Cena con papá y Harry Potter.

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Giuliana se encamino al comedor, donde cenarian ella, su padre y Kyouya, temiendo lo peor. Pobre Kyouya, se lo imaginaba en ese momento recibiendo una innecesaria charla de padre cuida. Que verguenza! Kyouya ni siquiera pensaba en ella de esa forma, solo eran amigos. Lo de la piscina habia sido un juego, uno ya muy habitual entre ella y el morocho. Él la provocaria y probaria hasta que punto ella soportaba su "seduccion", sabiendo que a ella la incomodaba enormemente tanta cercania. Realmente era el Rey de las Sombras, divirtiéndose a costa de hacerla sufrir. Mmm, ahora que lo pensaba sí se merecía esa charla! Que sufra de vez en cuando!

Sonriendo malisiosamente para sí, se sentó en su lugar habitual, a derecha de su padre que ocupaba la punta, y esperó a que su compañía llegara. Y llegó al fin, pero para decepción de ella, su padre no tenía una expresión severa y Kyouya no portaba su típica máscara de impertubabilidad. Sino al contrario, ambos venían conversando amenamente y riendo entre sí. 

-De qué se rién tanto?- cuestionó extrañada.

-Cosas que no son de tu incunvencia mi querida Chuli...-contestó Akihito moviendo la mano en un gesto de restarle importancia al asunto.

-Si me lo decís así, me hace pensar que hablaban de mí...-observó enarcando una ceja.

-Ah, si? Que extraña deducción...-comentó su padre sin siquiera mirarla, disponiendose para cenar. Giuliana entrecerró los ojos, algo estaba sucediendo acá. Miró a Kyouya en busca de una explicación pero solo recibió una sonrisa burlona.

Tragó nerviosa, ahora si que estaba al horno, nada bueno podía salir de una alianza entre su padre y el Rey de las Sombras, y presentía que esa cena no hiba a ser de su agrado.

Como predijo, la cena no fue de su agrado. Comenzaron hablando abiertamente de los acontecimientos en el club, sabiendo que Akihito no tenía ningún problema con ese asunto, pero pronto se tornó a una muy vergonzosa charla, en donde de la nada surgió un enorme tomo de fotografías de cuando ella era pequeña. Si bien, no había ninguna fotografía que la avergonzara a sobremanera, no era un lindo tópico en opinión de Giuliana, mas bien irritante, sobretodo por la forma en que Akihito las enseñaba y contaba anécdotas de su infancia de forma muy empalagosa. 

Al menos Kyouya tenía que aguantarse eso, con su máscara de amabilidad y fingido interés para caerle bien a Akihito, pero internamente completamente aburrido. Tal vez esto serviría para que no vuelva a su casa...El problema era, que Kyouya parecía realmente entretenido, y.. enternecido mirando a una Giuliana de cuatro años vestida de mariposa? Maldición, hoy nada salía como ella quería, pensó alzando la vista al cielo y cruzando los brazos sobre la mesa rogando internamente que esto llegara a su fin. 

Por suerte, el postre llegó a la mesa, y ella pudo concentrarse en su exquisito helado de menta, adoptando una expresión bastante similar a la de Hony cuando come algo dulce, ignorando por completo a su padre y Kyoya hablando de cuando ella aprendió a caminar.

Kyouya, como siempre atento a todo, no dejó de observar como a su amiga se le iluminaron los ojos ante la presencia del postre. Interesante -pensó- un dato más para añadir a mi cuadernillo.

-Me vas a decir de que hablaron con mi papá?- preguntó Giuliana mas tarde, cuando acompañaba a Kyoya a la puerta.

-No.-contestó con una sonrisa divertida.

-Ohh, por qué no?- le dijo haciendole pucherito.

-Por que no es de tu incunvencia...-le contestó.- y sacá esa cara, te vas a arrugar prematuramente.

-De acuerdo... Voy a sacar mi cuaderno y anotar "A Kyouya no lo afecta mi cara de cachorrito" mientras finjo indiferencia.- dijo burlonamente.

-Yo no sueno así...- comentó Kyoya.

La curiosidad que mató a Kyouya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora