Una carta

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Levi.

Mi Levi.

Aún en este instante en que tu hijo se remueve en mi seno, ahogándome con patadas poco delicadas, te amo con tal profundidad que a tu propio hijo, nuestro hijo, le sería difícil destruir los lazos que evidentemente nos unen.

No sé, Levi, cómo llegamos a este punto en que tu estás a kilómetros de aquí y no lo sabes, y yo como he logrado ocultarlo hasta ahora.

He hecho mi trabajo científico como siempre en apariencia, he remontado el vuelo con mi equipo de maniobras igual que cualquiera de los reclutas. Me he apretado los pechos y el estómago con una faja, deberías verlo, es divertidísimo. Sólo a veces espero no estarle haciendo ningún daño al bebé con apretarlo de ese modo. Tal vez me patea en venganza por pasar todo el día inmóvil.

A veces me dan náuseas y son tan terribles que apenas si puedo beber agua simple o comer hielo y fingir que no siento nada.

Es curioso, Levi, cómo de pronto encuentras aliados raros en la necesidad.

En este punto, nadie, excepto Mikasa Ackerman, saben que espero un hijo.

¿Que cómo lo sabe? Al parecer los demás son ciegos, no así ella que lo supo con tal certeza, que sus palabras al decírmelo fueron abrumadoras.

Hace un mes apenas, me crucé con ella en el pasillo del barracón. Me miró con sus enormes ojos grises y sólo se limitó a saludarme y decir que era un honor estar ante el hijo del soldado más fuerte de la humanidad. Me tomó por sorpresa, lo acepto. Estuve a punto de desmayarme, y me apoyé en la pared. Mikasa es una persona dulce, Levi, aunque a tí te parezca una amargada sin remedio (tal como tú, pequeñín). Yo iba cubriéndome con la capa y me dijo que era un poco simplista pensar que por cubrirme con la capa, podría ocultarlo siempre, que no tenía nada de malo y que al final del día, el hecho de vivir en peligro constante no significaba que habíamos dejado de ser humanos con la necesidad de ser amados y protegidos. Eso me sobresaltó, porque nuestro hijo inmediatamente se movió en mi interior. Mikasa lo notó y sonrió extendiendo su mano, acariciándome el vientre sobre la capa. Desde entonces viene a traerme todos los días comida sin olor para evitar mis náuseas. Pan, un poco de leche fría, algún queso blanco o nueces, que sabes bien, engullo. No sé cómo rayos sabe que el bebé es tuyo, pero lo cierto es que fue un alivio compartir con alguien una noticia que en vez de horror, debería inspirar alegría.

Creo que si tú deseas tanto como yo estar con este bebé, comprenderás que quiero como responsable de él si muero o tú mueres, precisamente a Mikasa Ackerman. No le confiaría la vida de mi hijo a nadie más además de ti, como lo haría a ella.

Levi, también pienso que nuestro hijo lleva en su sangre la pasión por la matanza de titanes, tal como tú. Creo que tendrá tus ojos. Creo que incluso se parecerá a tí. No sé porqué lo sé, aunque ciertamente si se parece a tí, para mí es un alivio. Sólo un Zoe de esta familia puede adorar a los titanes y estudiarlos. Eso es un hecho.

No sé si aún estés vivo. Quiero creer que sí, aunque han pasado ya cuatro semanas sin que haya noticias de ustedes en la muralla. Dot Pixis cree que quizá te fugaste con alguna mujercilla de Shiganshina, porque de allí provienen las chicas más bonitas de la humanidad ("Y si no me crees, niña, observa a Mikasa Ackerman, única en su tipo" dijo el viejo loco ése en su embriaguez) y yo creo que simplemente estás por ahí, lavando tus manos en alguna parte después de una nueva matanza de titanes o limpiando el lugar donde se quedan una vez más (Sí, estás simplemente enfermo y obsesionado con el orden y la limpieza, pero yo te amo y así es como me gustas, demente).

