IF EVERYTHING COULD EVER FEEL THIS REAL FOREVER ━━ dave grohl [EN EDICIÓN]

Capítulo 20.

Noviembre de 1991

Los ruidos de la calle entraron sobre mis oídos y miré hacia la ventana con mis ojos aún medio cerrados y el aliento de Dave sobre mi cuello. Por un momento perdí la conciencia, y volví a tumbar la cabeza sobre aquella suave almohada. Pero había algo que no me encajaba en aquel momento. El tejido de aquella cama no era igual que el que yo solía frecuentar por las noches. Al abrir los ojos delicadamente pude darme cuenta de que presenciaba una habitación totalmente diferente  a la mía, y que  mi piel se erizaba por que la respiración de Dave estaba muy cerca de la mía. Bostecé involuntariamente por un segundo, cuando me dirigía a despertar de la forma en la que la solía hacer todos los días, pero esta vez era algo muy diferente, al abrir los ojos completamente me vi en la habitación de Dave, tumbada en su cama, mientras el aún sujetaba mi cintura a la vez que podía ver como dormía profundamente, y sin nada ambos de nuestros cuerpos. Por un momento no logré recordar que lo que pasó anoche, pero entonces sin mover mucho la manta de la cama de aquella habitación, me miré el cuerpo y estaba prácticamente desnuda, entonces logré recordar que anoche me había acostado con Dave, sí, con mi mejor amigo. Reflejé una sonrisa de oreja a oreja, por fin, ya sabía que clase de sentimientos eran estos, ya sabía por que me quedaba embobada mirando la sonrisa de Dave, o sus ojos marrones. O como me sonrojaba cada vez que cogía mi mano, o quién sabe que, o cuando huía de él por que sabía que iría a explotar en ese momento. Estaba locamente enamorada de él, desde el primer día en que lo vi, aquel día en el que un chico tímido se decidió en ayudarme con aquellas maletas, no quería reconocerlo, pero quedé asombrada. Sabía que sentimiento era este, lo sabía, se llamaba amor. Recordaba todo lo que paso anoche, y me sentía bien, de veras que lo hacía, una inmensa felicidad recorría todo mi cuerpo. Al fin lo había hecho. Al fin era libre de todo aquel lío de sentimientos y nervios que me ahogaban. Me dí la vuelta para ver al rostro a Dave y me miró riendo, no esperaba que estuviera despierto así que me volví a hacer la dormida, pero era tarde para ese entonces Dave ya me había visto. Me miró riendo y se dispuso a hablar. Para ese entonces mi rostro se sonrojo unos minutos antes de que pudiera oírle hablar.

"Hey. No te hagas la dormida anda." Me miró con unos ojos aún medio dormidos y una sonrisa, mientras estiraba los brazos soltando mi cintura.

"Esta bien." Reí algo avergonzada, y suspiré estirando mis brazos también.

"Anoche fue increíble ¿sabes?" Me incliné hacia el mientras empezaba a acariciar parte de mi pelo algo desalborotado.

"Lo sé, si que lo fue." Le sonreí mientras me acercaba a el para darle un beso en la mejilla.

"Me he quitado un peso muy grande de encima, no aguantaba más Ann." Suspiró y rozó su cintura con la mía

"Emm Dave.." le miré con cara de apuros. "¿Crees que alguien nos habrá visto?" Eché una mirada insegura hacia el.

"No lo creo Ann, ni si quiera estarían despiertos en aquel momento."  Me miró mientras susurraba.

"No se que les voy a decir cuando me vean  Dave.." Suspiré. "Debía haber salido hace horas de aquí." Miré al reloj que había colgado a la pared mientras le sujetaba la mano a Dave.

"¿Que hay de malo en decir que lo pensaste?" Arqueó las cejas y me miró.

"Ya sabes como es Krist.. buscará cualquier forma de decir que lo hice por ti." Me justifiqué sin tranquilidad alguna.

"No tiene pruebas Ann." Me miró mientras me besaba el cuello.

"No sé... no estoy muy segura."  Hablé suspirando.

"Ann, tranquilízate, nadie se va a dar cuenta de lo de esta noche." Me miró desde la cama.

Cerré los ojos mientras Dave seguía besando mi cuello, y respiraba lentamente, aún no podía creer que esto había pasado. Pero sí era real, podía sentirlo. Todo iba bien, hasta que alguien toco a la puerta. Dave me miró algo asustado y salió al plomo de la puerta sin nada, con una ligera manta que cubría la parte de abajo, mientras dejaba sus tatuajes al descubierto. No me escondí en el armario, por que pensaba que sería Kurt o alguien. Pero cuándo escuché la voz de Alex detrás de aquella puerta me empecé a estremecer, tirándome hacía el suelo, mientras mi cuerpo desnudo sentía el frío y me hacía daño en la cabeza a la vez. Suspiré rezando para que Alex no me viera, y por supuesto que Krist no se diera cuenta.