Las aventuras de un joven vampiro

Pasado pisado

Kat
Como no había ni pista de quién había enviado el regalo decidí solo ponerme el collar y olvidarlo, pero constantemente volvía a mi mente y pensaba si el tigre significaba algo y quién era esa persona que me amaba, pensarlo me daba un poco de escalofríos, además sentía que conocía a Kristian desde antes, y que algo nos unía un amor fuerte, no como pareja sino como algo más, un amor diferente y las pocas veces que había estado con él me sentía segura, como protegida.
Y llegó el viernes, me desperté para ir al colegio como siempre y me puse una playera de nirvana y unos Jeans rasgados azul claro y mis tenis grises. Me hice una cola de caballo alta y me puse un listón negro haciéndolo un pequeño moño. Abrí la puerta de mi cuarto y me llegó un olor a pancakes de banano, mis favoritos, inhalé lo más profundo que pude y baje las escaleras, mi mamá estaba ahí haciendo los pancakes y yo me los desayuné tan rápido como pude y me fui a lavar los dientes. Justo cuando terminé sonó un claxon y me apuré a salir, pero en vez de el coche de Aria que yo esperaba estaba Alan en su Cadillac. Rodé los ojos y consideré la idea de no ir al colegio hoy, pero recordé que tenía que decirle algo y me subí al auto con una mueca de asco, él estaba adentro con una camisa azul y Jeans, me miraba con una sonrisa y no me moleste en devolvérsela.
No hablamos en todo el camino, solo escuchamos la radio, cuando llegamos al colegio empezó a hablar.
- Kat lamento lo de el otro día, fui un idiota- dijo pero no lo decía en serio, no iba a caer, él continuó- yo lo...-pero- cállate! No me importa si eres un idiota! Siempre eres así! Ahora ya no es mi problema! Esto- nos señale con el dedo- se acabó- en cuanto lo dije abrí la puerta del coche y me bajé- adiós Alan- azoté la puerta y me fui.
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Gracias a todos. Nos vemos en 3 estrellitas. 😉