Capitulo 32

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  Fuimos a aquella clínica, solamente para que mis ilusiones terminaran y ahora si por completo, el mismo cuento de siempre, eso ya me lo sabía de memoria, ningún caso tubo que viajamos hasta este lugar me sentía devastada, me sentía inútil me sentía de todo, era un caso perdido yo jamás podría tener un hijo no al menos de sangre, mi más grande ilusión de nuevo tirada a la basura sin importar lo que yo sintiera o quisiera la única opción era adoptar y eso para mi no era una opción.
-Princesa, no te sientas mal –trato de consolarme Edward
-¿Cómo me pides eso?, estoy mal Edward, tu sabes cuanta ilusión me hacia poder tener un hijo tuyo y mio –dije entre sollozos
-Lo se cariño, pero podemos buscar otras clínicas, aun nos falta Francia e Italia ahí seguro encontraremos algo –dijo tratando de darme ánimos
-tu y yo sabemos perfectamente, que todo esto es inútil, desde un principio lo sabíamos, no tiene caso ir a otro lugar sabiendo ya las cosas, no por ir a otro lugar nos cambiaran las cosas esto que tengo lo tendré en cualquier lugar y ningún médico por mas bueno que sea cambiara las cosas, quiero regresarme mañana mismo a casa..
-Esto, no está bien, vinimos a arriesgarnos y venimos a relajarnos, no a armar un alboroto aquí, te entiendo y lo sabes perfectamente pero en este caso solamente estas pensando en ti, ¿y yo qué? También tengo sentimientos y sabes que tengo tanta ilusión como tú de poder tener un hijo, pero tu matas esperanzas e ilusiones con tu maldita necedad que siempre te ha segado –dijo un tanto enfadado, sus palabras me habían herido profundamente, el tenia razón en estos momentos solo me preocupaba por mi y no por él, en esos momentos llegamos al hotel yo no dije nada más y con los ojos a punto de explotar de llanto me baje corriendo y llame rápidamente al ascensor , el venia corriendo tras de mí, con cara de arrepentimiento por todas aquellas palabras que me había dicho, por suerte el ascensor cerro antes de que el pudiera entra en el junto conmigo.

#Narra Edward
Malditos comentarios míos, nunca puedo quedarme callado, pero si no lo hacía explotaría de la furia, no fue lo correcto pero también tengo emociones y expresiones que a veces prefiero no quedármelas para mí solo y es necesario compartirlas, me siento el más miserable de todos por segunda ves en un pequeño tiempo, esto no es lo correcto ni para mí ni para ella, pero tampoco fue lo correcto el cómo le hable ahora ella se ha de estar lamentando por lo que le dije, ella se metió dentro del ascensor y no me dio tiempo siquiera de entrar así que tome las escaleras rápidamente para poder alcanzarla lo más rápido posible, y así fue justo cuando termine de subir todas aquellas escaleras al llegar al piso número ocho el ascensor se abrió junto con ella echa un mar de lagrimas.
-Vete, ahora no te quiero ver –dijo saliendo del ascensor
-espera escúchame por favor –suplique
-no tengo nada que escucharte, ya sé lo que me dirás, dirás que no fue tu maldita intención y que lo sientes mucho, ese cuento ya me lo se de memoria no tienes que decir nada –dijo entrando a la habitación
-no es eso, en parte si y es verdad solo tuve un momento de furia no pude controlarme, nunca quise gritarte y mucho menos hecharte la culpa de todo pero por favor compréndeme estoy tan mal como tu en estos momentos
- pues si es así, porque no dejaste que sufriera yo sola con mi problema, porque no maldita sea me diste el divorcio cuando te lo pedí, nunca te rogué para que te quedaras a mi lado yo quería que tu estuvieras bien, porque tu si puedes formar la familia que tanto deseas pero yo no, entiéndelo y eso nadie lo cambiara -contesto casi cayendo de tanto dolor que sentía en estos momentos
-no te lo daré, porque un día juramos frente a un altar amor eterno, y eso jamás se acabara por que estaré contigo en la salud y en la enfermedad y lo cumpliré, soy un hombre de palabra y lo sabes y las mas grande razón porque TE AMO y eso nadie nunca lo cambiara, esto no tendrá solución pero podemos adoptar ya te lo dije y lo querremos tanto como si fuera de nuestra sangre.
La impotencia me hizo caer ante sus jugosos labios rosados, para formar un beso de amor y pasión, agarro tanta intensidad que hizo que ambos cayéramos sobre la cama asi formando una placentera escena.

Mi Niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora