Catarina estaba sentada al lado de la cama del paciente cuyos ojos habian sido extirpados, el paciente dormía desde hace algunas horas y no habia despertado aún, pero Catarina habia estado pendiente de él. El hombre hizo un sonido suave y Catarina rápidamente se enderezo para estar atenta a su siguiente movimiento.
-Deberías estar viendo a los otros pacientes Catarina- Ella sonrió y tomo la mano del hombre.
-Ragnor...- Soltó un suspiro de alivio- Eso hago pero te recuerdo que estas en uno de mis pacientes.
-Ya se, pero es el único que me permite estar cerca de ti.
-¿Porqué el?-
-Vine por el alma de este hombre, no va a vivir más.
-¿Que?- Catarina soltó su mano- ¿Ahora eres el reclutador de almas o algún tipo de justiciero?
-No-Ragnor trago saliva- No puedo decirte pero me lo ordenaron, debo de hacerlo en especial él, no es del todo mundano.
-Ah eso lo explica- Pensó que ahora tenia sentido todo- Entonces llévatelo de una vez... no se porque tardas tanto si él es tan importante- Catarina se levantó de la silla.
-Catarina- Dijo Ragnor con su gruesa voz- No lo he hecho porque... quería verte el mayor tiempo posible.
-No veo con que motivo-
-Porque no volveré en un largo tiempo y...-Ragnor se enderezo de la cama- Para ser sincero me confíe, creí que tu y yo tendríamos nuestro tiempo pero no fue asi.
-Ya no se puede hacer nada.-
-Catarina- Dijo con un tono de desesperación en la voz- Se que no creerás lo que te dire, te conozco pero la verdad es que reprimi lo que sentía por ti y quise seguir mi vida en el libertinaje pero... cuando estuve apunto de morir, te recordé y me maldije a mi mismo por no ir tras de ti y expresarte lo que sentia...
-¿Porque eres tan egoísta?-Catarina se acercó nuevamente a la cama para quedar cerca de Ragnor- ¿Porque me dices esto ahora? tuviste siglos Ragnor...siglos y si no lo has notado estas muerto ¿Qué ganas con decírmelo ahora?
-Que sepas que fue real, realmente te quiero a pesar de muerto y que si tu también me quieres aún... tengo un motivo para regresar.
-¿Regresar? ¿Puedes...?-
-No ahora-La interrumpió Ragnor- Quiza en unos 500 años... se puede volver si lo deseas y tu eres mi motivo Catarina.- Ragnor tomo las manos de Catarina y las entrelazó con las suyas. Ella miro la unión de sus manos y su mirada se perdió por un instante en algún recuerdo.
-Jamás deje de quererte- Dijo ella en una voz suave. Ragnor dejo escapar el aire que tenia contenido y una sonrisa se le empezó a formar, después se recostó nuevamente en la cama.
-Debo irme Catarina, por favor no olvides lo que te dije- Ella asintió mientras sus ojos dejaban escapar lágrimas de un azul acuoso, el sonido de la máquina marco un bip de que Ragnor y el paciente se habían ido.
Magnus no había regresado en unos dias a Brooklyn después de haber cortado a Alec en la estación abandonada ya que no queria ver a su ex y mucho menos sentirse más desgraciado de lo que ya se sentía. Cuando llego a su departamento vio a presidente miau en la mesa de centro extendido y con muy mal aspecto, rápidamente recordó que no le habia dejado comida ni agua al gato.
-Oh demonios-Magnus fue a recoger al gato, presidente miau se mostraba receloso pero apenas se movia. Magnus chasqueó sus dedos y una aura azul se introdujo en el gato para que recobrara sus fuerzas, el gato se safo del agarre del brujo y le gruño sacando sus colmillos -Debes creer que soy un compañero terrible pero puedes apostar que yo estoy sufriendo más que tu en este momento- Magnus hizo aparecer comida y agua en el tazón de presidente miau seguido de dejarse caer en su sofá, miro hacia una mesita y vio una llave que adivino que era la que le habia dado a Alec, se levantó sin ganas para ir a su cuarto y desde el umbral de la puerta noto que las cosas de Alec ya no estaban.
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Relatos de BANE (MALEC)
RomanceTodos conocen al gran brujo de Brooklyn Magnus Bane que tiene más historias que contar de su larga vida, en especial las que paso con Alexander Lightwood.