-Arthur, ¿Te encuentras mejor?- dijo Elián con tono serio.
-Sí, me encuentro mucho mejor, ya no estoy mareado...-dije tímido.
-Me alegro, ¿Has escuchado sobre el plan?
- Más o menos pero veo que no te gusta la idea.
-¿Cómo lo sabes?- arrugó la frente y se pasó la mano por su cabello, un gesto que siempre he amado.
- No lo sé, creo que simplemente lo sé.- dije con una sonrisa y pude ver como los ojos verdes de Elián se dilataban.
- Bueno... Pues no me hace mucha gracia la verdad, en primer lugar tú te tienes que quedar con ese tipo y en segundo lugar Helena se tiene que venir conmigo, todo esto es una locura.
- Ya veo, piensa que Helena estará más segura contigo que aquí, con los rebeldes cerca.
- Si también. Arthur ten cuidado y mantenme informado aparte, si ves algo que no ve Sebas dímelo, tenemos que recordar que realmente no son nuestros aliados pero sobre todo ten cuidado, que ya te he hecho mucho daño...- dijo bajando la mirada.
- Elián tu no me has hecho daño en todo caso soy yo el que se lo ha hecho.
- ¿Qué quieres decir?
- Pues...yo...
- ¡Elián tenemos que irnos!- dijo Sara gritando desde la otra habitación.
- Lo siento Arthur después hablamos cuando me informes sobre la misión y cuídate, sobre todo de ese tipo, Sebas, no confíes en el.- dijo despidiéndose con la mano y con una sonrisa al marcharse de la habitación y dejándome solo con mis pensamientos.
Lo que le había dicho a Helena era verdad, otra cosa es que lo aceptase, el día que supe que estaba enamorado de Elián sabía que era imposible y que me lo guardaría en lo más oculto de mi corazón, aún recuerdo aquella época en la que solo pensaba en desaparecer cuando veía a Elián y me recordaba a mí mismo que nunca podría decirle esas palabras que muchos dicen sin parar, sin darse cuenta que va perdiendo el valor, esas dos palabras, "Te amo", que me atormentan en mis sueños, esas dos palabras que para mí significan, oscuridad.
-¿Se puede?- Sebas estaba dentro de la habitación
-Ya estas dentro.
-Ups es que no me gusta esperar.- dijo colocándose al lado mío.- Así que vamos a trabajar juntos... Me llamo Sebastián pero me puedes llamar Sebas.
- Prefiero Sebastián.-dije serio.
-Como quieras. Es mejor que hoy descanses, el medicamento que te puso Sara es rápido, mañana estarás mejor.- dijo con una sonrisa y sus ojos marrones me transmitían seguridad.
-Entiendo, sugiero que mañana vayamos a inspeccionar el lugar que secuestraron a Helena.
-¿Te puedo preguntar algo?
- ¿Qué quieres?- dije extrañado, no paraba de pensar que este chico podría ser cualquier cosa menos espía ¿Por qué?
-¿Estás enamorado de Elián? Te lo pregunto porque os estaba oyendo antes y como lo miras... Pienso que no es simple amistad.- Silencio, no sabía que decir, sentía que mi pulso se aceleraba y que me ponía cada vez más pálido.
-¿Cuánto dinero quieres? No tengo mucho, pero te puedo pagar a plazos por tu silencio.- dije desesperado, con la respiración entrecortada y con el corazón a mil. No podía permitirme que mi Unión se enterase de ello, había rumores de que los espías homosexuales no acababan bien y tampoco Elián podía enterarse, era todo un huracán en mi interior.
-¿Dinero? ¿De qué hablas?- dijo riendo.-Veo que no me has entendido, tranquilízate no voy hacerte nada.- dijo acercándose a mí.
-¿Cómo? Explícate porque no estoy entendiendo nada Sebastián.
- Arthur, yo soy una persona altruista, ¿Sabes qué es eso? No importa si es hombre o mujer, si vienen a mí no me rehusó a ayudarlos y si ellos se van no los persigo.- El color se sus ojos me iluminaron, sus labios me hicieron entender que no era el fin...- Es el amor humano.- dijo en un susurro.
Desde ese día lo que pensaba que era oscuridad se convirtió en luz y la poca luz de mi vida se volvió en oscuridad.
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LA UNIÓN ©
Teen FictionUn mundo separados en dos uniones llamadas Tenebris y Lux . En el año 2070 la Tierra guarda un secreto, las personas sin el saber el porqué el mundo tuvo que corromperse en dos uniones, viven sus vidas desinteresadamente, pero dos personas de difere...