La llamarada

1 día antes de la prueba; Capítulo 1.

Las pruebas iniciarán mañana.

Cada mes es lo mismo, se realizan pruebas a todos los ciudadanos entre 15 y 18 años para comprobar si son aptos de vivir en ese lugar, El Área, los que no pasan las pruebas, son entrenados aquí, en La Ciudad, y tienen 3 oportunidades más de presentar las pruebas, si no, serán enviados al Desierto. 

Yo esperé a cumplir los 17 para poder realizar la prueba, nosotros podemos escoger la edad y el mes en el que presentaremos la prueba, siempre y cuando tengamos entre 15 y 18.

El Área es un lugar protegido por un laberinto, según dicen, hay criaturas monstruosas que protegen a los Habitantes, evitando el paso de los "Cranks" que, como me los han descrito, son zombies. Mi madre siempre me ha ayudado a desarrollar mi inteligencia, de acuerdo con los creadores, eso es prohibido, pero nunca se sabe qué esperar de mi madre. A mis 10 años, mi padre murió en un accidente de camino al trabajo, eso me dijeron, pero años después investigué más sobre su muerte y me di cuenta de que esa no era la verdad, en realidad, lo mataron.

Mi padre formaba parte de los creadores, de la organización que creó el laberinto, él insistía en que podían ingresar más personas para su supervivencia o, más bien, para nuestra supervivencia. Nadie estuvo de acuerdo con él, ya que se decía que los que aprobaban las pruebas, no tenían la llamarada, mientras que todos nosotros estamos contagiados.

La llamarada es una enfermedad que está consumiendo a la humanidad poco a poco, acaba con tus neuronas, no te deja nada de sentido común, te conviertes en un animal, que lo único que busca es sobrevivir. Para calmar los efectos que, en general, es comerse a otras personas y volverte loco, nos dan un suero que nos duerme, e impide que hagamos daño a los demás. 

Yo tengo la llamarada, pero aún no estoy en el máximo nivel, apenas estoy desarrollando dolores de cabeza y pérdidas ligeras de memoria. Mi hermano, Luke, tiene 15 años y, al igual que yo, va a presentar las pruebas mañana. A diferencia mía, él no recibió apoyo de mi madre, ella dice que es complicado ahora, ya que colocaron cámaras en todas las casas y nos están vigilando todo el tiempo para evitar algún incidente con respecto a la enfermedad. Siempre me ha impresionado la valentía de mi hermano, él siempre es el que nos apoya en todo a mi madre y a mí. Él dice que no está nervioso por las pruebas, pero puedo ver que sí, yo estoy muy segura de que podré pasar, gracias a la ayuda que recibí de mi madre.

De camino a casa, pasé por la de Thomas, él siempre me ha agradado pero no hemos tenido nunca más que una amistad. Yo ayudé a mi padre en algunas cosas respecto al área y, al ser Thomas mi mejor amigo, le permitía ayudarnos también. Él creó unos monstruos que protegerían El Área, llamados penitentes, son terroríficos, pero muy eficaces. A los tres nos encantaba vigilar a los Habitantes, las cosas que creaban, lo que construían, el trabajo en equipo, nunca se presenciaban peleas, todo era muy tranquilo allá, siempre deseé ir y conocer el lugar que habíamos creado, mi padre decía que era peligroso, pero nunca entendí porqué.

Al fallecer mi padre, nos prohibieron volver a interferir con el experimento de prueba, todo cambió, se colocaron C.R.U.E.L. para mí nunca significaron las siglas (Catástrofe y Ruina Universal. Experimento Letal) para mí siempre significó Cruel, de crueldad. Siempre los vi así. En el pasado todos los que tuvieran ideas podían interferir en el experimento, ahora ellos se apoderaron de todo. 

Iba de camino a mi casa, venía del colegio, cuando sonaron las alarmas. Era hora de apresurar mi paso, o mi madre se preocuparía.

-Oye, tú, vuelve de inmediato a tu casa si no quieres que te envíen con los cranks.- Me dijo un hombre bajo, tenía un parche en su ojo izquierdo y sangre brotaba de su torso. Tenía muy mala apariencia, no tenías que ser un genio para darte cuenta de que era un crank.