Solo fue un sueño

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Han pasado cinco años desde la partida de Son Goku con Sheng-Long; la vida de su pequeña nieta Pan ha cambiado notablemente, mejorado en unos aspectos, pero empeorado en otros; a fin de cuentas ninguna vida es totalmente perfecta, de igual modo que ninguna vida es totalmente miserable.

Para Pan, la pérdida de su abuelito fue demasiado dura, triste, e incomprensible. Pese a que la mayoría de su familia y amigos se ve fuertemente a sus ojos, obvio que al igual que ella Vegeta sabía que Goku no volvería... y eso la destrozaba.

Y es que obviamente sufrió un gran daño con la pérdida de su abuelo, ¿Cómo no extrañarlo?, ¿Cómo no derramar incontenibles lágrimas pensando en los buenos momentos que vivió a su lado?; los torpes pero cariñosos cuidados que recibió de Goku cuando era niña; él siempre la defendió de cualquier intento de Gohan, Videl o Milk de regañarla, la pequeña siempre se salió con las suyas gracias a su abuelito ; los torneos de las artes marciales en donde juntos pasaron felices momentos; lo mucho que sufrió cuando la dejó para ir a entrenar a Uub, no pudo evitar envidiar al muchacho; la extraña sensación de incredulidad, resentimiento y molestia de volver a ver a su abuelito después de tantos años y... ¡Dios, convertido en un niño más pequeño que ella!; el viaje espacial, ese que tanto añoraba, esos fueron sin duda los mejores  días de su vida; cómo, cómo no extrañar a Goku, cómo no desearlo cerca. ¿Es que acaso nadie más lo extrañaba ¿Es qué acaso nadie más sufría desconsoladamente por su ausencia?... La respuesta probablemente es que sí, que había muchos más que lo extrañaban, pero que al igual que ella, se lo guardaban para su soledad.

Ella se sentía muy conectada con Goku, y sí, probablemente era de los que más lo extrañaban, ella y su abuela Milk claro está. Y aunque el tiempo no cura todas las heridas, al menos las cierra un poco, por lo que después de cinco años las cosas para la pequeña de los Son ya eran un poco más soportables, aunque no logró aceptar ni comprender del todo la pérdida de su abuelito, sí encontró algo de consuelo y resignación; e incluso en ocasiones lograba cambiar las lágrimas de su pérdida por sonrisas, sonrisas inspiradas por el recuerdo de Son Goku.

No obstante, son motivos como este los que impulsaban a Pan a centrarse en otras actividades, como los estudios, entrenar o cualquier otra obligación; sí, la verdad prefería hacer sus deberes para no pensar en lo mucho que añoraba a su abuelito y a... él, principalmente a él.

Durante esos cinco años, los guerreros que en el pasado defendieron la Tierra, continuaron con las vidas normales que suelen llevar en tiempos de paz.

Después de algunas insistencias por parte de Gohan y Videl, Milk se fue a vivir a casa de éstos, ya que aunque no quería convertirse en una madre incómoda, tampoco soportaría vivir sola recordando a su Goku. Gohan, volvió a su trabajo, al igual que Videl, la cual lo retomó ahora de tiempo completo pues Pan ya no requería de cuidados completos como cuando era una niña pequeña.

Por su parte, Goten, debido a su personalidad extrovertida, y más que nada a la confianza y amistad que mantenía con los Briefs, se convirtió el director de Relaciones Públicas de la Corporación Cápsula; por comodidad, cercanía al trabajo y principalmente para independizarse decidió comprarse un departamento en la capital oeste, en donde vivía ya desde hace casi tres años; aún así visitaba a su familia constantemente,por más independizado que se creyese seguía siendo muy apegado a su familia.

Así mismo, en la familia Briefs, Bulma y Trunks continuaron con su trabajo en la corporación; Bra continuó con sus estudios y su vida habitual.

Vegeta por su parte, continuo con sus entrenamientos, para él no entrenar era imposible, iba en contra de su naturaleza, el príncipe de los saiyajins jamás se convertiría en un insecto debilucho y escuálido como Gohan, Goten o su propio hijo.

A Ciegas|| Trunks x pan ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora