Serendipia Demoniaca

Retreasado.

Nunca se ha escuchado a una bruja tener a un demonio oscuro como familiar. Y menos para exterminar otros demonios oscuros. ! ¡Era totalmente imposible! Simplemente no son de confiar, son arrogantes, ruines, despreciable, mezquinos, La lista es interminable, la peor de cualquier especie.

Estoy acabada.

-Simple, hace el maldito contrato y luego podré salir de aquí -dijo como sí fuera la cosa más fácil del universo.

-Lo siento, esa no es una opción. Y por cierto, sí llegáramos a hacer el contrato... No me podrías matar, porque tú también morirías -dije sólo para asegurarme que no me matara, ni siquiera creo que me creyera. Quizás funcionaba diferente con ellos.

-Claro, como no -dijo burlonamente -. Es el contrato o nada, ¿dónde firmo?

- No vas a ser mi familiar. Un familiar es alguien en que pueda confiar todo. Y por cierto no hay firmas, es algo más complicado -dije tirándome en la cama de brazos abiertos a mirar el techo. Será mejor pensar rápido, pero con él cerca es un poco difícil.

-Bruja... ¿por qué aparecí yo en este portal?

-A mí también me gustaría saber.

Y luego nada, se formó un silencio incómodo.

No sabía qué hacer, debía actuar rápido. Levy sabe todo acerca de libros, quizás podría preguntarle a ella... Pero no quiero asustarla, no quiero que me tema o que le suceda algo peligroso por tratar con demonios oscuros. Este era mi problema y yo sola lo solucionaría.

Sin contar que mantener ese portal abierto por demasiado tiempo puede que gaste mucha de mi energía y de mi poder mágico. Pero no tenía otra opción, solo quedaba buscar referencias e investigar todo lo que pueda.

-Demonio, ¿tienes algún nombre? -Quizás sí averiguo un poco sobre él, llegue a unir las piezas de todo este desorden.

Pero no respondía, en vez de eso, trató de salir en reiteradas ocasiones, recibiendo fuertes descargas en cada intento. Su mano izquierda comenzó a brillar de un color celeste, luego un fuerte sonido y un rayo de hielo revotó en el portal, chocando directamente en el pecho del demonio pelinegro.

-Tsk. -exclamó furioso. -Esto no está funcionando.

-Te lo dije, ¿podrías tratar de cooperar y descubrir juntos como llegaste a este portal? De seguro fue un error y podemos hacer algo -vacilé, no podía dar nada por sentado.

-Gray –dijo después de algunos segundos de silencio. -Mi nombre es Gray.

-¿Qué estabas haciendo cuándo fuiste invocado?

-¿De qué trata todo esto?

Y luego me volví a sentar en la cama, mirándolo fijamente a los ojos. -No es "de que trata todo esto". Tú no sabes en la cantidad de problemas que me encuentro ahora mismo y me sería de mucha ayuda saber un poco de ti. Ninguno de los dos quiere realizar ese contrato y por más estúpido que parezca, tendremos que trabajar juntos para acabar con esto.

-¿trabajar con una bruja? Ni muerto

-Bien. -dije parándome de la cama. Tomaría una ducha y me olvidaría de todo esto. -Sí lo quieres así, buena suerte en tú metro cuadrado

Tomé mi pijama y me fui al baño para llenar la tina. Necesitaba pensar y relajarme.

Me desnude y me metí en el agua tibia. Desde siempre se me ha sido fácil relajarme en lugares con agua, con la lluvia o tan sólo con imaginar el sonido del mar. Y realmente lo necesitaba ahora.