Ella

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Kristian
La ayudé a levantarse y me llegó el olor a hierva y alcohol. Ella tenía el pelo oscuro.
- ¿Qué haces?- pregunté con una voz suave. Ella me miró con sus ojos castaños llenos de confusión, como si no me entendiera. Y en ese momento se desmayó y comenzó a vomitar. Si hubiera sido cualquier otra persona la hubiera dejado ahí, pero ella parecía interesante y me sorprendí a mi mismo imaginando cómo sería su vida.

La llevé cargando a la casa de al lado y de verdad era una gran fiesta, ella se veía hermosa. Me di cuenta de que los chicos de la fiesta se me quedaron mirando y decidí que la llevaría a mi casa, esé lugar estaba lejos de ser uno en donde ella estuviera a salvo.

Cuando la recosté en el sillón de la sala se veía tan tranquila. Como un ángel dormido. Me quedé como idiota mirándola, todo era silencioso. Y entonces, despertó.

Las aventuras de un joven vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora