Yo

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Kristian estaba tumbado en su cama, jugando con las sábanas de franela inservibles, esas sábanas fueron compradas por su madre para parecer "normales" pero lo cierto es que no eran necesarias en absoluto. Se levantó de golpe y caminó rumbo a tomar una ducha. Que tampoco era necesaria ya que no sudaba. Simplemente le hacía sentir que su vida estaba en orden.
Bajó a la cocina sin usar y se sentó en la barra, de por sí siempre estaba aburrido y ahora que sus padres estaban de viaje el aburrimiento era más abrumador.

Cuando hubo pasado un buen rato se dirigió al sofá de la sala y prendió la pantalla plasma para ver Netflix. Le gustaba ver cómo lo representaban en Vampire Diaries era muy gracioso. Estaba cansado de su vida y de hacer siempre lo mismo.

Todos los días era lo mismo, ver Netflix, ordenar la casa y en la tarde recibir visitas de sus padres, de vez en cuando leía, pero ya los había terminado todos y ahora todo se había tornado peor. Kristian ya no sabía que más hacer. Sus verdaderos amigos se habían muerto hace décadas y se rehusaba a hacer nuevos, por lealtad a los difuntos, no tenía caso hacer amigos que eventualmente envejecerían y morirían, no tenía caso vivir viendo la muerte. Ya eran alrededor de las 10 de la noche y se escucho un ruido afuera. Como no tenía nada más que hacer, salió a ver.

Era una de esas fiestas de universitarios al lado, una chica había caído en el bote de basura vacío. Kristian le ayudó a salir y de inmediato se dio cuenta de que estaba ebria y drogada. Luego se dio cuenta de que ayudarla era lo único realmente "interesante" que podía hacer, y ciertamente le daba curiosidad la rebeldía de la chica y más que nada su libertad.
MG si quieren que le siga.

Las aventuras de un joven vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora