Be Forgotten (Be #2)

Capítulo 9: Trent

—Salta —me dijo Trent mientras estábamos agazapados en el borde del balcón.

—Moriré. Sabía que no debía de confiar en ti.

—Si tienes algo de Ritter en ti estarás bien.

Dudé, mirando la altura, eran unos buenos veinte metros hacia abajo.

—Si lo vas a hacer, hazlo ahora.

Lo vi saltar y luego oí mi puerta abrirse, solo visualice la mirada sorprendida de Ritter antes de caer en picada al suelo.

Varias luces me segaron conforme sentía mi estomago subir por mi garganta, cerré los ojos esperando lo mejor, sentí las ramas cortar mi carne, sentí varias romperse por mi peso y la fuerza con la que caí, hasta que mis pies tocaron el piso. Mis articulaciones fueron las que se llevaron el mayor impacto, pero Trent tuvo razón, no me lastime de gran manera.

—Cameron.

Seguí la voz de Trent, moviéndome al bosque, entrecerrando los ojos en la oscuridad, traté de ver dónde estaba. Por un segundo, parecía como si estuviera en medio de Central Park. Los árboles nos rodeaban, silbando en el viento, pero miré más de cerca y vi que eran árboles negros, que goteaban un líquido, pasé mi palma por la corteza y vi mi mano manchada de sangre.

Oí a Trent tomar aliento.

—Oh,oh.

—¿Que paso? —esto no me gustaba.

—Salimos por el lado equivocado del castillo.

A pocos metros de distancia, sentí unos gruñidos, y la peste me inundo.

—Razors.

Me daba temor preguntar pero tenía que hacerlo. Vi a Trent sacar sus armas.

—¿Que son Razors?

En ese momento los vi, pequeñas criaturas arrugadas, de piel negra y ojos rojos, sin iris o pupila, con colmillos cortando su carne, la sangre verde salía de su boca como baba y la peste que emanaban provenía de los pedazos de carne colgando de sus uñas y colmillos.

—Carne, carne.

Hablo uno grande, parecía ser el jefe, todos voltearon a vernos, sus ojos rojos centellaron y dejaron lo que estaban haciendo.

Sentí la espalda de Trent chocar contra la mía.  Y con un chillido, el infierno se desato.

Aparecí mi espada justo en el momento en que uno arremetió contra mí, balance la espada, sintiendo el arma chocar contra el mentón de la criatura. Voló hacia atrás con un chillido, e instantáneamente corte hacia abajo, la espada cortando el césped, golpeando otro cráneo negro verrugoso. Uno tercero apareció, con sus fauces abiertas a mi rostro, esquivándolas cambie mi espada de mano y corte al Razor en pedazos.

A mi costado Trent estaba moviéndose tambien, juntando sus espadas en una, creando una alabarda que atravesaba la masa de Razors como mantequilla, moviéndose con una rapidez inhumana, y cortando con una precisión total. Partes de cuerpo de los razors volaban por nuestro alrededor, la sangre espesando el camino y generando un olor desagradable.

Tres más venían hacia mí, uno de ellos, más grande que los demás, el líder, se acerco a mí. Arrastré los pies lejos, bloqueando sus ataques, batiendo mi espada. El tamaño de los razors eran realmente una desventaja para mí; por ser de corta estatura era difícil golpearlos. Una de sus garras atravesó mis defensas y rasgo mi manga, haciéndome jadear.

Con un gruñido pateé a la criatura contra un árbol, desahogando todas mis frustraciones y enojos, con una ira ciega ataqué al líder. No vi a la otra criatura. No vi a Trent. Olvidé todo lo que me habían enseñado Arlec sobre pelear con múltiples oponentes. Solo quería descargarme.