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***Narra Kylie***

- Michael estamos hablando seriamente.

- lo se Pony.

- puedes por un momento dejar de llamarme Pony, Michael.

- podría pero no quiero- él sonrió y yo rodé los ojos.

- Michael enserio deseo que partícipes en el desfile. Tienes todo lo que busco en un modelo, vamos que inspire la colección en ti.

- Kylie que soy músico no modelo- dijo como si eso fuera la afirmación más normal del mundo.

- no que ustedes los famosos podían ser todo lo que quisieran?- pregunté de brazos cruzados.

- sí podemos.

- entonces? Michael enserio necesito esto de ti. Por favor- su rostro aún seguía impasible por lo que recurrí a mi último haz bajo la manga- bien si tu no deseas ser mi modelo, yo buscare otro cuerpo de hombre al cual tocar para ver que camisa le queda mejor.

Y ese era el resultado que buscaba. Su rostro se torno rojo y era subnormal ver su cabello y rostro del mismo color. Sus nudillos se pusieron blanco al cerrarlos con tanta fuerza y su boca no se contuvo.

- bien seré tu modelo, pero no tocaras el abdomen de otro que no sea yo- sonreí feliz y salte encima de él.

- gracias mi amor- él rodó los ojos y me beso.

***Narra Miles***

Mierda, mierda en que me había metido. Cuando Brook pregunto si quería acostarme con él, mi tonto fuero interno respondió antes que mi razón. Joder que era virgen y me dejaría desvirgar sólo por una noche?

Su mano estaba cerrada entorno a mi muñeca, los escasos metros que nos separaban de su casa y la de Kylie se me hacían eternos. Esas indescriptibles ganas de salir huyendo se estaban apoderando de mi. Pero en el momento en que él abrió y traspaso la puerta de su casa conmigo aún atado a su agarre, cualquier deseo de escape se hizo cenizas.


Me arrastró por las escaleras y yo me sentía pequeño y débil. Es que iba a tener sexo con Brook. Brook él hermoso pelirrojo que todos desean tener entre sus piernas. Esto no sucede en la vida real y menos aún cuando tu ya te le habías declarado y él solo había respondido "no es amor, lo superarás" si como lo oyen.

- bien te recomendaré algo para que puedas disfrutar más tu estancia aquí- dijo antes de lanzarme a la cama y comenzar a desnudarse- no pienses tanto, que eso solo te traerá dudas, bien?- asentí porque en este momento no sabia si era capaz de articular palabra- te hare una pregunta y deseo que la respondas con sinceridad.

- sí- susurre. Bien eso era un buen progreso ya podía articular monosílabos.

- eres virgen?- pero que cojones?... si lo soy, carajo que lo soy y dejaré que me desvirges peluca con piernas.

- no- estúpida respuesta. Desde cuando acá se me da tan bien mentir?

- cuántas veces lo has hecho?- pregunto ya encargándose de mi pantalón. Joder que era pelirrojo completamente, que hermosa vista me cargo desde está posición- Miles que cuántas veces lo has hecho?- volvió a preguntar luego de tronar sus dedos frente a mi.

- seis o siete veces- y es que me quemare en el infierno. Bueno eso tampoco se puede negar que pasará.

- bien, tendré que prepararte. Con la persona que has estado lo tenia más grande o más pequeño que yo?- y era enserio que teníamos esta conversación? Dirigí mi mirada hacia allá y con quién sea que supuestamente me había "acostado" podía jurar que no tenia ese maldito encargo divino entre las piernas.

- más pequeño- susurre como un capullo.

- bien- y quede desnudo, muy desnudo, extremadamente desnudo. Okey quede en cuera.

Sus manos se deslizaron desde el lado derecho de mi rostro por mi pecho y yo tuve que contener un escalofrío. Iba a llorar, si iba a jodidamente llorar por que iba a tener sexo. Esto no puede ser más difi... mierda.

Mis ojos se clavaron en lo que hacía su boca con mi pene antes de girarlos y parecer la niña del exorcismo. Sus dedos algo húmedos pasaron por las mejillas de mis nalgas, sin yo saber que hacía hasta que hubo deslizado uno en mi interior.

Me tense inmediatamente y aguante un jadeo de sorpresa. Su dedo formó un vaivén lento. Mi respiración se corto en el momento que adentro un dedo más y quería seguir con el tercero pero mi ano no se lo permitió.

- estas muy apretado- dijo a lo que a mi parecer fue un susurro por el pitido incesante que sentía en mis oídos. Entró el número tres y yo grité, si grité, quién en su sano juicio grita cuando lo masturbán analmente? Solo yo- creó que ya.

Los saco y los anillos de mi ano hacían esfuerzo para contraerse y cerrarse. Lo observe ponerse un condón y yo solo pude cerrar los ojos y esperar.

Beso mi tórax y su respiración se quedo en mi cuello mientras me penetraba. Me sentí un muñeco de tela mientras, él salía y entraba de mi. No me imagine que dolería tanto. No debí mentirle, debí decirle que era más virgen que la madre Teresa, pero en vez de eso mentí y aquí obtenía mi pago.

- era virgen- susurre sin fuerzas y ya con las lágrimas saliendo por mis ojos. Pensé que él no me había escuchado pero en el momento en que salio de mi y se alejo como si tuviera la peste me quedo claro que definitivamente la había oído.

- ¿Qué?- pregunto con el rostro más palido de lo normal.

- era virgen- volví a decir tratando de sentarme.

- porqué no me lo dijiste? Por que yo no me di cuenta?- se pregunto esta vez para él.

- me gustas- dije y él se quedo callado y eso me bastó como respuesta. Aunque no lo crean aún tenía orgullo.

Me levante y recogí mis boxers me los puse al igual que los pantalones y el polo. Me puse los tenis sin tratar de buscar las medias. Cuando iba a pasar por la puerta su voz me detuvo.

- lo siento- y eso me mato.

- no me digas lo siento, déjame ilusionarme- baje por las escaleras con las piernas temblando como gelatinas. Mi casa quedaba a kilómetro y medio de aquí y la casa se Kyle en la esquina por lo que elegí la opción más rápida.

Toque el timbré y espere a que alguien abriera, y lo hizo la persona que menos necesitaba ver.

- Miles pasa- entre rozando sin querer a Michael- hueles, hueles a Brook- dijo luego de olfatear. Maldito olfato de lobo- y a sexo.

- no deseo hablar de eso- me dispuse a subir las escaleras pero me detuve en el segundo escalón avergonzado por lo último que dijo.

- Miles es sangre lo que tienes en el pantalón- afirmó. Mi rostro se mostró aún más colorado, subí las escaleras de manera acelerada aunque el dolor me estaba matando. Entre a la habitación de Kyle chocando con el susodicho.

- Miles?

Por Su SelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora