Diciembre de 1993.
Oí el despertador tantas veces que hubiera preferido arrancarme los oídos. Levantarse a las cuatro de la mañana no era el mejor remedio contra el sueño, después de haber pasado varios días con un insomnio horrible. Estiré los brazos con cuidado, y me desperté lentamente, aún abrir los ojos me costaba. Miré el reloj, como una manía interna que tenía, y comprobé, que efectivamente, eran las cuatro de la mañana. Me levanté con el pijama grasiento aún puesto, y oí la ducha, pudiendo darme cuenta de que Dave estaba tomando una ducha. Así que decidí dar otra cabezada hasta que este se levantara y pudiera entrar al baño. Oí como la lluvia volvía a caer otra vez, y como las sonoras gotas de el otoño caían sobre Seattle. Lo único que me daba reparo era tener que volar hacia Virginia con esta lluvia tan copiosa. Abrí los ojos tras contemplar una luz tenue que atrapaba a mis ojos azul océano, y hacía que toda mi retina se irritara. Contemplé a Dave desde lo lejos de la habitación con unos pantalones negros, y su torso al descubierto, pero apenas hice caso aquello, el sueño que tenía me cegaba por completo. Me levanté tras un impulso doloroso en mis piernas, y bostecé varias veces, sabía que necesitaba una ducha antes de que me durmiera en uno de los lugares de esta horrorosa habitación. Miré a Dave con los ojos entreabiertos, pero volví a cerrarlos tan fuertemente que casi podía quedarme dormida en sus brazos. Me apoyé sobre su hombro varios segundos hasta que este me retiró de encima riendo bajito, ya que no se nos tenía permitido hacer demasiado ruido a altas horas de la noche.
"No puedo más Dave.." Le susurré al oído entrecerrando y abriendo los ojos. "Te dije que no quería levantarme pronto." Protesté abriendo los ojos un tanto débil.
"Vaya.." Dave arqueó las cejas y empezó a reír aún mas. "Si tu no puedes ir al baño.. tendré que llevarte yo." Me tomó de las piernas, y le sonreí, pero por ahora lo agradecía.
"Gracias.." Suspiré y me restregué los ojos hasta que pude. "La verdad es que hoy me encuentro un poco mal." Suspiré quejándome aún más.
"Sí quieres podemos cancelarlo y volver a casa.." Dave arqueó una ceja y me miró.
"No." Me soltó, y me apoyé sobre la barandilla del baño. "Esta bien Dave, iremos." Le sonreí, y le di un beso en la mejilla.
"Sólo si te encuentras bien.." Me miró un tanto preocupado.
"Me encuentro bien." Sonreí. "Son los primeros síntomas Dave, no es nada grave." Le miré con la intención de tranquilizarle.
"Tal vez deba taparme entero antes de que puedas volver a vomitarme encima." Me miró bromeando, y le di un pequeño y suave golpe en su estomago plano, tanto que podía notar los huesos de Dave. Le lancé una pequeña risa y volví a entrar al baño.
"Oh no." Dave me siguió hasta el baño, y me susurró al oído. "Te vas a enterar." Me miró riendo, y me tomo de la cintura tratando de hacerme cosquillas. Me reí tan fuertemente que tuve que tapar mi boca, quién sabe si hubiera despertado a alguien en ese preciso momento. Me sonrió, y me dio varios besos en la mejilla. "Oh dios mío." Dave miró hacia el espejo mientras veía nuestra propia visión en el espejo. Después palpo suavemente el pequeño bulto que había formado en mi barriga y me sonrío.
"¿Qué?" Reí.
"Nada." Me miró. "Me gusta." Me sonrió dándome un beso en la mejilla.
"Eres idiota Dave." Reí, y me solté de sus brazos. "Iré a ducharme, si al señor no le importa." Solté una pequeña carcajada y volví con bastante prisa al baño.
Sólo fueron cuestión de minutos en los que mi camiseta de terciopelo rozó con mis brazos delgados, y mi cabeza erguida, para más tarde tirarla hacia el suelo de color caoba del baño de aquel hotel de Seattle. Después arrastré poco a poco mis pantalones de cuadros escoceses hasta que se quedaron a la altura de mi pies. Y me contemplé después de varios días, mi cuerpo había cambiado, mis caderas ya no solían ser aquellas caderas frágiles y duras de ver, por la gran cantidad de huesos que se me notaban a la hora de que me mirase. Odiaba mirar mi cuerpo. Mis pechos también habían aumentado, no lo suficiente para decir que podía cambiar mi talla de sujetador, pero podía notarlo cada vez que mis ojos iban hacia mi sostén de color negro, que hacía poco contraste con mi piel pálida. Me miré varias veces, y me notaba tan extraña, que aún no era capaz de digerir que estaba embarazada. Pero los pequeños cambios ya se iban registrando en mi cuerpo. Tras tener una mirada demasiado intima con mi cuerpo, decidí meterme a la ducha. Al parecer el personal del hotel era bastante amable, cuando se trataba de disponer de agua caliente, cosa que en Nueva York, no pasaba. Al final pude disfrutar de ducharme con agua caliente, y olvidar aquellas malas rachas de un profundo otoño en el que el agua fría habitaba toda mi piel. Era horrible, pero te acostumbrabas. Sentía como el ruido de la ducha penetraba sobre mis oídos, y a la vez, como los poros de mi piel se erizaban cuando las pequeñas gotas que caían sobre aquel lugar rozaban mi piel pálida, podía decir que esta era una de las mejores sensaciones de todo el mundo, y podía quedarme dormida en cualquier momento. Escuché como a la vez la lluvia de Seattle se mezclaba con aquel sonido placentero que venía de la ducha. Cerré los ojos por varios minutos, antes de que las plantas de mis pies pudieran sentir el suelo frío de aquella insignificante habitación de hotel de cuatro estrellas. Y recordé aquella escena, Dave tomando mis caderas anchas, y mirando aquel pequeño bulto que pronto sería un bebé, sonriendo como si aquella noticia fuera lo mejor que le hubiera pasado y sonreí, mi mente no podía parar de proyectar las manos gruesas de Dave, rozando con su muñeca tatuada, mi pequeño bulto, lo que nosotros habíamos construido, aunque fuera nuestra irresponsabilidad. Volví a sonreír ampliamente y abandoné la ducha, sintiendo un frío tremendo. Tomé la ropa que había dejado sobre el lavabo y me vestí ampliamente,una camiseta básica blanca, una camisa de tamaño grande con cuadros escoceses, unos pantalones vaqueros levi's demi curve, y unas vans negras simples, ahora, dentro de estos nueve meses debía buscar la máxima comodidad posible. Subí mis pantalones con mucho cuidado hasta que se ajustara a mi holgada cintura, y mi cuello rozó con el tejido de algodón de aquella camiseta básica blanca, así como mis brazos con el tejido de mi camisa de cuadros escocesa. Y salí decidida.
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IF EVERYTHING COULD EVER FEEL THIS REAL FOREVER ━━ dave grohl [EN EDICIÓN]
Fanfiction"Pero aún no sabia que sensación era esta, ni si quiera sabia por qué a veces se creaba una tensión interna sobre mi cuando miraba su rostro, o cuando me abrazaba, y incluso aún no sabía por que me gustó que me besara en aquel momento de ansiedad. "...