Capítulo 3 ✨

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Catherin.

Desperté al escuchar el sonido de mi celular. Lo tome del buró que se encontraba a un lado de la cama, un mensaje de mi madre aparecía en la pantalla preguntándome si había llegado bien, le respondí al instante que sí, no quería preocuparla, además estaba casi segura que podría resolver la situación ahora que era un nuevo día.

Deje en el mismo lugar mi celular y me sente sobre la cama. Eche un vistazo a mi alrededor y todo seguía igual que ayer cuando Austin me había traído a esta habitación para pasar la noche. Tenía que admitir que el hotel del tal Austin era realmente lujoso.

Decidí asearme para después salir de aquella habitación y ver que podía hacer para mejorar mi situación.

Cuando termino de vestirme, unos toques se hacen presentes en mi puerta, confundida camino hacía allá.

— ¿Sí?— cuestiono antes de abrir.

— Servicio a la habitación— contestan desde el otro lado de la puerta.

Dudosa abro la puerta lentamente.

— No pedí servicio a la habitación— digo apenas veo al empleado con el pequeño carro.

— El señor Howard lo ha ordenado— responde— Si me permite— toma el carrito y me mira.

Sin saber qué otra cosa hacer, abro la puerta dejándolo pasar. Él entra junto con el carrito, el cual situa frente a la cama.

Destapa lo que lleva dejándome ver una gran variedad de alimentos como desayuno.

— ¿Algo en lo que pueda ayudarle?— cuestiona.

— ¿Qué significa esto?— pregunto al instante.

— Es su desayuno— indica.

Quiero preguntarle el por qué de todo esto, aunque pensándolo bien dudo que él tenga conocimiento de eso, después de todo no creo que el señor "Howard" le haya dado explicaciones.

— Gracias— es lo que único que se me ocurre decir.

— ¿Algo más que se le ofrezca?— pregunta y niego.

— Estoy bien.

— De acuerdo, cualquier cosa pueda llamarme— asiento.

Finalmente el empleado sale de mi habitación mientras que yo me limito a observar aquel desayuno.

Luego de unos minutos me decido por comer, tenía hambre y necesitaba comer algo.

Después de terminar, decido que debo arreglar la habitación. Sabía que probablemente en este hotel tan lujoso, tendrían empleados que se encargan de todo, pero yo me sentía con la responsabilidad de hacerlo.

Sin esperar mucho tiempo después de dejar en orden la habitación, decido salir de esta, no sin antes tomar la tarjeta que abre la puerta y mis pertenencias más valiosas como mi celular y mi dinero.

Tomo el mismo camino por el cual Austin me trajo a la habitación, y cuando llego a la planta baja me dirijo inmediatamente a la misma chica que se encontraba ayer en la recepción.

—Hola— saludo. Ella me mira y sonríe amable.

— Hola, ¿Necesita algo?— cuestiona Mary, o al menos eso es lo que dice el recuadro de su uniforme.

— ¿Sabe si el señor Howard se encuentra por aquí?— cuestiono.

Se sentía extraño llamarle así a un chico que probablemente era de mi edad, pero era lo correcto, aquí él era el dueño.

Intercambio Académico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora