IF EVERYTHING COULD EVER FEEL THIS REAL FOREVER ━━ dave grohl [EN EDICIÓN]

Capítulo 37.

  Diciembre de 1991

Veintitrés de diciembre, tan solo un día para que fuera Navidad, y el mismo día en el que la prueba final que tanto tiempo le habíamos dedicado Alex y yo llegara. En el salón sobre el que nos solíamos quedar toda la noche estaba lleno de latas de Coca-Cola por parte de Alex, quien aún así se quedó dormida en cuestión de horas, sus ojos los cuales estaban pintados de una sombra marrón oscuro, estaban pesados y desgastados. Se quedo dormida con el último tomo de el funcionamiento y sistemas de Empresa, justo como ayer. Mientras lucia su pijama blanco y negro, y respiraba profundamente mientras sucumbía en aquel doloroso sueño. Decía doloroso, por que tanto ella como yo sabíamos que si nos quedábamos durmiendo mas de lo normal nos iba a costar mas de la cuenta levantarnos. ¿Pero qué se podía hacer?.. dos horas de sueño eran muy poco para nuestro cuerpo. Al otro lado del sofá me encontraba yo, con los ojos medio cerrados, aunque ni si quiera sabía que estado tenía en aquel decisivo momento, podría decirse que estaba despertando o al menos lo intentaba. Esa era una de las pruebas por las que a veces Alex y yo eramos muy diferentes. Ella prefería el amargo sabor de la Coca-Cola y aquel gas que penetraba por toda la garganta produciendo la gran sensación de cosquillas. Luego estaba yo quien prefería el café, tenía un sabor un tanto dulce y amargo a la vez, y me daba la energía que necesitaba para estudiar sin tener que sentir aquel amargo escozor y cosquilleo por toda mi garganta. Cuando mis ojos podían contemplar el lugar me daba cuenta de que Alex había consumido por lo menos seis latas de Coca-Cola y Coca-Cola Light, decía que tenía miedo a engordar demasiado, pero en verdad a veces envidiaba sus curvas, yo sin embargo era un tanto flacucha, siempre lo había sido y no tenía remedio, y ahora con mi anemia aún más. Me levanté medio zombie, por no decir que completamente, mientras escuchaba el ruido de la tele que seguramente habíamos dejado encendida, sin apenas darnos cuenta de que íbamos a dormir. Entreabría y cerraba los ojos pero con el sueño, el cual parecía que no se iba, era doloroso dormir de esta forma durante tres días. Al mirar el despertador vi como el reloj exactamente marcaba las seis y media, estaba relajada todo eso hasta que me dí cuenta de que la convocatoria era a las siete de la mañana. Mis ojos se abrieron como platos mientras intentaba no colapsar cosa que en aquel momento me parecía un tanto difícil. Grité por todo el pasillo mientras Alex abría los ojos con un signo claro de dolor de cabeza.

"¡¿Que narices te pasa Ann?!" Se asustó mientras me miraba con las arrugas que su frente formaban por el dolor que aquellas dos horas de sueño le habían producido.

"Sabes que hora es, ¿no?" Le miré con un ataque de pánico mientras me mordía las uñas que estaban pintadas con un esmalte de uñas negro, era una mala costumbre y yo lo sabía.

"Realmente no lo sé." Negó con la cabeza mientras llevaba una de sus manos hacia su frente. "Joder, te juro que me duele todo, y hoy hay tanto que hacer." Se quejó y suspiró varias veces.

"Son las seis y media Alex." Le miré con un cierto agobio que salía de mi pecho. "Y a las siete es la convocatoria de exámenes." Levanté las cejas mientras subía las escaleras buscando algo de ropa con la intención de poder arreglarme lo más pronto posible.

"¡Mierda!" Me miró con cara de apuros. "Krist no roncó esta noche, así que gracias a eso nos quedamos dormidas. No sé que es peor, que ronque o que no lo haga." Me siguió pero no tan rápido como yo lo hacía.

"Maldita sea Alex." Maldecía mi vida en aquel angustioso momento. "Mañana es Navidad, y ni si quiera se que hacer." Le susurré en un tono bajo mientras veíamos como alguien salía del baño, sin adivinar su identidad.

"Ya." Me miró dándome la razón por varios minutos. "No se como voy a sacar tiempo para comprarle un regalo de Navidad a Krist, ni si quiera tengo nada que ponerme para mañana." Moví totalmente la cabeza hacia su lado mientras recordaba algo de lo que no me había acordado en varias semanas.