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Sarah te hablan! - grita mi madre.

-Voy - digo en apenas un susurro.

Son las 10 de la mañana ¿a quien se le ocurre venir a esta hora de la mañana? Maldito sol que entra por la ventana. Maldito día de hoy. Hijo de Babidi aquel que se le halla ocurrido hablarme a estas horas.

Llegó a la puerta y al abrirla veo a un muy despierto Cesar. Al instante cierro la puerta antes de que pueda hablarme y este vuelve a tocar el timbre. Maldito insecto lo hace para que mi mamá me grite.

-¡Sarah abre la puerta! - grita desde la cocina.

-¿Qué? - digo al abrir la puerta.

-Vaya alguien se levantó de muy buen humor - me sonríe.

-¿Qué? - repito ahora con más mal humor.

-Nada vine a visitar a la perezosa mayor

-No juegues, solo vienes a molestar.

-Tienes mucha razón.

Cerré la puerta una vez más esperando que ahora si se valla pero no Cesar vuelve a timbrar y  otra vez mi mamá me grita.

-Dejame dormir maldito insecto

-Nop - me sonríe - mejor arreglaré y vamos a comer a las hamburguesas de doña Tani

-No quiero comer, quiero dormir.

-Te gustará

-Ya he probado las hamburguesas de doña Tani y si saben ricas y todo eso pero no quiero comer además es muy temprano para comer hamburguesas...

-Ya me cansé de llevarte ahí por las buenas - dicho eso me cargo y vi todo de cabeza y choque contra su trasero - Señora ahorita le traigo a su hija.

Lo único que escuche fue a mi mamá gritando un si, por más que intente safarme de su agarre no pude, era demasiado débil para hacer eso además caería la posibilidad de que me pegara en la cabezota. Hubo un momento en donde empezó a correr y a cada rato me pegaba, no era para nada bonito.
Cuando por fin llegamos al lugar saludo a doña Tani y pidió dos hamburguesas.

-Dos hamburguesas chicas - confirmo el pedido

-Hola Sarah, ¿Debo preguntar por qué te trae así? - así es todavía no me bajaba.

-Es mejor que no - contestó Cesar.

Sólo la saludé con la mano y deje que Cesar escogiera la mesa, me bajo justo cuando llegó allí.

-¿Qué hacemos aquí tan temprano? - pregunte - además estoy en pijama y tengo sueño.

-Tu sólo observa el panorama

-Observa el panorama - imite su voz, muy mal pero no me importó.

-Te lo haré fácil - agarro mi cara y la movió en dirección a el otro lado del local, donde estaba el - de nada.

No conteste, ni siquiera lo mire, me quedé viendo al que verdaderamente es importante. Leía un libro café mientras comía una hamburguesa triple con extra queso.

-¿Por que no me dijiste que el estaba aquí? - le susurré en el oído a Cesar - mira como vengo - me señale de arriba abajo, traía mi pijama de Goku (no estaba mal, ya que me gusta pero si hubiera sabido que el estaba aquí me hubiera puesto hasta los zapatos que vienen con esto)

-No te ves mal Saiyajin - me despeina más de lo que vengo lo único que hago es bufar.

Traen nuestras hamburguesas y César al instante empieza a comer

-¿No me pudiste haber dicho vamos con Doña Tina tu no-novio está ahí? - pregunté e interrumpí la comida.

-Era una sorpresa - dice con la boca llena a lo que le hago una mueca - además andabas de gruñona y fue divertido

-No fue divertido.

-Agradecemelo y ya

Pienso un momento, si me hizo el día y admito que fue divertido además no camine, estoy comiendo gratis y estoy viendo al chico de los libros, pero no le daré las gracias por mi orgullo... ok tampoco hay que ser una malagradecida

-Gracias - lo digo tan bajito como mi orgullo de mujer me lo permite.

Sonríe, mala señal me escuchó

-¿Dijiste algo? No te escuche - pone una mano en su oreja y se acerca más a mi

-Gracias - lo digo igual de bajito

-¿Que?

-¡Gracias! - grito, sonríe, todo el mundo me escuchó y me voltean a ver incluso el.

Se me queda viendo y sonríe, después vuelve a su libro. Les digo que este día es el mejor de todos y aún no empieza. Tengo la sonrisa más grande que el mundo y nadie me la quitara.

El chico de los librosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora