Capítulo X - Réquiem

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Decir adiós es una de las cosas que siempre detesté, prefiero un "hasta siempre", sé que algún día los volveré a ver... eso prefiero creer, quizás en otra vida, en otros tiempos, en otro lugar y con otro nombre, ellos estarán ahí para mí como siempre lo hicieron cuando solo era una niña. Las lágrimas caen tibias por mis mejillas.

El sacerdote ha empezado hace un rato la misa, pero mi mente no estaba presente solo resuena en mí una frase que escuché; "Si me falta el amor, nada soy". Me he quedado sola, mis abuelos que hasta ahora habían sido mis padres ya han partido de este mundo, es triste y quizás trágica, pero es mi realidad y el amor que tenía seguro, y que ellos me brindaban a diario, hoy ya no está, me siento ahogada y prisionera de ésta angustia que a veces siento que me mata. No entiendo como hay gente que se desvive por conseguir tantas cosas, y aparentar una realidad que no es la de ellos, gastan dinero que no tienen en comprar el último modelo de un teléfono celular, un coche del año, y se van llenando de cosas y de deudas que llegan a ser hasta mas cuantiosas que sus mismos sueldos, solo para encajar mejor socialmente, pero no se percatan que lo más importante del mundo se lo están perdiendo, y por lo que muchos como yo luchan en conseguir con anhelo; El Amor, un sentimiento, una virtud. Daría lo que fuera por poder decirle una vez más a mis abuelos cuanto los amo y que son los mejores padres que me pudieron haber tocado, que importa lo material, si tengo un hogar lleno de amor y eso es lo fundamental.

Mateo me mira y me toma de la mano con fuerza, sabe por lo que estoy pasando ahora, son estos los últimos momentos y quiero decir "Hasta siempre", fueron lo mejor en mi vida, espero volver a verlos en algún sitio, quizás en otro plano espiritual, les agradezco todo el esfuerzo y la energía que depositaron en mí, prometo ser la mujer que tanto soñaron que fuera cuando adulta, poner en práctica los valores y principios que me han entregado durante mucho tiempo y cumplir todos mis sueños antes de verlos nuevamente, los amo... Hasta siempre.

La misa ha finalizado, las dos urnas ya están en el cementerio, veo como bajan lentamente hacia el sepulcro, miles de imágenes aparecen frente a mí, se va con ellos tantas cosas, ya quiero terminar con esto, ha sido un proceso doloroso, tantos amigos y conocidos que ya empiezan a despedirse solo quedamos los dos. Los ataúdes ya han llegado abajo, me seco una lágrima, es todo, ya ha terminado...
Doy media vuelta y me voy.






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