Inocente Rendicion

memorias 3

《¿Que e hecho?Gran error》

Senti su cuerpo tensarse eh hize una pausa y susurre su nombre con voz ronca-Sakura?- interrogante. Como no hubo respuesta,no pude evitarlo y  di un segundo empujón, penetrándola del todo.

Sakura se quedó rígida y apretó los puños,sabia que le dolua pero ya estaba hecho.

Vi como se mordió el labio inferior ,eso mee exito mas,asi que empeze con movímentos lentos y rítmicos, poseyéndola con una exquisita precisión.

Aunque tenía los ojos cerrados,y sabiendo que me ignoraba no podia dejar de  observarla,deseaba una reacción de su parte. Pero su rostro permanecia impávido como una mascara y su cuerpo rigido.

Luchaba contra el deseo,lo senti,sin embargo yo senti el climax venir,jade e incremente el ritmo; tras dejar escapar un grito agónico, apoye mi rostro sudoroso en su  pecho.

Espere un momento no podia moverme, entonces sakura intentó apartarse.

-La estatua vuelve a la vida, ahora que todo ha terminado -murmure, tensando los brazos.

-Pesas mucho -se quejó con voz seca.

-Disculpa -trate de sonar irónico-. Considéralo una inconveniencia más de tantas, Sakura mu -me quite de encima y me recoste  boca arriba a un lado.

-¿Puedo utilizar el cuarto de baño? Me gustaría ducharme -dijo poco después.

-Más tarde. Antes hablaremos un poco.

Sabia que la habia dañado.

-Creo que no queda nada que decir.

-Te equivocas -capture su barbilla y la obligue a mirarme-. Háblame de tu amante inglés.

-Es cálido, amable y decente. Justo lo contrario que tú. ¿Qué más quieres saber?

Aunque sus palabras fueron como una apuñalada,no se lo di a notar. Asi que prosegui.

-¿Tienes orgasmos cuando te acuestas con él?

Ella se puso roja como la grana.

-Sí -apartó mi mano-. Claro que sí.

-Y, antes de él, ¿cuántos hombres hubo?

-Docenas -me contestó, desafiante.

-Si hay algo que aprenderás mientras estés conmigo, Sakura mu, será a decirme la verdad - suspire-. Hasta hace unos minutos eras virgen, no lo niegues. ¿Creías que no lo notaría?

-Yo... no lo sabía -tartamudeó.

-Sin embargo, no me lo dijiste. ¿Por qué ?

-Porque ya habías decidido cómo era, gracias a esa asquerosa carta. No me habrías creído, dijera lo que dijera -hizo una pausa-. Si lo hubieras sabido, ¿habría cambiado eso tus planes?

Tenia razón.

-No. Pero me habría asegurado de que tu cuerpo estuviera más receptivo -torci la boca-. Te he hecho daño, Sakura mu. Cuando comprendí la verdad ya era tarde, y lo lamento. Mi única excusa es que te deseaba demasiado.

-Por favor, no dejes que eso te pese en la conciencia -ironizó ella-. Seguro que no será la peor afrenta por la que me harás pasar.

-No tiene por qué ser así -le dije lentamente.

-¿Eso significa que me dejarás marchar?

Vi un hermoso brillo en sus ojos,que desee que fuera por mi.

-No, en absoluto. Ni lo pienses.

-¿Por qué? -tragó saliva-. Ya tienes lo que querías. Que siga aquí no tiene ningún sentido.