¿Sabes, Levi? He hecho avances en la investigación del origen de los titanes. Y eso significa que si descubro pronto lo que necesito saber, no pelearás contra nada nunca más y esas cosas desaparecerán de la faz de la tierra por fin.

Tengo una teoría sobre tí y quiero compartírtela.

Tu ya no quieres pelear más. Tu actitud y comportamiento seco e indiferente responden a tu aburrimiento por la rutina misma a la que has permanecido sometido por años.

He notado que cuando hay cambios en ella, tus ojos brillan y tus manos se mueven más rápido con el equipo de maniobras; cuando logras salvar el día, sin embargo, y te lo hacen saber, tu rostro vuelve nuevamente a la máscara fría y poco interesada de siempre. Erwin incluso me ha dicho que quiere darte vacaciones, que te ves como alguien afectado y contraído a tal nivel emocional que teme te quiebres en algún punto. Opino lo mismo.

Quisiera poderte mandar llamar y que volvieras, hay tanto que quiero contarte y tantas cosas que necesitas saber.

No sé si realmente te importe tener un hijo, sé que a fin de cuentas, muchos soldados han dejado varios hijos en diferentes lugares de las murallas con la finalidad de que los titanes no acaben con nuestra raza. ¿Pero, sabes? Tengo una sospecha. Creo que los titanes y los humanos son justo la misma cosa y sólo es parte de una involución, y en el caso de titanes como Eren, muy probablemente sea producto de la evolución en la misma raza humana. Es un estudio complejo que quiero mostrarte en su totalidad aunque te dé asco y digas que estoy loca, que no sabes cómo puede gustarme algo así, que mejor vaya a soltarme el cabello y arrancar margaritas al campo (En este punto sonrío porque casi escucho tu voz en mi mente diciendo eso).

¿Qué es lo que haré, Levi?

Tendré un hijo en dos o tres meses más, si mis cálculos no andan errados. Soy más pesada y en uno o dos meses más ya no podré moverme. Luego está la parte fea. Sí, el odioso parto.

Creo que llego al punto que quería decirte.

Tengo miedo, porque necesitaré un doctor y una enfermera al menos, cosas que en el ejército son un lujo. Pero además... Sería el desastre si alguien se entera de mi embarazo y los jefes de Erwin especularían respecto al origen de mi hijo e incluso lo pondrían fuera de mi alcance.

El punto de mi nota, mi amado pequeñín, es saber si piensas volver porque sólo tú podrías resolverlo todo.

Si te perjudica que sepan que mi hijo es tuyo, prometo renunciar a mi cargo en el ejército y cumplir mi papel como madre y padre exclusivos de este hijo. Lo vale.

Es tu hijo también.

Quiero decirte la parte más importante de la nota, porque al parecer me volví loca escribiendo una vez más y casi temo entretenerte demasiado.

Levi, si estás vivo, regresa, tengo casi seis meses de embarazo y el bebé es, por supuesto, obra y gracia de tu magnífica actuación la última vez que nos vimos, actuación que no puedo olvidar y que por supuesto, deseo que se repita algún día.

Si es un varón, me gustaría que tú eligieras el nombre que debe llevar. Si es una chica, me gustaría llamarla Dahlia, como la única flor que me has regalado y que aún me sigo preguntando de dónde sacaste. Su nombre completo sería Dahlia Levi-Zoe y si... Decides no tener ninguna relación con ella (y conmigo) sería lindo que se llamase Dahlia Zoe.

En fin, ya sabes las nuevas. Estoy embarazada y reventaré pronto, quiero cariño y te necesito para eso.

¿Ya es la parte donde confieso que muero de ganas por ver tu pequeña e imponente figura cruzar la puerta de la muralla?

Te extraño, enano.

H.Z.

Entrega a Medianoche: A LeviHan FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora