Capitulo 17.

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Lo ignore olímpicamente, fingiendo que no lo había escuchado salí, pero volvió a llamarme
—_______ (tn)…— me di media vuelta para verlo —Quiero hablar contigo…— me dijo
—Sabes… tengo detención, y ya voy tarde…— le dije fríamente mientras salía
—Entonces te llevo…— me dijo caminando hacia donde yo estaba
—No… no es necesario— le dije pero ahora él fue el que me ignoro
Subí al auto, en realidad si era necesario ya que ni de broma llegaría en veinte minutos si me iba caminando, y no estaba como para soportar doble castigo, ya que aun sentía que mi cabeza estaba por explotar.
El ambiente en el auto era demasiado denso, gracias al incomodo silencio que había, normalmente íbamos peleando, pero ahora ninguno reclamaba absolutamente nada.
Gire un poco mi cabeza, para poder verlo. Ya que gracias a mis lentes no se daría cuenta de que lo miraba. Su mirada no se despegaba del camino, y su rostro era totalmente neutro. Mire su cuello y tenia igual unas marcas en el. Solo que se notaban un poco más.
-Dime que no las hice yo, dime que no las hice yo, dime que no las hice yo…- rogué en mi interior mientras regresaba mi mirada hacia el frente.
Se paro en la puerta del colegio y volteo a verme
—De verdad necesito hablar…— me dijo
—Me iré caminando a la casa…— le interrumpí y baje del auto
Sinceramente no quería hablar con él, se había aprovechado del estado en el que estaba, y peor aún, teniendo novia. Así que no hablaría con él para nada. Solo fingiría que nada había pasado. O más bien que no recordaba nada.
Mientras entraba, escuche el rechinar de las llantas del auto de Edward, se había molestado.
Entre para dirigirme al aula de detención, en el camino me topaba con personas que me sonreían, me saludaban de lejos o me decían ‘Buena Fiesta’. Sin ponerles mucha atención seguía caminando, hasta que me tope con alguien que me miraba con cara de pocos amigos. -Rayos- pensé mientras le dedicaba mi mejor sonrisa.
—Jacob… — alargo imitando mi voz, ya que asi lo había hecho cuando me dijo que no me quería ebria
—Lo siento… se me escapo de las manos…— le dije con cara de cachorro abandonado
—No… ¡ese fue el problema!— me dijo serio —el problema fue que la botella no se te escapo de las manos…— alzo al voz
—Hey… hey tampoco me grites…— le dije riendo
—Y luego el idiota ese… nos culpo a mí y Alice— me dijo algo molesto
— ¿Por qué?— le pregunte sin entender
—Nos dijo ‘Que no pudieron evitar que bebiera’— me conto – ¿Se preocupo por mi?-
— ¿Y qué le dijiste?— le pregunte
— ¿Hey qué es esto?— me dijo mientras tocaba las marcas de mi cuello
—No son nada…— le dije tratando de ocultar mis nervios
—Como que no son nada… — me dijo mirándome —Estas no son marcas cualquiera…— descubrió de que se trataba
—Es alergia…— mentí
—Tengo tres años de conocerte y nunca te había dado una alergia…— me dijo bastante seguro — ¿Estuviste con edward?— me dijo ahora evidentemente molesto tomándome del brazo
— ¡Claro que no Jacob!— mentí nuevamente, ya que no le podía decir -Si estuve con él… pero de tan borracha que estaba no recuerdo nada…-
—Dime la verdad, que ahorita mismo voy y lo busco…— me conocía muy bien, no podía ponerme más nerviosa o se daría cuenta.
— ¡Que no Jacob!— le grite
— ¡______ (tn) estabas muy mal! ¡Ese idiota pudo avece aprovechado!— me dijo tratando de controlar su enojo
— ¡Pero no lo hizo! ¡Ya te lo dije!— hice un movimiento para que dejara en libertad mi brazo —Tengo que irme…— le dije mientras comenzaba a caminar.
Entre a la aula de detención, todos voltearon para ver quien había entrado.
—Alguien tendrá doble castigo…— reconocí esa chillante voz, Volteé hacia donde estaba victoria y la fulmine con la mirada.
—Tu tabla…— me pidió el profesor que nos cuidaba
—Aquí esta…— le dije cuando llegue al escritorio
—Siéntate allá…— me dijo indicando el lugar entre un sujeto desconocido para mí y victoria.
—Sabe… preferiría sentarme aquí… — le indique un lugar de los de adelante
—No recuerdo haberte preguntado donde…— me contesto sin siquiera despegar los ojos del periódico.
victoria soltó una estúpida y sonora carcajada. -Tranquila…- una voz en mi interior trataba de tranquilizarme. Camine hacia el asiento, puse mi bolsa en mis piernas y me cruce de brazos mirando hacia el frente.
— ¿Si?— escuché un susurro de victoria, lo suficientemente audible para mí — ¿mm… una bailarina?— rio —Pues no lo sé… conozco a una, que seguro si le das algo de dinero hasta la ropa se quita…— soltó una risa burlona, sabía que se estaba refiriendo a mí. —Si… y tiene una amiga rubia, que seguro también lo hace…— bien ahora si me quedaba claro que se refería a mí. Y ya me había sacado de mis casillas, tome mi bolsa y la puse en la mesa, para ponerme de pie.
—Si tienes algo que decir, dímelo directamente…— le dije parándome frente a ella, provocando que todos voltearan a ver
—Yo nunca mencione tu nombre… pero si el saco te queda— se puso de pie
—No sé si te das cuenta de lo hueca y estúpida que eres…— le dije dándome la vuelta para sentarme, ya que no valía la pena partirle la cara ahorita.
— ¡Siéntense ya!— nos grito el profesor
— ¡Pero tan siquiera no soy una zorra como tú!— dijo en un susurro, pero por desgracia para ella, Lo escuche.
—Mira ya me estas hartando…— le dije poniéndome de nuevo frente a ella.
— ¡Siéntense!— volvió a interrumpir el profesor...
—No te tengo miedo…— me dijo empujándome
—Nunca… pero nunca debiste de haber hecho eso—

Narra Edward 

— ¿Si?— respondí el teléfono de la casa
— ¿Edward Cullen?— pregunto la mujer del otro lado de la línea
—Si…— conteste
—Hablo del colegio de ______ (tn) Smith… y hubo un problema y necesitamos que venga— me informo seriamente
— ¿E… ella está bien?— pregunte algo nervioso
—Si… pero necesitamos que venga — finalizo la llamada
- ¿Ahora qué?- pensé mientras tomaba mis llaves y chaqueta para ir al colegio, subí al auto y en un par de minutos ya lo estaba estacionando en el frente del instituto.
Entre al campus, había mucha gente, algunos entrenaban y otros simplemente platicaban, antes de entrar al edificio, me encontré al tal ‘Jacob’ ese. Ambos nos aniquilamos con la mirada, para luego cada uno seguir a su destino -Imbécil- le dije en mi mente, aunque las ganas de gritárselo en la cara no me faltaban.
—Soy Edward Cullen…— le informe a la secretaria
—Ah… pase el director lo está esperando— me dijo mientras me permitía pasar a la oficina, camine detrás de ella hasta que llegamos a la puerta, dio dos golpes y abrió la puerta.
Reconocí a ______ (tapdo) que estaba sentada, pero solo la veía de espaldas.
—Pase…— me indico el director
Entre y me senté en el sillón que estaba a un lado de ______ (tn) volteé a verla y traía un rasguño en su mejilla izquierda.
— ¿P…pero que paso?— pregunte cuando la vi, ella ni siquiera volteo a verme...

Mi Niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora