Capitulo 38

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  Narra "Edward":
El día fue maravilloso, todo salió de acuerdo al plan, a ella le había encantado cada una de las sorpresas que el día de hoy yo le había hecho, Paris era la ciudad más hermosas que jamás me hubiera imaginado, aquella cena la mas especial de mi vida sin duda alguna, no se le puede pedir más en estos momentos, llegamos al hotel, yo estaba muy agotado, estábamos por entrar a nuestra habitación más bien yo estaba a punto ya que ella insistió en ir al pequeño mirador que horas atrás ambos habíamos encontrado, yo dije con pena que no, pues pensaba que se iba a molestar con mi respuesta pero lo tomo de los mas normal, me dijo que tenía que pensar unas cosas, mas no le tome mucha importancia, tome una refrescante ducha con agua tibia ya que la noche estaba un poco helada, me acosté en la cama con simples Boxer's tal como acostumbraba a dormir con la esperanza de que ella entrara en cualquier momento y me recompensara por todo lo que hoy había hecho por ella... Espere una, dos, tres horas y ella aun no aparecía, me llene de preocupación y decidí salir a ver que sucedía y porque se tardaba tanto, solo me puse una simple polera blanca que se encontraba en el perchero de la entrada de nuestra habitación, saque la tarjeta de la habitación para poder entrar de nuevo y me dirigi a aquel misterioso pasillo, al cual al llegar a la puerta me adentre al magnífico paraíso que se encontraba tras de ella, ahí estaba ella, la causa de mi felicidad, de mi sonrisa, el amor de mi vida, sentada frente a la hermosa vista que esta noche nos ofrecía la ciudad, su cara empapada de lagrimas que caían por su hermosa cara y mejillas rosadas que tanto adoraba, me partió el corazón verla así, llorando tan indefensa. Me puse Junto a su lado y solo le brinde un cálido abrazo, que seguro era lo que más necesitaba en estos momentos, aunque aun no sabía la razón de sus lagrimas.
-No llores mas, -dije- que tienes?-pregunte.
-Lo mismo de siempre, ¿Sabes? Ya estoy cansada de lamentarme esto siempre, día y noche, esto ya no tiene solución.
-Ya te he dicho que lo superaremos Juntos, no llores mas por eso, hay que ver las cosas buenas de la vida, el que tu y yo estemos juntos ahora, piensa en todas las cosas que hemos pasado juntos y libera esos malos pensamientos que te presionan todo el tiempo.
-Lo intento, pero no es posible, en este rato pensé en la única solución que tenemos ambos.
-¿Cuál es? ______(tn) espero que no sea una de tus salidas del divorcio o algo así, porque ya te dije que no aceptare.
-Al principio lo pensé, pero me di cuenta que no quiero estar separada de ti nunca, pero pensé en lo bueno que sería tener una familia y lo mucho que a ti te gustaría ser papá.
-No hay presión en eso, yo puedo esperar hasta que estés lista para adoptar –dije con una sonrisa.
-Eso para mí no es una opción y lo sabes, así que escucha atento.
-Lose, lose, pero ya dime a que quieres llegar con todo esto.
-Lo pensé y lo razone, pero solo existe una forma de poder formar una familia y sería algo que dependiera de ti.
-no tendré hijos con una mujer que no seas tú. –dije ya algo alterado.
-Tranquilízate, no sería de esa forma,... en parte si, se puede hacer una inseminación artificial, rentar un vientre el cual contenga tu semen, en parte seria tu hijo.
-¿Qué? Te has vuelto loca, no haré eso, no tendré un hijo con alguien más, ya te lo he dicho.
-Es la única manera Edward, entiéndeme, será nuestro hijo, será TU hijo, tendrá parte de ti en sus venas, lo mío ya no tiene remedio acéptalo, es nuestra única y última salida –dijo llorando-
-No, eso es inaudito, no tendré relaciones sexuales con una desconocida y menos para que lleve en su vientre a mi hijo.
-Esa es la parte en que haremos una Inseminación artificial, no tendrás que acostarte con ella, solo darás un poco de ti y se lo introducirán artificialmente, Por favor piénsalo –me dijo marchándose de ahí dejándome pasmado con la propuesta que me había hecho, yo no podía aceptar eso, era una locura, pero en parte ella tenía razón, esa era una solución pero para mí sería incomodo, si eso era lo que ella quería lo haré, aceptare su propuesta, lo haré para alcanzar su felicidad máxima, para que deje su sufrimiento atrás, para que lo supere poco a poco, pensé y pensé una y otra vez las cosas hasta que el sueño me estaba venciendo, decidí marcharme a nuestra habitación, la encontré acostada en nuestra cama, profundamente dormida, con unas cuantas lagrimas frescas sobre sus mejillas, me acoste a su lado de ella y la abrase fuertemente.
-No soportaría ver a otra mujer llevando en su vientre a mi hijo, pero lo aceptare por tu felicidad, lo haré por ti y por mí, por la familia que siempre has soñado, y quiero que sepas que por ti daría mi vida completa sin pensarlo dos veces, te amo tanto mi péquela princesa, eres tan hermosa...
Me quede dormido al poco tiempo, mi cabeza eran preguntas y preguntas, ¿Estaré haciendo lo correcto? ¿y si esto después pone en riesgo mi vida junto a ella?, esto era una verdadera tortura, esto era como una pesadilla la cual teníamos que aceptar si o si.  

Mi Niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora