Capitulo 33

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— ¿Asi que solo lo buscas por sus ‘besos’?— pregunto siguiéndome el juego
—No…— dije sonriente —También dicen, pero solo son rumores eh… se cuenta que cuando te abraza, te hace sentir especial y más que nada segura, como si nada pudiera afectarte cuando te envuelve en sus brazos, que sus caricias son como tocar el cielo con las puntas de los dedos y al momento de que su mirada se encuentra con la tuya… todo alrededor desaparece— mientras hablaba comenzaba a caminar hacia Edward, pero antes de llegar a él me detuve —Pero… ¿sabes qué?— dije y sin dejarlo contestarme algo seguí hablando —Me contaron que es… demasiado celoso— hice un gesto de desagrado, Edward me miraba con los ojos abiertos como platos —…Me gusta que me celen— seguí hablando sin importar lo que fuera a decirme o como fuera a reaccionar —…Pero no sin sentido y mucho menos que me traten mal— hablaba tranquila sin sonar molesta ni nada por el estilo
— ¿Sin sentido?— cuestiono poniéndose de pie — No creo que sean sin sentido… tal vez le gusta cuidar lo que tiene cerca— dijo caminando ahora el hacia mi
— ¿Cuidar?— reí —Pues si sigue ‘cuidando’ como lo está haciendo… dentro de poco no tendrá nada que ‘cuidar’— le sonreí y me di media vuelta para salir de su habitación pero me lo impidió tomándome de la mano
—Lo siento— dijo haciéndome girar para quedar nuevamente de frente —Te juro que trato de contenerme… pero no lo logro— acaricio mi mejilla dulcemente
—Edward ya lo habíamos hablado…— le dije seria —Yo estoy cambiando mi forma de ser, solo por ti y a la primera tu o me dejas sola o me dejas de hablar, sin siquiera escucharme…— subió su mirada a mis ojos cuando comencé a hablar —…Y siempre tengo que ir yo detrás de ti— ahora yo dirige mi mirada hacia el piso
—Discúlpame— tomo mi mentón para levantar mi rostro y así mirarme a los ojos —Pero el simple hecho de que no estés conmigo me pone mal— en su mirada solo veía sinceridad y arrepentimiento
—Edward …— alargue mientras me abrazaba a su torso —…Si estoy siempre contigo— le dije riendo
—Y así quiero que sigamos— tomo mi rostro entre sus manos y me miraba sonriente
—Te quiero mucho edward — le dije poniéndome en las puntas de los pies y hacer una presión sobre sus labios con los míos.
—Yo también te quiero mucho— ahora el unió nuestros labios pero no solo para hacer esa ‘presión’ como yo lo había hecho. Acopló perfectamente sobre los míos que estaban entreabiertos, succionaba mi labio inferior con suavidad mientras pasaba sus manos por mi cintura y finalmente dejarlas en mi espalda. Yo tenía una de mis manos en su cuello mientras que con la otra acariciaba su mejilla. Se separo de mis labios pero sin soltarme de su abrazo.
—Es tarde y mañana tienes que ir al colegio— pase mis brazos a su nuca para sujetarme mejor
—Pero no quiero dormir aun…— en realidad si quería, estaba muy cansada. Pero mis ganas de estar con Edward eran mayores.
—Hey recuerda que sigo siendo tu niñero…— beso cortamente mis labios
—Está bien… pero solo si vienes conmigo— le dije tomando su mano
—No— contesto serio mientras que yo lo miraba extrañada —…Ahora tú te quedas conmigo…— camino hacia atrás hasta llegar a la cama, se sentó mientras tiraba de mi mano para hacer que me sentara en sus piernas, sus labios volvieron a probar los míos mientras que con su mano izquierda proporcionaba ligeras caricias sobre mi espalda y su mano derecha estaba entrelazada con la mía. Con mi mano libre comencé a despeinar su cabello.
—Hey, Hey, Hey— dijo agitado separándose de mis labios —A dormir dije— soltó una carcajada
—Tu comenzaste— me defendí igual riendo
—Y tú que me sigues— dio un beso en mi mejilla
—…es imposible no hacerlo— me puse de pie para luego sentarme en la cama y hacerme a un lado para que se acostara Edward quien me miraba divertido —
¿De qué te ríes?— le pregunte sonrojada
—De nada…— entro debajo del cobertor y se acomodo mientras me tomaba de la cintura para apegarme a su cuerpo. Yo de igual manera lo abrace por la cintura y me recosté en su pecho el cual subía y bajaba por su respiración, de un momento a otro me quede completamente dormida.

Mi Niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora