19. Tic tac.

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Aquella noche finalizó entre besos y caricias, no pude dormir mucho ya que me pasé la noche contemplando como dormía, era tan preciosa... su rostro relajado, su piel blanca adornada por su particular constelación de lunares y sus tatuajes, su pelo revuelto, su cuerpo abrazado al mío, en fin, era imposible apartar la mirada de ella. La mañana siguiente madrugué y preparé el desayuno para las dos, dos tostadas para cada una con mermelada de fresa, un capuchino y para ella también preparé un bol con fresas y nata a parte. Cuando yo terminé, ella continuaba durmiendo y me daba pena despertarla así que le dejé preparado el desayuno en una bandeja acompañado por una nota en la que decía lo siguiente:

 "Y aquí ando explicándole a la locura quién eres y por qué la superaste..."

Dejé la bandeja en la mesilla de noche, le di un beso en la frente y me puse el abrigo y la bufanda, me armé de paciencia y salí de casa. Nada más salir recibí un mensaje de Ana diciéndome que al final la reunión se celebraría en la productora. Llegué a la productora y allí me esperaban Ana y el productor principal. 

-Vanesa, ¡qué madrugadora!-dijo sonriente el productor.

-Cuanto antes firme, antes volveré a España.-dije seca.

-Bueno... ya me ha dicho Ana que lo sabías. Quiero decirte de antemano que lo hicimos porque creímos que era lo mejor.-dijo acercándose a mí.

-¿Era lo mejor para mí ocultarme información?-dije clavando mi mirada en sus ojos.

-Buenos días.-dijo un hombre a mis espaldas.

Me giré y me encontré a un atractivo hombre que no superaría los 35 años, pelo cobrizo, llevaba tupé y degradado, una barba perfectamente recortada adornaba su mandíbula y tenía unos bonitos ojos verdes. Llevaba un traje negro con una camisa blanca lisa y una corbata negra, lisa también, le favorecía mucho y remarcaba su figura atlética.

-Buenos días.-respondí.

-Soy Aritz Irureta, el director de Warner Music España, encantado.-dijo dándome dos besos.

-Yo soy Vanesa Martín, un placer.-dije al separarme.

Saludó a Ana y a mi productor, le ofrecieron café y él gustosamente lo aceptó. Allí nos encontrábamos los 4, esperando al representante de Bob Benozzo en el hall de las oficinas de mi productora. Yo les observaba, estaban tranquilos, como si aquella reunión fuera una reunión cualquiera, en cambio yo estaba nerviosa, sabía que tendría que estar en Italia como mínimo un mes, debería separarme de los míos pero lo que sobretodo me iba a pesar sería separarme de ella, de mi musa. Ella debe quedarse en España ya que debe continuar con su gira. Mientras yo me sumergía en mis pensamientos, alguien entró a la productora de manera ruidosa.

-Buon giornno!-dijo una voz femenina. 

Me giré hacia la puerta y era una chica bajita, pelirroja y con el pelo rizado, sus ojos eran de color verde esmeralda intenso, era muy clara de piel y una adorables pecas adornaban su cara. Lucía un jersey blanco de lana, una bufanda negra, una falda de vuelo que le tapaba medio muslo, unas medias negras y unos botines negros muy finos. Me quedé estupefacta al verla. Era increíblemente guapa. Se acercó a al productor, Ricardo y este le dio un gran abrazo, parecía que ya se conocían de antes, también saludó a Ana y a Aritz, a mí me saludó con dos besos y una sonrisa. 

-Me llamo Irene Caruso.-dijo con acento italiano.

-Bien pues ya estamos todos, vamos hacia la oficina.-dijo Ricardo.

Todos le seguimos y entramos en la oficina. A mi lado estaban Ana y Ricardo. Empezaron a hablar y a hablar, tenía sensación de mareo, de agobio, necesitaba salir corriendo de allí. Aritz sacó el contrato de Warner.

-Bien Vanesa, este contrato es de 5 años, aquí tienes las cláusulas y todo lo que hemos hablado.-dijo entregándome el contrato.

-Como representante de Bob, te informo de que deberás pasar un mes en Italia para poder realizar correctamente la producción del disco, después ya podrás volver a España.-dijo sonriente.

Asentí y me tapé la cara con las manos, suspiré y cogí el bolígrafo.

-¿Cuándo debería marchar hacia Milán?-dije mirando a Irene.

-Pues durante esta semana, cuanto antes empieces, antes volverás.-respondió.

Asentí de nuevo y me quedé mirando el contrato.

-¿Puedo salir 5 minutos? Estoy algo mareada.-dije mirando a Ricardo.

Ricardo suspiró y asintió.

-5 minutos, ni uno más.-dijo serio.

No respondí, salí de la oficina. Fui a la cafetería y me tomé un café. Miré el teléfono tenía mensajes de Malú. Decidí llamarla.

-Buenos días, bonita mía.-dijo alegre.

-Buenos días, guapa.-respondí sonriendo levemente.

-¿Qué tal la reunión?-dijo algo más triste.

-Bueno, he hecho un parón. Me he agobiado y he preferido salir y relajarme.-contesté dando un sorbo a mi café.

-¿Tan mal va?-preguntó.

-He de marcharme un mes a Italia y he de marcharme durante esta semana...-dije removiendo el café.

-Cariño, tal vez pueda escaparme algunos días.-dijo intentando animarme.

-Ojalá todo pudiera ser distinto...-dije triste.

-Bueno, cielo, estas cosas vienen como vienen... ya verás como se pasará rápido.-dijo intentando disimular su tristeza.

-No sé pero te voy a echar mucho de menos...-dije suspirando.

-Y yo a ti, no te haces a la idea de cuanto.-dijo con un hilo de voz.

-Bueno, cariño, se me acaba el tiempo, ¿estarás en casa cuando salga de aquí?-dije mientras le daba el último sorbo al café.

-Sí, hoy tengo el día libre.-dijo suspirando.-Vane, una cosa.-dijo seria.

-Dime.-respondí.

-Te quiero muchísimo.-dijo con la voz quebrada.

-Y yo a ti, Malú.-dije controlando mis ganas de llorar.

Colgó y yo me dirigí hacia la oficina. Al entrar todos me miraron, me senté, firmé rápido y me levanté, salí de la oficina pero antes de que saliera de la productora alguien me agarró del brazo. Me giré, era Ana.

-Creo que tenemos que hablar.-dijo seria.

Aquí tenéis otro capítulo más, espero que os haya gustado. Estoy aprovechando estos días que tengo más tiempo e inspiración para actualizar Trampas ya que la tenía algo abandonada. Como siempre, no olvidéis comentar y votar. Abrazos.






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