Be Forgotten (Be #2)

Capítulo 20: Confesiones

Me preparo para un duro impacto al igual que antes, mas no siento nada, abro los ojos extrañado y miro a Ares en duda.

El solo se encoge de hombros y sonríe, una mueca maliciosa.

—Parece que nos bloquearon, o que es raro porque solo puede hacerlo alguien que doble las dimensiones.

—¿Anna?

Niega con la cabeza, mira al techo, rie.

—¿Eso es posible? —pregunta Trent, e inmediatamente su vista vuela a la puerta, se abre de un estallido, la perilla sale volando.

Aprieto mis puños esperando la cara enojada de Anna, pensando en que diré o que me harán esta vez, pero solo veo a Reggan, frunciendo el ceño. Está enojada. Estamos en problemas.

Abro la boca para decir algo pero Trent se me adelanta, no luce preocupado en absoluto, más bien molesto. Agarra a Reggan por los hombros. La mira fijamente, esperando algo, me inquieto por su proximidad, estoy a punto de avanzar a los cinco segundos desde que llego, antes que ella se estremezca y comience a toser, agarrando su estomago, tapándose la boca, vi la sangre filtrándose sus dedos.

—Te dije que no lo volvieras a hacer.

Ella niega con la cabeza y posa su mirada en mí, luego va de regreso a Trent y él me mira.

La situación se me vuelve extraña, no es la primera vez que le pasa eso, en el rio, cuando nos transporto, intento buscar una relación entre esos casos y este para entender la reacción de Trent. Solo una cosa se me viene a la mente, y es su propia energía. Además del hecho que Trent siempre es cercano a ella, cosa que me inquieta, pero no lo diré.

—Oh bueno…—dice Ares—, iré a ver el camino, supongo que tendrán que ponerse melodramáticos y odio el melodrama, nos vemos primo.

Desaparece, lo cual agradezco, no puedo confiar en que regresará pero confió en que no se quedara de brazos cruzados en esta situación, asi que llevo toda mi atención a Reggan.

—¿Qué está pasando?

Ella me mira aún encogiéndose para agarrar su estomago y pecho, Trent suspira esperando una confirmación de Reggan, ella solo asiente, y él la deja, sin decir alguna palabra Trent cruza por la puerta y la cierra tras de sí, no la asegura puesto a que la llave voló, Reggan se aproxima a la cama y se sienta en el piso, su espada apoyada contra la manta.

Me acerco a ella y siento a su lado, observándola con más cuidado, esta pálida, marcas moradas rodean sus ojos del cansancio, por un momento deseé no haberla involucrado en esto. Haber sido más fuerte para terminar con todo antes,

—¿Por qué te pasa eso? —pregunto, Reggan levanta su mirada al techo, no dice nada, cierra los ojos, me atrevo a decir que está arreglando sus ideas, veo cardenales morados recorriendo su cuello, la piel de los brazos. Mi estomago da un giro al recordar que la deje peleando sola con esas criaturas. Finalmente Reggan habla.

—¿Cuánto tiempo crees? ¿Cuánto tiempo nos llevará encontrarla? —susurra Reggan después de un suspiro. Baja la mirada al piso.

No esperaba esa pregunta pero dejo que ella guie la conversación, lo que quiere decirme me lo dirá, asi es ella. Pero su pregunta me deja fuera de guardia, y remueve todo de mí. Recuerdo que ella está aquí por mi culpa, recuerdo decir que la mantendría segura, recuerdo muchas promesas incumplidas presionando mi pecho.

—No lo sé —murmuró sintiendo que el peso en mi pecho se incrementa, porque en verdad no se cuanto estaremos aquí, si serán días o meses o quizá nunca regresemos—. Puedo… puedo pedirles que te lleven de regreso —digo, mi estomago girándose dentro mío—. Que te mantengan segura y…