Capitulo 5

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Sus manos estaban sudando y sus piernas temblaban, sus mejillas estaban completamente rojas y casi se podia escuchar el latido acelerado del corazón de la chica, esperando ansiosa a que el guapo y coqueto muchacho de pelo cafe aceptara la bolsa de regalo y con ello también sus sentimientos.

Oikawa tomo el obsequio que le extendia la chica, rozando su mano con la de ella a proposito -es un lindo detalle que hayas venido a despedirme-sonrio de lado consiente del efecto que ejercia sobre ella
-yo...queria que pensaras en mi cuando estubieras en el campamento- Oikawa sonrio aún más, divertido por lo ridicula que se veia "al menos es linda"pensó

-ten por seguro que lo hare- dijo queriendo jugar un poco mas con ella, ya había decidido dejarla marchar feliz a su casa, despúes de todo Haruhi había ido a tan altas horas de la noche y con semejante frío solo para despedirlo bueno... ella y otras cincuenta chicas más, que aún seguian cotilleando sobre las fotos que se habian sacado con el popular capitan de Aoba.

Un poco aburrido de escucharla tartamudear, Oikawa observo a los miebros de su equipo que lo miraban envidiosos aguardando al autobus que ya llegaba con cierto retraso al encuentro, sus ojos paseando por todos, escaneando y buscando precisamente a uno de cabello negro y peinado en puas,sin poder encontrarlo.

Extrañado, dejo de prestarle atencion a la chica que estaba frente a el, aún mas roja que antes y giro a su alrededor queriendo encontrar a Iwaizumi.

A quien de pronto vio conversando con una joven morena que traía una canasta en las manos y fruncio el ceño, Iwaizumi estaba de espaldas a el, así que no podia ver su reacción pero si la de la otra y no le gustó nada lo que descubrió, era la misma reaccion que la de las chicas que lo perseguían y la misma que la de Haruhi, asi que no fue difícil adivinar que aquella arpía trataba de confesarle sus sentimientos a su amante.

Sin importarle que la otra joven estuviera todavía ahí, diciéndole a saber que cosas inútiles se dirigio hacia donde Iwaizumi y la morena estaban, llegando a interrumpir el momento.

-Iwa-chan hace mucho frío y ya me dio sueño- se colgó de el poniendo su mejor cara de sufrimiento apartando sutilmente la atención del as de la chica y haciendo que la centrara en el -la chamarra no es suficiente Kusokawa debiste traer una cobija- contesto el pelinegro -no seas malo Iwa-chan anda y dame de tu calor si?-le susurro al oído causando que el otro le diera una colleja en la cabeza -¡Auch! ¿Por que me pegas?- se quejo haciendo pucheros -por estúpido, maldito mierdakawa- refunfuño el otro, olvidándose completamente de la morena que lo cierto es que queria interrumpir pero no se atrevía.

-¡Capitan! El autobus llego- les grito uno de los de primero -Ya vamos Kindachi, comiencen a subir ustedes- grito de vuelta recibiendo un pulgar arriba a modo de entendimiento por parte del de peinado en forma de nabo -Ne... Iwa-chan vamos deprisa que nos dejan- le dijo comenzando a jalarlo y sin permitir que se despidiera de la morena dejandola con el regalo en manos y la confesión sin decir, mirándola de reojo con rencor.

Matsukawa se acercó a Oikawa cuando este e Iwazumi llegaron al autobus -que cabron eres- le dijo al oido para que Iwaizumi no lo escuchara -Hajime es solo mío- contesto como si nada -claro... pero mientras tu si puedes andar ahi con cualquier otra tipa ¿no?-le reclamo defendiendo a su amigo -pero si yo no hice nada- respondio encogiendose de hombros y sentándose con Iwazumi en uno de los últimos lugares.

-¿Aún tienes frío?- le preguntó tomando la cobija que habia traido con el y tapandolo con ella, Oikawa sonrió emocionado, una sonrisa diferente a la que les muestra a las chicas que lo buscan, una sonrisa que solo le pertenece a Iwaizumi.Se lo quedo observando pensando en que nunca dejaría que se lo quitasen

-¿Que tanto me miras?-
-Estaba pensando en que tienes mucha suerte por tenerme- el as rodo los ojos y le pellizco la pierna -¡Ay! Que salvaje que a mi no me gusta tan rudo-se burlo de el -Cierra la boca Idiokawa-

-Iwa-chan- lo llamo -¿Ahora que?- Oikawa lo jalo por la chamarra y lo besó, un beso fuerte y posesivo, que la estrella de Aoba correspondió intensamente, mordiendole el labio inferior

-Tooru- murmuro, cuando el Setter bajo por lo largo de su cuello con los labios succionando ese pedazo de piel asegurándose de dejar una marca y pensando para si mismo que así todos sabrían que Iwaizumi no era alguien libre, un pensamiento egoista si te ponías a analizar que el nunca permitía ni una mínima marca en su cuerpo porque eso significaría pertencerle a alguien y Tooru se habia jurado que nunca sería de ese tipo de personas, que jamás dependeria de nadie.

Recordandose mentalmente de mandarle un mensaje a la chica le dio a Iwaizumi un beso final en los labios recostandose despúes en su hombro para dormir.

Pobre Tooru, no estaba consiente de que tal vez ya estaba bastante comprometido y que si seguía así podría llegar a perderlo.

Un Campamento EmbrujadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora