Deaf|| Rubelangel

Seventy Nine.

Ruben espera fuera de su salón con impaciencia, el timbre de hora de almuerzo está por sonar y lleva allí más de diez minutos, con la excusa de que su cabeza dolía. Tiene el pase de enfermeria apretado en su mano, y mueve su pies incontrolablemente, desesperado por arreglar todo el embrolló que causó por el autocorrector en su móvil. 

La puerta se abre haciendo que lleve una mano a su pecho, se había asustado. Se mueve de lado en lado, y sus ojos se cruzan con los de Miguel. 

El pelinegro da una sonrisa falsa, y camina hacia la cafetería. Ruben lo toma de la mano, y lo gira hacia él. 

Con nerviosismo suelta su muñeca, y comienza a mover sus manos junto a sus dedos haciendo señales para sordo mudos. En concreto, Miguel no podía creer lo que veía y abrazó a su novio con fuerza mientras depositaba muchos besos en su rostro. 

(Las frases que utlizarán los dos las pondré en negrita, y las de mensajes en cursiva) 

"¿Eso es un sí?

"Sí idiota, aunque me dolió que me hayas dicho eso ayer"

"Fue el jodido autocorrector, pero juro que no era mi intención decirte eso"

"Entiendo"

"¿Me besarás?"

"No es necesario que lo preguntes, sordo.. diré tonto"

Ruben estalla en risas, y toma la mejilla contraria y uniendo sus labios. Se dejan llevar por el momento sin importar todas las miradas en los pasillos. 

—¡Vayan consíganse un cuarto!—grita una de los gemelos, y Ruben se separa de Miguel y toma su mano arrastrádolo hacia la cafetería. 

¿Era necesario insultar a la gente por su condición sexual? Y Ruben sólo quería tomar a cualquier persona y estamparla con la pared, pero no lo haría por el hecho de que Miguel se asustaría de él y se alejaría lo más pronto posible.

"¿En qué tanto piensas?"

"Lo mucho que odio a la gente homofóbica" suspira, y deja su mochila en la mesa "Iré a traer el almuerzo, ¿qué desea mi príncipe"

"Antes de responder.. ¿cómo rayos aprendiste a hablar el lenguaje de sordo mudo?"

"Digamos que mi tío fue mudo, y me obligaron a aprender lo básico. Ayer me la pasé estudiando, y sé todo lo necesario para poder hablarte"

"Un emparedado de pavo, y limonada"

"A su orden, señoría"

Y con eso Ruben corre hacia la fila, en donde varios alumnos conversaban, y se posiciciona detrás de una chica de cabello verde claro y muchas pulseras en sus muñecas, la cual murmura horrorizada.

—Pobre chico.

Y con eso, Ruben voltea y siente la ira recorrer sus venas con fuerza.