IF EVERYTHING COULD EVER FEEL THIS REAL FOREVER ━━ dave grohl [EN EDICIÓN]

Capítulo 48.

Dos meses después. - Febrero de 1994.

"Esto es la Sagrada Familia." Una de las guías que nos vigilaba sin movimiento y sin respiración levanto la mirada hacia Kurt, mientras este caminaba de un lado a otro un tanto nervioso. Se mordió el labio y siguió andando, añorando tener a Frances en sus brazos. En sus manos cargaba una gran bolsa de Souvenirs que había comprado en una de las tiendas que había cerca del centro de Barcelona.

"Genial." Krist miró a aquel edificio tan grande de dimensiones extremadamente gigantes. "Me pregunto si se puede entrar." Miró a la guía, de facciones grandes, con unos ojos marrones y pelo moreno que hacia contraste con sus vaqueros desgastados y aquella camiseta de color beige estampado.

"No." Negó con una simple sonrisa. Pero tuvo que repetir aquella pequeña palabra dos veces, ya que su inglés no era el más excelente del universo, y muchas veces nos costaba entender lo que decía. "Aún está en construcción, y sólo se puede ver por fuera. Ya que no hay puertas abiertas, por lo tanto, no se puede." Volvió a intensificar su negación en unas simples palabras. Y daba gracias a que hubiera negado esa idea, por qué la verdad, las piernas comenzaban a pesarme de una manera que me hacía perder la conciencia.

"Tengo hambre." Alex protestó de manera amable, palpando su barriga una y otra vez, separándose de Krist unos instantes. "¿Hay algún restaurante por aquí?" Alzó la mirada hacia aquella guía y rezó por que la respuesta fuera positiva.

"Qué preguntas más idiotas." Krist le miró riendo. "Claro que habrá alguno. Es obvio." Le miró, pero Alex apenas le hacía gracia.

"A mí me gustaría volver al hotel." Me apoyé en uno de los bancos de aquel amplio parque en el que veíamos el monumento. Y suspiré sujetando la parte trasera de mi espalda con cierto cansancio.

"Podemos comer en el hotel." Dave sugirió, y contemplamos a Jennifer, la fotógrafa oficial de In Utero, realizando fotos al todo el monumento.

"Os guiaré hacia el hotel." La guía nos miró, y esperó a que los coches vinieran a recogernos sin nada más que decir.

Agradecía aquella idea. Pues estar de casi tres meses de embarazo no era algo muy bueno. Las náuseas se habían intensificado hasta el punto de vomitar cada hora sin poder comer nada más que un pequeño trozo de pan, y agua. Las piernas me pesaban cada rato y se me hinchaban como si el final del mundo se avecinará ante mis ojos. Y acompañar a Dave durante toda la gira europea no había sido algo fácil desde que me había quedado embarazada. Mi barriga había crecido bastante durante estos dos meses y medio, aunque aún no era gran cosa, cuando me vestía con camisetas se podía contemplar un pequeño bulto un tanto hinchado dibujado en mi diminuto estómago, pero aún era algo que podía pasar desapercibido. Por no hablar de las veces que dormía sin poder contemplar la luz que venía desde fuera, o la tele a altas horas de la noche, Aunque acompañar a la banda durante la gira europea de In Utero había sido algo magnífico, después de no poder hacerlo durante la gira europea de Nevermind, ya que terminaba de estudiar mi carrera. Había contemplado una gran cantidad de lugares que nunca antes había visto, y que soñaba con ver desde que era una niña pequeña. Sólo hacia tres días que los chicos habían actuado en Portugal, y fue una de las ciudades más hermosas que había contemplado, la tranquilidad y la armonía que se podía sentir allí era algo que apenas había en las grandes ciudades de Estados Unidos. Antes vino París, aunque no pude contemplar mucho más, que un estudio, lleno de gente loca por ver a Nirvana, y los chicos llevando trajes idénticos, Krist se reía cada vez que se miraba en aquel sustensoso y elegante traje, aunque realmente aquello le pegaba, se había cortado el pelo, y había dejado atrás aquella melena alborotada que llevaba desde que Nevermind salió a escena. Kurt sólo conseguía verse raro con el, tal vez, por el mero hecho, de que cada vez estaba más delgado y más pálido que nunca, y que su adicción a la heroína había vuelto de nuevo, las mangas de aquella chaqueta vaporosa le quedaban tan grandes que podían parecer un vestido. Siempre llevaba camisetas de manga larga, para que la prensa dejara de especular de que había vuelto a la heroína. Aunque todos sabíamos que lo había hecho, las constantes peleas con Courtney a altas horas de la noche no paraban de ocurrir. Y la banda no era lo mismo que antes, sólo hace un mes que Dave había decidido dejar de hablar a Kurt durante una semana, tras su constante exigencia de cambio de batería, o de como debía tocar, cosa que a Dave no paraba de agobiarle. Sin embargo la banda seguía subsistiendo como podía, el manager de la banda, le había advertido a Kurt que no podrían cancelar ni un concierto más ya que podrían llegar a demandarlos. Aunque a mí me angustiaba cada vez más ver como Kurt se debilitaba, y se pasaba las noches vomitando hasta quedar totalmente dormido sin tener noción del tiempo. Según su médico, y otros de los cien mil médicos por los que había pasado por rehabilitación contra las drogas, sería bueno que Kurt saliera fuera para refrescar su mente, y que dejara de pensar en la heroína, tanto como lo había hecho estos meses. Krist también le había prometido a Courtney que le vigilaría para que todo fuera bien, aunque a veces lo perdía de vista. Krist tampoco había estado viviendo sanamente estos meses, cada vez que retiraba mi vista de él, le veía venir con una gran botella de alcohol, ya fuera whisky, o una simple cerveza con alcohol, pero casi siempre acababa borracho, algo que a Alex le preocupaba, y lo que la mayoría de las veces les hacía tener peleas hasta altas horas de la noche. No es que los chicos hubieran sido unos santos desde que el grupo se formó, Kurt solía beber mucho, Krist siempre lo hacía, incluso Alex, y Dave incluso también se había emborrachado más de una vez, pero desde que se enteró de que estaba embarazada había intentado reducir su consumo. Pero lo que más preocupaba personalmente, era la llegada de Jennifer como fotógrafa oficial de la gira de In Utero, lo que indicaba que lo sería todo el tiempo que la gira durase. Había intentado asimilar la idea de que sólo era una vieja amiga de Dave, pero a veces me recordaba a aquella vieja ex que nunca había olvidado a su ex-novio y que volvía a la carga. Jennifer se acercaba demasiado a Dave, y cuando era demasiado, no mentía. Solía tomarlo de la mano, incluso la coleta que Dave llevo en uno de los conciertos en París, se la había hecho Jennifer, se reían mientras se hacían cosquillas uno al otro, y las salidas entre ambos eran constantes. Pat y Dave se habían convertido en grandes amigos, desde la llegada de este a la banda, y a eso había que sumarle la llegada de Jennifer, que era gran amiga de Pat a la vez. Por lo tanto cuando Dave salía con Pat, ella siempre estaba presente.