-En pocos minutos comenzaremos el descenso a destino. Favor de abrocharse los cinturones de seguridad. Muchas gracias.- se escuchó en el altoparlante.
Giuliana, suspirando alegremente procedió a hacer lo indicado y se puso a ver por la ventana. Abajo se veían extensos campos verdes y alguna que otra zona urbana. No veía la hora de aterrizar en el aeropuerto e ir a la casa de sus abuelos. Hacía meses que no veía a su familia y estaba ansiosa por reencontrarse con ellos.
Ya habiendo descendido del avión, buscó sus maletas y se encaminó al área de salida de los pasajeros. Era una terminal chica y la más cercana a donde vivían sus abuelos, por lo que había tenido que hacer un trasbordo al llegar a Ezeiza. Era eso o viajar en colectivo seis horas más. Había poca gente esperando, ya que era un día de semana y un aeropuerto poco popular por lo que enseguida divisó a su primo Sebastián quien se había ofrecido a buscarla.
Sonriendo feliz se acercó a él y le dio un fuerte abrazo.
-Que tal el vuelo?-éste le preguntó tras agarrar su valija y salir del aeropuerto rumbo al estacionamiento donde los esperaba su Jeep.
-Cansador como siempre, más de treinta horas de viaje fueron...-dijo estirándose para descontracturarse un poco.
-Imagino que te vas a quedar un mes mínimo con tantas horas de viaje...
-Ya quisiera...Pero la semana que viene ya pego la vuelta, tengo que ir a la escuela viste...-explicó subiendo al auto y colocándose el cinturón de seguridad.
-El tío Akihito viene mañana?- preguntó Sebastián saliendo del estacionamiento del aeropuerto y entrando a la autopista.
-Sí, viene directo a la ceremonia.
-Él sí está loco, treinta horas de viaje para estar diez horas acá y volverse a ir...
-Eso pasa cuando tenés una multinacional a tu cargo...-comentó Giuliana.
-No se puede tomar vacaciones?- cuestinó extrañado.
-Si, por eso trabaja tanto ahora, en Julio siempre se toma un mes de vacaciones...No puedo creer que nuestra prima se case!- exclamó tras unos segundos de silencio.
-Ya era hora...Diez años de novia con Neri, tenía que pasar tarde o temprano...-comentó Sebastián divertido.
-Se pusieron de novios a los quince, que querías que se casen a los veinte?- inquirió divertida.
-Ni loco!- exclamó su primo acalorado.- Eso significaría que yo también tendría que casarme..
-pfff, y para cuando una novia? No tenés una todavía?
-Yo no tengo novia, tengo chicasss...-explicó galante, haciendo que Giuliana pusiera los ojos en blanco.
En pocos minutos se desviaron de la autopista e ingresaron por un camino de tierra que conducía a la casa de sus abuelos.