Capítulo 8.

104 7 0
                                    

Después de eso, quería ver a mi madre. Desde mi partida quedó muy preocupada y supongo que ahora que volví lo estaría mucho más.

-¿Mamá?- La llamé desde mi habitación. Subió de inmediato.

-¡Teresa! ¡Despertaste! ¿Cómo te ha ido? ¿Qué pasó? ¿Estás bien?

-No muy bien, me devolvieron por sólo aceptar hombres, Tommy se fue... Y sí, estoy bien. Tú, ¿cómo estás?

-Bien cariño. Sé que fue sólo un tiempo pero te extrañé...

-Yo a ti mamá. Oye... ¿Papá estuvo aquí?

-...

-¿Mamá?

-¿Por qué me dices eso Teresa? ¡Por supuesto que no estuvo aquí!

-Pero... ¿Y la señora Clarck?

-¿Clarck? ¿De qué hablas? Teresa, descansa un poco, quizá te sientas mal.

-Sí, supongo. ¿Hablamos luego?

-Por supuesto mi niña.- Salió de la habitación con una comprensiva sonrisa en el rostro. Pero sabía que esa sonrisa ocultaba algo.
Si mi madre no me quería decir nada, podría averiguarlo por medio de Luke, así que lo llamé unas cuantas veces hasta que por fin se asomó a mi habitación.
-¿Estás mejor?
-Tú ocúpate en pensar cómo está tu novio.
-¿Nov...
-Ay Teresa, no lo digo en serio. Estoy bien, sólo me siento decepcionado de mí mismo.
-No digas eso, hiciste lo que pudiste, no es fácil ir allá.
-¡Quería hacerlo! Cuando estuve en ese lugar sentí como...
-Como si, ¿papá estuviese ahí?
-¿Qué? Qué cosas dices, por favor.
-Vamos, dime lo que sabes sobre eso. Mamá y tú me están ocultando algo.
-Teresa, ¡no sé nada! Sólo escuché hablar sobre una tal señora Clarck mientras estabas dormida. Pero no se nada, ellos suponían que yo estaba dormido.
-También suponían que yo lo estaba. Así que ahora somos dos.

La llamaradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora