"One-shots de South Park"

13# "Stan es un romántico" [Stan/Craig]

Stan Marsh estaba cansado de él, lo tenía harto. Había aguantado de todo, las burlas, los insultos, los empujones... ¿qué tenía Craig con él? ¡Lo sacaba de quicio! Primero vino un día a clases de la mano de Kenny, hasta ahí todo bien. Aunque a Stan no le gustara esa relación y que Craig tuviera que juntarse con su grupo, tuvo que callarse, solo por su amigo rubio.

–Es un hijo de puta... –murmuró, viéndole de reojo desde su cama. Habían quedado en la casa de los Marsh para hacer un trabajo juntos, se arrepintió desde el inicio pero no tenía de otra, los habían puesto como compañeros.

Lo segundo que hizo que lo odiara fue que Craig y Kyle se llevaban muy bien. Demasiado, para ser sinceros. Poco a poco Tucker le quitaba las personas que más le importaban. Sintió su cara roja de la ira cuando Kyle rechazó una invitación al cine por parte de Stan solo porque Craig le invitó antes. ¡Lo había hecho adrede! ¡Stan tenía esa cita planeada desde días y él lo arruinó todo!

Lo tercero, y quizás la razón más válida, sucedió un día hábil, el peor día de la historia para Kenny: San Valentín. Sí, Craig había roto con él minutos antes de empezar el día de los enamorados.

"Que gran idiota, ¡ojalá se pudra en el infierno!" pensó el hijo de Randy, sentándose al lado de su enemigo, solo porque él le pidió ayuda en alguna cosa de su libro de estudio.

Un escalofrío recorrió su espalda, todavía recordaba las lágrimas de McCormick sobre su habitual abrigo marrón, lo suave que lo abrazó para no lastimarlo. En ese momento notó lo frágil que era Kenny en las relaciones, porque con Craig habían tenido algo serio, era más que sexo. Stanley no comprendía porqué terminaron, se veían tan felices juntos. Algo andaba mal.

–¿Me estás prestando atención, Marsh? –preguntó el exnovio de su amigo, mirándolo con su característico semblante sereno, tal parece que le preguntó algo y Stan no había escuchado.

–Eh, la verdad no –bien, directo y sincero, el tipo preferido de Craig, pero en ese momento no le importó aquello–. Estoy cansado, ¿no podemos dejarlo para otro día?

Sí, realmente le estaba diciendo en otras palabras que Craig saliera de su casa y se fuera a la mierda, con cariño, claro.

–Siempre postergas todo –bufó, rodando sus azules ojos–. Será por eso que nunca te declaraste a Kyle.

Oh no lo había dicho.

–¿Perdona? –la voz de Stan se elevó, sintiéndose expuesto, ¿era tan obvio que quería algo con su mejor amigo?– Entre él y yo no hay nada, moai calienta pollas –lo miró frunciendo el ceño, no tenía derecho a meterse en sus líos amorosos con Kyle.

–Wow, ¿qué? –Craig no pudo evitar soltar una pequeña risa, vaya, Stanley sí que era rencoroso– ¿lo dices por Kenny? Pero si fue él quien me ofreció el-

–¡No! ¡No quiero saberlo! Eres un estúpido insensible, eso pasa. Me importa poco si lo hicieron o no, me dolió mucho ver a Kenny así, ¿sabes?, estaba destrozado.

El de chullo azul guardó silencio por un momento, sin decir palabra cerró su libro y tomó su mochila, hizo un ademán de irse por la puerta pero lo tomaron por el brazo deteniéndolo.

Stan quería hacer algo, tenía al que le rompió el corazón a Kenny enfrente suyo, así que haría diente por diente. Le dio la vuelta para mirarlo a la cara y lo apegó a la pared, sosteniendo la muñeca de Tucker con fuerza, que él no hiciera nada por liberarse lo enfurecía más.