Despues de la primera cita de Magnus y Alec, el cazador de sombras le había propuesto verse el siguiente viernes, ya que su primera cita se habia colmado de situaciones inesperadas como el restaurante de hombres lobos, el incidente en la discoteca y por último el encuentro en el apartamento de Magnus. Al principio el brujo habia hecho una estrategia por si la cita salia mal, pero a pesar de lo ocurrido termino mejor de lo que pudo imaginar.
Ese viernes por la noche Magnus pensó en salir a ver una película (ya que dudaba si los cazadores de sombras sabían de la existencia del cine por su "responsable itinerario") y después de regresar del cine, cenar en el apartamento, con tantos años Magnus había aprendido algunos trucos culinarios.
Él y Alec acordaron verse en una calle a las 6:30. Magnus se preparó con anticipación para escoger su atuendo: unos pantalones rojos entallados, una camisa verde limón y un saco negro con raya de gis adiamantada, algo extravagante para los demas pero no para él.
Magnus espero en los escalones de una de las casas, miro su rolex y faltaban 5 minutos para las 7, exhalo aire al ver que Alec no aparecía la función empezaba a las 7:10 y durante esos 15 minutos una pareja de chicas le habia estado sonriendo a Magnus ademas de hacerle señas de saludos y risitas escándalosas, él en cambio les habia ofrecido una sonrisa leve. Una de las chicas que portaba un vestido azul corto que iba perfecto con su color de cabello cafe y sus ojos avellana se encamino hacia Magnus y se recargo en la barandilla de la escalera.-Te ves un poco decepcionado, llevas rato sentado aqui solo-
- No realmente, solo que pienso en las posibilidades que esta película no me gustara y sera una perdida de dinero- Magnus no queria aceptar que quizás si estaba decepcionado de que Alec no aparecía... por segunda vez.
- Tal vez te guste más de lo que te imaginas, por cierto soy Lucille-La chica le tendió la mano y Magnus la tomó dándole un suave apretón y la giro para darle un beso rápido, esto hizo que la joven soltara una risita juguetona.
-Mucho gusto Lucille Magnus bane- La joven se paso las manos por el cabello impaciente y sus labios formaron una sonrisa picara.
-¿No quieres venir con nosotras? Pensábamos entrar a la función pero me has hecho dudar y... quizás quieras venir a tomar unos tragos a mi departamento- Magnus agacho la cabeza por un segundo y sonrió para si, le sorprendía que los jóvenes de ahora invitaban a cualquier extraño a su hogar solo por el simple hecho de ser atractivos.
-Lo siento pero espero a alguien, y talvez no deberías invitar a desconocidos a tu departamento... podría ser un asesino, un vampiro o un brujo satánico- dijo con ironía.
-No tienes cara de ninguno de ellos, y los vampiros no existen- "Vaya mundanos" pensó Magnus, mientras la chica seguía insistiéndole que fuera con ella. A lo lejos vio a Alec corriendo, su corazón entró en paz y se acelero un segundo despues, realmente estaba aqui. Alec se paro y volteó a varios lados buscando a Magnus, cuando lo encontró frunció un poco el ceño al verlo con la chica.
-Lo siento Lucille mi cita ha llegado- Magnus se levantó y camino hacia Alec que aun tenia una expresión rara en su rostro -Llegas tarde- Al brujo se le notaba la felicidad en el rostro a pesar que ya eran las 7:20 pero Alec miraba a la chica que los observa estupefacta y enojada. —Alexander?- Alec volvío en si.
-Lamento llegar tarde, no quiero que pienses que siempre llego tarde.... disculpame- Al brujo no le importaba la película simplemente queria ver al cazador de sombras y estar con él, compartir tiempo juntos.
-No importa, es decir ya no hay más funciones para la película pero es lo de menos, tenía un plan B por si acaso- Alec se sonrojo y frunció sus labios, se sentía culpable por estropear su salida al igual que la primera. Magnus vio su mirada baja y lo tomo del cuello para acercarlo y rozar sus labios, suaves y carnosos. Cuando se separaron el joven vio como la chica soltaba una palabrota y se iba con los brazos cruzados al lado de su amiga que se mofaba de ella.
Los dos caminaron por la calle hacia el departamento de Magnus mirando las calles de Manhattan repicotear de ruidos y luces, Alec bajo la mirada para ver la mano del brujo llena de anillos, sintió desesperación por no tener aquellos dedos entrelazados con los suyos. Torpemente tomó la mano de Magnus y la apretó, esto sorprendió de un momento a otro a Magnus y miro hacía Alec que estaba ruborizado hasta las orejas, esto hizo que el brujo sintiera una ola de calor y satisfacción; como respuesta apretó los dedos para sostener la mano de Alec, y de vez en cuando pasaba el dedo pulgar sobre el borde de su mano para hacerle una caricia.Estando en el departamento Magnus chasqueó los dedos para que unas lamparas de aceite con algunas velas se encendieran dejado ver en la mesa una cena exquisita que los esperaba.
