Odio despertarme

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Este sabor amargo cuando te levantas y sabes que no hay nadie a tu lado. Cuando te sientes abandonada. Es lo que sentí al despertarme. Mire pensativa unos minutos en la ventana y me metí en la ducha. ¿Des de cuando soy tan dramática? Siempre estuve sola. No tenía que haber probado el dulce sabor de sentirse protegida. Estos pensamientos rodeaban mi cabeza mientras sentía las pesadas gotas de agua cayendo sobre mi cara. Apagué el agua y oí un ruido. Asustada cogí lo primero que encontré en el baño para atacar...el secador....me enrolle con la toalla y abrí la puerta para no hacer ruido, noto una sombra a la esquina de la entrada y en cuanto me doy cuenta de quien es le enrollo con mis brazos sin parar de llorar.

-Tranquila pequeña, en ningún momento quería dejarte sola, simplemente he ido a comprarte un vaso de café y unos bollos porque no tenías nada.
Esos susurros eran una melodía para mis oídos. Por mucho que le odiaba me sentí a gusto estando con el y que el este en mi casa.

-¿Por cuanto tiempo te quedas aquí?

-Unos cuantos días.

Noté como mis ojos se llenaban de lágrimas porque sentía otra vez que le perdía y me metí en la cama dirigiéndole la espalda.
Noto algo pesado y me imagino de  que su cuerpo ahora está sobre mi cama.

-¿Porque me haces esto?....repite el

-No te estoy haciendo nada...le digo yo con voz ronca tragándome las lágrimas.

-Si que lo estas haciendo, quiero estar siempre al lado tuyo, me gusta tu presencia.

¿¿¿¿Porque soy tan tonta???? He caído de nuevo en su red, abro los ojos y me veo el cuerpo muy pegado al suyo con mis brazos abrazándole su gran espalda. Noto como su respiración se acelera, se que esta apoyando su cabeza sobre sus manos que a la vez están apoyados sobre sus rodillas.
Veo que se gira y me mira a los ojos, mis rojos ojos....aquellos ojos que lloraron...mis lágrimas le pertenecen a este idiota.

-¿Me odias? Me pregunta con una voz temblorosa y ronca.

Niego con la cabeza

-¿Me quieres? Vuelve a preguntarlo con el mismo tono de voz

Sigo negando con la cabeza.

-No lo sé....ni siquiera se que es lo que quiero....siento la necesidad de tenerte cerca mía....de sentir tu presencia....pero se que es imposible....además el amor es una condena y no puedo permitirme en enamorarme de ti.

Noto sus suaves labios sobre los mios. De repente es como si no ha pasado nada, como si todo estuviese bien y de color rosa, este chico me hacía olvidar de todo...de cualquier problema, miedo o tristeza que tenia. Era mi droga y mi condena.

Estos días estuvimos muy bien, muy felices, divirtiéndonos como podíamos, como si fuera el último día, ¿des de cuando soy así? Des de que ese tonto apareció en mi vida, ahora le miro embobada mientras se me corta la respiración después de que hayamos follado como locos. Me mira y le miro y es como si no existía nada, solo yo y el y nada mas.
Llegó la hora de que se vaya, me despedí de el intentando disimular de que se destruía en pedacitos muy pequeños mi corazón.
Tengo que cambiar algo en mi vida, quiero estar siempre a su lado....pero....es algo difícil...tengo que luchar para ser feliz.
Hemos quedado con mi amiga (la bibliotecaria) para que me hable sobre una tal conocida suya que era azafata.
Luego quedé con esta tal azafata en una semana cuando estaba en Las Vegas para informarme todo lo posible para conseguir este puesto de trabajo.
Ahorré lo suficiente con el dinero extra que me daban en el trabajo y me apunte a un curso de azafatas de vuelo.
Le volví a ver a Alex la semana pasada pero no le comenté nada sobre mí decisión porque sabía que estaba loco y podría haberme metido como azafata a base de conocidos y a mi esta idea no me gustaba, siempre hay que luchar para algo y no esperar que alguien lo haga por ti, me parecería injusto que haya personas que hacían todo lo posible para conseguir algo vendiendo su alma al demonio por solo un poquito mas de paciencia para conseguir su objetivo y no quería ser una de las personas que le venía volando todo.
Mis cursos acabaron y tenía mi primera entrevista de trabajo...

MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora