Capítulo 1: Sombras

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Supe que algo andaba mal desde que mi despertador no sonó a las cinco de la mañana, y supe que tenía que aguantármelo porque si me preparaba ahora, llegaría tarde, otra vez.

Dándome una ducha rápida, poniéndome cualquier pantalón que encontrara a mano, un polo y una camisa, baje las escaleras.

Nataly estaba en la mesa de la cocina cuando llegue. Mis padres no estaban cerca. Por lo general nunca lo estaban, papá era el CEO de una compañía de bancos y eso siempre lo tenía viajando y mamá, pues… ella siempre lo acompañaba. Pero eso no significaba que eran inconscientes de mi vida, aunque mi hermana fuera la que me conociera mejor, mis padres no tenían problema al castigarme si pensaba que estaba dejando mis estudios o si mi hermana se quejaba.

—Dejame adivinar… ¿tarde? —dijo mi hermana volteándose con Dianna en brazos, la pequeña cuando me vio estiro sus manos hacía mí.

No pude resistirme, esa niña era mi debilidad.

—No sé qué paso, el despertador no sonó. —Dije encogiéndome de hombros y besando la cabeza de Dianna—. No estoy tarde para la escuela de todas maneras.

—Hermano es un dormilón —rio Dianna y la baje al piso.

—¿Quieres tomar el auto de Alec?

—Naa, iré en la moto… la anterior vez tu esposo casi me mata.

—Cam, tuviste tiempo de tomar tus…

Suspiré

—Estaré bien.

Natalie me sonrió tristemente y tomo otra vez a Dianna en brazos.

—Cameron… solo ten cuidado por favor.

Aunque solo decía eso sus pensamientos eran diferentes, lo que en realidad hubiera querido decir. Ten cuidado de ellos, no atraigas su atención, solo pasa desapercibido.

Asentí y salí por la puerta. Nat sonrió y me siguió con Diann en brazos.

—Vamos D, di adiós hermano.

—Aios hermano.

—Cuídate camarón.

 Sonreí y cerré la puerta tras de mí.

En el momento que estuve frente a la calle mi sonrisa cayo, pase la mano por mi pelo y suspire resignado, que más podría hacer, no habia forma de evitarlos ahora, caminando hacia el garaje saqué la moto, di una última mirada a la casa y vi a Nat mirándome por la ventana.

Si hubiera sido un chico normal esto no estaría pasando, Natalie no se estaría comiendo las uñas hasta que llegara a casa, preguntándose si otra vez me tendría que ir a recoger del hospital o si podría estar solo.

A veces, tambien me sorprendía la facilidad con la que Nat creyó en las palabras de un niño de cinco años, como si supiera que yo decía la verdad, como si lo estuviera esperando y estuviera dispuesta a ayudar. No me molestaba en absoluto, sea sincera o no, Nat me brinda la compañía suficiente para poder sobrellevar parte de esta carga, claro que sería diferente si lo supiera todo.

En realidad, si fuera un chico normal no tendría que estar guardando tantos secretos a la familia que me crío, no estaría despertándome todas las mañanas para tomar las píldoras y esperar una hora para que surtiera efecto en mi cerebro, si fuera normal no podría verlos.

Pero quien dijo que se podía tener todo en este mundo.

Estaba ya bastante agradecido con la vida por tener la oportunidad que la familia Daniels me adoptará, porque eso es lo que soy. Adoptado.

Be Forgotten (Be #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora