CAPITULO # 3

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-¿Eres nueva?- preguntó para hacer platica. Pero lo ignore

-¿Cómo te llamas?- preguntó de nuevo, pero al ver mi falta de interés se callo por unos 7 minutos.

-¿Qué escuchas?- preguntó al mismo tiempo que me quito el audífono.

Me enoje y le di un manotazo un poco fuerte a tal grado que se pudo distinguir del sonido del autobús y de las risas de los pasajeros. Todos pensaron que tal vez fue una cachetada. Así que nos voltearon a ver.

-¿Podrías dejar de ser tan grosera?- pregunto con un tono mas serio

-No- me limite a decir

-Eres un caso. Oye Manu...- dijo un poco más amigable

-¿Cómo sabes mi nombre?- pregunte.

-Me lo dijo la subdirectora, también me contó otras cosas de ti. Claro no todas- dijo recargando su cabeza en el respaldo sonriendo.

-Oh

Era de esperarse algo como esto, la subdirectora es muy amiga de mis padres. Ella solo quería que la hija de sus mejores amigos hiciera amigos y quizá conociera alguien.

-Oye Manu...

-Dime

-Te acompaño a casa- dijo tomando su celular.

-¿Por qué? -pregunte un poco confundida.

-Necesito ayuda

-¿Con qué?- dije mirando su celular disimuladamente

-Con los apuntes... Ya sabes darme algunas clases y prestarme tus cuadernos- decía mientras apuntaba algo

-Esta bien- dije apagando mi reproductor de musica.

-No creí que aceptaras tan rápido
-Solo son apuntes y no los haremos en mi casa, será en la escuela- me levante y presione el botón de salida.

-Pero Manu, los necesitó ahora- me dijo al tiempo que se puso de pie

-No te preocupes la subdirectora y los maestros entenderán

Baje del autobús y siguió su camino. Siempre me bajo una estación adelante de donde es mi casa, no es porque me de vergüenza si no que la mayoría de las veces esta sola, vendría siendo como ver si no hay nada extraño o cosas como esas.

-¡Hola Manu!- me saludo la señora Angie

-Buenas tardes, señora Angie- salude cortésmente

-¿Quieres pasar a tomar algo?- dijo amablemente la señora

-Si claro, pero deje voy a mi casa y vuelvo rápido Señora Angie- Sonreí y camine a mi casa

-Claro hija tomate tu tiempo

Llegue a mi casa, era la mas enorme de toda la colonia, era un tanto aterradora por su estilo cuadrado y sin adorno alguno.

Saque mis llaves y entre a mi casa. Deje mis cosas y volví a salir. Llegue a la casa de La señora Angie y me quede con ella hasta la noche. Donde todo parece desaparecer .

SOMOS AJENOS (The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora