CAPITULO #6

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" VERDADES QUE MATAN "

Llegamos a mi casa y Mauricio se sentó en mi sillón. Yo lo mire un poco tensa. Tome la cámara en mis manos y la limpie con un algodón. ¿Qué hago? Si le cuento perderé la confianza de la única amiga que he tenido. Pero si no le cuento perderé la amistad de mi mejor amigo. Supongo que antes no había nadie a mi lado con quien pudiese hablar de cosas de mujeres. Pero me pongo a pensar si...realmente vale la pena perder dos amistades . Así que no le contare a Mauricio.

-Mau... Yo quiero decirte algo muy delicado

-Si claro dime....

Cuando me senté para poder platicar con el el timbre sonó de repente. Nos miramos y yo supuse que seria Vicky o Víctor. Le dedique una pequeña seña de que esperará.

Camine y me asome por la mirilla y vi a La Señora Angie. Sin duda le abrí la puerta.

-Si digame Señora Angie- Sonreí amablemente

-Nena, me han dicho tus padres que...-se detuvo y observo a mi amigo

-A señora Angie le presento a Mauricio...Maurucio la señora Angie- resultaba un poco incómodo.

-Mucho gusto señora -se saludaron de mano y yo invite a pasar a la señora Angie.

-¡Oh! No querida, no me quedare mucho tiempo. Solo me dijeron tus padres que llegarían tarde- me dijo mientras yo no prestaba atención.

-Entonces me retiro, adiós Manuela- se despidió y yo cerré la puerta.

Volvió a sonar la puerta y la abrí enseguida. Al ver quien era me quede helada.

-¿Qué haces tu aquí?-pregunte molesta

-Quiero de regreso mi cámara, Manuela- dijo sin más

-Yo no la tengo - dije y cerré mi puerta. Víctor la empujó y yo choque contra la pared y me tomo del cuello. Trate de separarlo y comencé a patear

-¿Dónde esta?- preguntó

-Ya te dije que yo....no...la...tengo decidí dejar de hablar. Me prefiero concentrar en no perder el aliento.

-¡Oh! ¿No la tienes?- dijo mientras tocaba mis mejillas y besaba mi frente.

Trate de patear pero me apretaba con mas fuerza cada vez que lo hacia. ¡¿Dónde esta Mauricio?! Mi cuerpo iba perdiendo el aire y el solo se reía hasta dejarme inconsciente en el suelo.

Me desperté bruscamente y a consecuencia de esto mi cabeza choco contra la ventanilla de un coche. Me incorpore alterada y la voz de Mauricio me tranquilizo.

-¡Ey! Tranquila -se río y el conductor lo imito

-Lo siento...tuve una pesadilla, nada importante.

-Si, bueno eso se notaba. Juraría que te escuche llorando...

Mire por la ventanilla y observe a varias personas conviviendo y riendo. Cerré los ojos y mire a Mauricio hablando con el taxista.
-Yo...me bajo aquí- abrí la puerta y me dispuse a salir.

-¡¿Pero qué rayos?!- grito el taxista.

-¡¡MANUELA!!- grito Mauricio y se bajo.

Corrí hasta la banqueta y seguí caminando. Sentí un jalón y me resbale cayendo al suelo.

-¿Estas bien?- pregunto Mauricio.

-Si, estoy bien...

Me puse de pie y me limpie el trasero a palmadas.

SOMOS AJENOS (The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora