Serendipia Demoniaca

Una broma.

Aún no tenía la más mínima idea de cómo continuar con la fase 2 de mi plan de venganza. Solo sabía que debía ocurrir, de la manera que fuese.

Y es que mi problema era la 'sensualidad", al sentirme insegura respecto a mi cuerpo, se me es difícil todo eso de considerarme sexy, lo que me hace consiente de me costará un mundo poder seducir a un demonio, que al parecer lo tenía todo antes de terminar aquí.

Quizás debía actuar sin pensar demasiado, improvisar a lo que venga y luego cerrar los ojos. Era un buen plan, o el único que poseía. Pero seguía siendo mejor que nada.

Gray me esperaba en la habitación y yo ya había preparado el desayuno. Con la bandeja en ambos manos y empujando la puerta con mi trasero, entré.

-Aquí está su desayuno, Gray-sama –sonreí lo más tímidamente posible.

-Creo que hacer esto ha sido lo tuyo desde siempre –rio mientras le daba una mordida a su tostada.

-No creo que esté en lo correcto, Gray-sama. Sí no sé da cuenta estoy ocupando demasiado esfuerzo en esto, especialmente porque quiero complacerlo en todo lo que necesite -le dije en un tono bajo y tímido.

-¿Tan así es? -me miro indescifrablemente.

-¡Por supuesto que sí Gray-sama! -sonreí plenamente.

Y no dijo nada, sólo continuó comiendo hasta terminar su desayuno.

Ya no sé cómo tratar con él, no sé sí estoy haciendo bien lo que se supone que tenga que hacer. Tampoco sabía en qué podía estar pensando Gray, sus facciones no me daban a entender absolutamente nada. Es como un maldito glaciar impenetrable.

Pero luego recordé lo que sí debía hacer, lo realmente importante aquí. Sacarlo de mi casa.

Había buenas noticias sobre la movilidad del portal. Me comunicaron que mi pedido de pociones e Ingredientes necesarios llegarían mucho antes de lo previsto (lo que antiguamente era un mes), por stock o algo así, ahora llegarían en dos semanas más. Ahora solo me quedaba seguir investigando.

-y dime Juvia -sonrió cuando terminó de comer. -¿cuáles serán nuestros planes el día de hoy?

-¿A qué te refieres? -dije como siempre, luego recordé que "como siempre" estaba mal. -P-perdón ¿A qué se refiere Gray-sama?

-Ya sabes -me sonrió sensualmente. -"eso"

-¿"E-eso"? Espera ¿qué? ¡NO SOY TÚ PROSTITUTA!, ¡NI PIENSES QUE ME VOY A ACOSTAR CONTIGO! -grite parándome totalmente irritada. ¿Qué se creía ese estúpido demonio? Acaso para eso me había disfrazado de maid, porque sí así fuese estaba totalmente equivocado.

-Yo solo hablaba de conquistar el mundo -rio a carcajadas. -¡qué mal pensada eres, bruja!

-estúpido demonio -murmuré

-Un muy mal vocabulario, Juvia. -comenzó a calmar su risa. -¿Quieres que te castigue? Aprovechando que te pusiste un poco sucia.

-Eres un pervertido, asqueroso y vulgar. -dije encarándolo frente al portal.

-¿Ah sí? -dijo divertido, mientras se levantaba perezosamente.

-¡Eres estúpido y engreído! -dije descargando toda la tensión acumulada en estos día en cada una de mis palabras. -Eres altanero! Y

-¿Y?... -dijo a modo de burla

-¡ERES UN MALDITO DEMONIO OSCURO! -grite sin pensarlo.

-Pensé que podrías hacerlo mejor. -dijo mirándome directamente a los ojos.