Mi Niñero.

Capitulo 49

  FIN DE MARATON 3/3
EL NIÑERO - Cap. 49

-Ni si quiera lo pienses-dije divertida
-Te amo- susurró en mi oido
-Yo tambien mi amor, te amo, y no sabes cuanto, que ya me sería imposible vivir sin ti-contesté
-Mi princesa-dijo uniendo nuestros labios en un perfecto beso
-Vamos a dormir-dije tomandolo de la mano
-Ok pero..- Edward soltó mi mano y la puso detras de mis rodillas haciendome quedar en sus brazos
-Es necesario?-dije riendo ante lo que habia hecho
-Por supuesto-contestó a carcajadas

Llegamos a la habitación en donde Edward me hechó en la cama y el se acomodó encima de mi, en donde

me volvió a besar.

-Eres tan hermosa-dijo Edward acariciendo mis piernas por debajo del vestido
-Te amo-dije desabotonando su camisa

Edward empezó a buscar el cierre del vestido con desesperación para poder sacarmelo por completo,

comenzó con un recorrido de besos por mi cuello, mordía las tiras de mi brazier, hasta que logró

deshacerse de el, con una de sus manos empezó a jugar con mis senos, no pude evitar soltar algunos

gemidos de placer.

-Di mi nombre y pideme más mi amor- dijo Edward
-Solo sigue-dije besando sus labios

Tomo su miembro y lo introdujo, comenzando a penetrarme, con movimientos rápidos, ambos soltamos

gemidos que se escuchaban por toda la casa. Abrí mis ojos y vi que Edward tenia una fina capa de

sudor en su frente, la cual limpie con una de mis manos. Puso una de sus manos en mi cintura para

poder penetrarme aun más con moviemientos un poco bruscos, lo cual me encantaba y me exitaba.

-Mas amor-dije
-lo que pidas princesa- contestó

Estubimos haciendo el amor hasta llegar al orgasmo, Edward puso su cabeza en mi cuello para poder

descansar, nuestras respiraciones estaban muy agitadas, y era lo unico que se escuchaba en la

habitacion.

-Te amo mi princesa-dijo con la voz entre cortada
-Y que tal tu postre?-pregunte entre risas
-Delicioso- contesto besando mis labios

Abrazé a Edward, apoyé mi cabeza en su pecho para poder caer en un profundo sueño del cual no

queria despertar, esa noche fue increible, una de las mejores de mi vida.