-Quiero decirte que no lo aparecí con magia, se hacer algunas cosas mundanas... como cocinar- Alec se sentía dichoso y a la vez apenado, nadie le había preparado un detalle asi en su vida, solo Izzy que era de su familia pero la comida de Isabelle era espantosa, esperaba que esta no.
-No tenias porque hacer esto Magnus, es decir...- Magnus agitó las manos.
-Dejate consentir Alec y disfruta, me ofenderias si dices que no...- El brujo fue hacia la barra y empezo a preparar un cocktail, le hizo señas a Alec para que se acercara y se sentara, todo se veia muy apetitoso y el joven descubrio que tenia hambre. Magnus le ofrecio el trago mientras él sostenia otro, Alec dudo un momento en beberlo pero lo hizo y en consecuencia empezo a toser.
-Mmmmm ya veo que no bebes mucho, mejor come no quiero que te marees tan tapido, si queremos hacer algo más- Magnus se sento del otro lado y con mucha pena el joven se sirvió y los dos empezaron a comer. Terminando, Magnus le ofrecio una copa de vino merlot, que quizas el joven toleraria mas y no lo sentiría tan agresivo como el vodka.
- Estuvo reamente delicioso, gracias en verdad...- Magnus sonrio satisfecho e inclino su copa hacia él para beber el vino. Los dos estaban en uno de los sillones que daba a un ventanal que les permitia ver las luces de la ciudad, algo hermoso y romantico...
-¿Puedo preguntarte algo?- Magnus volteó hacia Alec y noto su incertidumbre en la mirada.
-Lo que quieras Alec-
-Se que llamas mucho la atención aparte de tu ropa... es decir eres apuesto... y se que tanto hombres como mujeres te buscan para...- Magnus observaba al chico con atención se notaba que le estaba costando trabajo lo que decia. - Bueno a lo que me refiero es que... se que esa chica te estaba coqueteando, y por la manera en que nos miro...- Hizo una pausa y miro al brujo que lo escuchaba con atención -Quiero saber si...tu y yo estamos saliendo emmm... es decir solo no vemos tú y yo y no...- Magnus no dejó terminar Alec simplemente se acercó y le plantó un beso en los labios tierno, comprensivo y en respuesta, se separo y miró a Alec.
- No hay nadie más de eso puedes estar seguro, porque desde que te vi en mi fiesta he querido estar contigo.- A Alec le brillaron los ojos y sin darse cuenta sonrio delicadamente seguido de acercase a Magnus y abrir sus labios con los suyos, Magnus tomo la copa de Alec y la suya y las puso en la mesa sin separarse del joven. Esto les ayudo a tener las manos libres y sentir el tacto sobre la ropa. Los besos sabian al dulce gusto del merlot combinado con el deseo de ambos. Alec empujo a Magnus con su peso para quedar encima de él, dejando que las expertas manos le acariciaran la espalda y los huesos de la cadera del joven para recorrer los abdominales y llegar al pecho. Las simples caricias de Magnus hacian que a Alec le recorriera fuego bajo la piel y la ropa le estorbara repentinamente.
Con dedos temblorosos empezó a desabrochar la camisa de Magnus y seguir una linea de besos con forme iba bajando deteniendose en la hebilla del brujo. En ese instante Magnus no aguato más tomo a Alec de los hombros y lo aparto seguido de incorporarse para quedar frente a frente, Magnus se despojo de su saco y la camisa rápidamente, Alec abrió más los ojos al ver el pecho y abdomen del brujo, lo tenia tan cerca que con la luz de la ciudad, la piel apiñonada y sus de gato, Magnus se veia simplemente perfecto.
Pero antes de que el joven reaccionara Magnus le tomo los laterales de la playera de manga y se la despojó subiendosela con toda la calma posible sintiendo la calida piel de Alec rozar con los dedos del brujo. Las runas tomaban más intensidad con las luces y la palida piel del joven; Los dos se quedaron admirandose, Alec noto que Magnus era unos centímetros mas grande que él, se acercaron eliminado todo espacio entre ellos y siguieron sin detenerse.- Sin duda la película no me iba a gustar tanto como esto- Se dijo Magnus para si mismo.
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Relatos de BANE (MALEC)
RomantikTodos conocen al gran brujo de Brooklyn Magnus Bane que tiene más historias que contar de su larga vida, en especial las que paso con Alexander Lightwood.