo y eventos. Hoy me toca policía por lo que pone en el grafico. Me alegro mucho de que mi trabajo no sea de tener relaciones intimas con los clientes ya que sigo siendo virgen. Si señores, 22 años, en Las Vegas, salida de un orfanato y sigo virgen, es como encontrar una pipa de sabor a barbacoa en una bolsa de pipas con sal pero es lo que hay. Algunas veces tengo la poca suerte de que le gusto a algún cliente y quiere algún baile privado pero si intentan algo conmigo siempre tengo una alarma en las habitaciones para mi seguridad.
Ya estoy lista, me dejo el pelo suelto aunque lo odio, dibujo una raya en la parte superior de mis ojos, pinto mis labios de color rojo intenso, tengo puesto el pequeño top, en su espalda pone" Policía" como si se lo fuera a creer alguien, unos pequeños short pero cómodos para poder bailar con ellos, una gorra y unas botas altas de tacón alto de unos 15 cm atados a mis short.
Te toca Eva, oigo un grito de la señora Rita, la que me obliga en decirle señorita pero siempre acaba volviendo con su novio decidida en casarse y así mas de 6 años, yo no entiendo para que sirve tanto sufrimiento.
Subo al escenario donde encuentro bastantes caras conocidas. Empiezo en hacer los tipicos movimientos de calentamiento al cual nadie se da cuenta porque están centrados en mi disfraz, agarro la barra del centro y con mi mano izquierda me doy una vuelta hasta bajar al suelo, hago un par de movimientos provocadores a los cual todos se quedan boquiabiertos y me giro al ver que entra una persona con una cara bastante conocida. Le miro sorprendida y bastante avergonzada porque no estoy acostumbrada en que la gente me vea de lo que trabajo cuando me han visto anteriormente mi yo normal. Continuo bailado para disimular mi cara roja porque le veo sentada frente mia mirandome de abajo, con un vaso de whisky en su mano y con una sonrisa picara que se forma en sus labios en acordarse de mi.
-¡Eres la cotilla!
Me pongo aún más roja de lo que acabo de escuchar y acabo mi baile desnudandome lo antes posible para que le toque a la siguiente chica y me meto  en mi camerino.
Mierda, mierda, mierda, le humille y ahora me humillará él a mi. A lo mejor es tan borracho que mañana ni se acuerda, sólo tengo que intentar evitarle.
Después de unos bailes más ya son las 5:30 y le veo a él con la cabeza sobre la mesa y 6 vasos de whisky vacíos a su lado.
-¿Que hacemos con él? No tiene móvil para llamar a sus conocidos pero tiene pinta de ser un pijo y no ha pagado el whisky.

-¿A mi porque me lo preguntas? Le contesto yo.

-Porque vi que te habló y le reconociste. Me contesta sonriendo.

-¡No! Acojo chicas con el corazón roto y bebidas en mi casa pero ya te dije que chicos no.

-Venga cieloo... Te lo suplico... Tiene pinta de tener pasta y le puedo meter dos copas de vino caro más.
Al notar de que me da igual Rita me dice susurrando...
-"Te aumento el sueldo"
Son las únicas palabras que necesitaba oír para sacar una larga sonrisa y abrazarla ya que con un poco de dinero más no me vendría nada mal.

-Pero me ayudas en cargar con el hasta mi piso. Le contesto yo.

-Vale cariño.
Después de mucho sufrimiento le conseguimos subir hasta mi puerta,

-Aquí te dejo cielo. Me contesta Rita.

-Buenos días Señora Rita. Le contesto dulcemente

-Señoritaaaa. Me contesta ella un poco molesta.
No se cómo pero conseguí subir a este prácticamente cadáver en mi sofá, mr quite la ropa, me puse un camisón que encontré de tío obeso a 40% de rebaja y unos boxers, cierro la única fuente de luz natural que hay en mi apartamento (la cual conduce a una pequeña terraza) para que no me moleste el sol y el ruido del día y sin ninguna dificultad me quede dormida en mi camita.