Capitulo 3

11.7K 1.4K 441
                                    

En los últimos meses Kageyama ha aprendido más acerca del compañerismo y el trabajo en equipo que en lo largo de toda su vida y es que desde que llegó a Karasuno cada uno de sus compañeros de equipo le ha ofrecido esa reconfortante sensación de protección y soporte casi como si fueran una pequeña familia, aunque una un tanto disfuncional (refiriendose a los constantes pleitos con Tsukishima) pero por primera vez el armador de Karasuno se sentía parte de algo.

Con todo y que se había hecho un novio, uno que era idiota además de escandaloso y revoltoso pero que siempre estaba ahí para el, brindándole seguridad y cariño.

Ese enano de pelo naranja era la razón de su insomnio pero también de su sueño, lo amaba y estaba orgulloso de haber conseguido la atencion de Shouyo, aunque eso  último era algo que jamas le diría.

A su lado el pequeño rematador iba temblando de frío y es que con lo distraído que es no lleva mas que la sudadera del equipo de cuervos así que Kageyama tratando de ser buen novio se quita su chamarra negra y se la coloca al ojimarron quien por su parte pega un brinco y se aleja unos metros del de pelo negro
-¿Ka-kageyama que demonios estas haciendo?-dice con los ojos abiertos y el rostro rojo
-cubriéndote del frío imbécil- responde desviando la mirada del otro y quitandole todo el romanticismo a su acto
-y ahora ¿porque me insultas? Si el que esta haciendo cosas cursis eres tu-
-Hinata idiota ¿a quien te crees que llamas cursi?- grita queriendo soltarle un golpe al menor que astuto se lo ve venir y logra esquivarlo justo a tiempo
-no te escapes estúpido ven aquí- sigue gritando pero ahora tratando de atrapar al rematador que se ha echado a correr huyendo de su setter y la paliza que este le quiere dar.

Entre mirar hacia atrás y lograr escapar, el chico bajito tropieza y se da de bruces contra el suelo soltando un quejido por el golpe que se dio en una de sus rodillas -auch eso dolió-se queja y luego voltea a ver al armador que preocupado se acerca al chico en el suelo -todo esto es tu culpa bakeyama-
-¿Que?¿Mi culpa? Si tu fuiste el estúpido que iba corriendo- dice queriendo deberás soltarle un golpe pero absteniéndose por la mueca de dolor que Hinata tiene en su rostro.

La rodilla izquierda esta raspada y esta casi seguro que dentro de un rato le aparecerá más de un moretón en las piernas, esta a punto de tomarlo en brazos y llevarlo así hasta el autobús cuando de lejos se escucha una exclamación por parte de uno de sus sempais -pero Hinata ¿que te ha pasado?- le pregunta Sugawara llegando a donde el chico esta tirado, agachándose a observar la herida
-Daichi dame rapido el botiquín- el recién mencionado que se encuentra parado a un lado de Kageyama le pasa la cajita de primeros auxilios a su pareja quien enseguida se pone a lavar y curar la herida -ya esta, Hinata puedes pararte pero hazlo despacio- le avisa cuando ha terminado de sanarlo y colocado una curita de súper héroes en la rodilla de su kouhai

-Woah! Gracias Suga-san me siento como nuevo- dice estirando las piernas como si el peli-platino hubiera hecho un trabajo tan dificil
-muy bien, sigamos que se nos hará tarde- les recuerda el capitán poniéndose en marcha tomando la delantera junto al otro de tercero.

Hinata también comienza a caminar pero se da cuenta que el de ojos azules va caminando despacio y con la mirada gacha, imaginando lo que el armador esta pensando espera a que el pelinegro se acerque para saltarle encima y que este lo atrape apenas a tiempo
-Hinata idiota ten más cuidado te puedes volver a lastimar- lo regaña acomodando su agarre al cuerpo de la carnada de Karasuno -sabia que me atraparías, tu siempre me cuidas Tobio- este al escuchar lo que su novio dice esconde la cabeza entre el hueco del cuello y el hombro del que lleva cargando
-lo siento, fue mi culpa que te lastimarás-
-no, fue la mía- dice abrazando mas fuerte al chico alto, sintiendo la respiración de este en su piel
-te quiero- susurra
-y yo a ti-responde sacando la cabeza de su escondite para poder besar por un momento al ojimarron que cede al beso con bastante facilidad, contento de tener a alguien como Kageyama a su lado.

Un Campamento EmbrujadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora