Apasionado amor

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N/A: Hasta que tuve tiempo para aparecer ;u; Ya los extrañaba. Bueno agradezco a quienes han dejado reviews y a quienes se toman su tiempo para leer. Me he tomado mi tiempo para leer cada capítulo y ver mis errores D: Tengo que corregir tantas fallas ortográficas por culpa de mi celular /u\ Sisi suelo escribir en mi móvil, pero me tomaré algunos días para arreglar esos errores y que disfruten de una mejor lectura. (Actualización: ya estoy en eso) 

Este cap. Está dedicado a mi neechan querida, Camil el Camus de mi Milo. Y pues... El título lo dice todo. ¡La espera valió la pena! ¿Ok no? Si no te gusta el contenido explícito, por favor no leas. c;


POV Milo

     Es domingo ocho de octubre, el día en el que vine al mundo. Rasco mis párpados con el costado de mis manos, adormecido. En momentos como este me pregunto cómo hubiera sido mi vida si hubiera crecido con mis progenitores... La puerta de mi habitación se abre de golpe dejando ver las siluetas de mis padres quienes alegremente se aproximan cantando el "Happy Birthday".

- ¡Pide un deseo! – Exclama mi madre, Kardia, al finalizar la canción.

     Lo pienso un rato y, tras unos segundos, cierro mis ojos juntando mis manos al frente de mi mentón.

<<Verdaderos padre y madre; les agradezco por la vida que decidieron darme. Mis padres adoptivos son extraordinarios y mi novio es inigualable. No tengo más deseos que pedir salvo, tenerlos a mi lado por una eternidad. Sé que así será y, un día todos nos encontraremos en el más allá.>>

     Soplo las quince velas que están sobre el pastel de manzanas preparado por mi padre quien, es un maestro de la repostería. 


Entre risas y charlas llegamos a medio día. No puedo creer que la mañana se nos fuera tan rápido. 

- Entonces... Tengo que ducharme y preparar mi vestuario para más tarde. – Veo si captan la indirecta para darme mi espacio. << Necesito estar listo para cuando venga Camus. >>

- Claro tesoro. Tu padre y yo iremos a preparar tu otra sorpresa. Ponte algo presentable y baja cuando estés listo. De seguro y tendremos todo ordenado para entonces, con lo lento que eres en el baño... – Bromea llevándose a mi padre con ella.

     << Una sorpresa, ¿eh? ¿Qué podrá ser? Más vale que me apresure para averiguarlo. >>

     Pensando en las palabras de mamá, me pongo de pie tomando la bata de baño y una toalla. Entro al baño haciendo muecas al verme en el espejo frente de mí. Río con ello. Camino hasta la tina girando la llave para que el agua corra, espero a que esté a nivel. Una vez, con la cantidad de agua apropiada, me introduzco y acomodo mi cuerpo. Es tan relajante. Cierro mis ojos pensando en lo maravilloso que será esta noche. Pienso en la maravilla de tener a Kardia y a Dégel como padres, de haber conocido a Aioria y, de tener al novio más estupendo de todo el universo. Mi vida es simplemente perfecta. Me sumerjo en el agua, conteniendo la respiración. Siempre me ha gustado el agua, soy un buen nadador, no es por presumir, pero de pequeño gané muchas carreras en el instituto e incluso estuve en la federación, aunque fue por muy corto tiempo. Salgo a tomar oxígeno, aprovechando para verter el jabón de burbujas aroma lavanda en el agua de la tina.

     Pasada una media hora, aproximadamente, salgo de la bañera. Envuelvo mi cuerpo con la bata y camino hasta el lavabo. Mi cabello mojado deja un rastro de agua que, al caer en gotas me deleita con su melodía. Tomo el shampoo y el acondicionador. Llevo mi cabello hacia adelante agachándome un poco para poder lavarlo apropiadamente. Al final lo envuelvo en la toalla enrollándolo para posicionarlo sobre mi cabeza. Así, por fin, salgo del baño. Camino hacia mi clóset, abriéndolo para escoger el vestuario que utilizaré. << ¿Sería conveniente vestirme de una vez para la noche? >> Decido que sí. Así que tomo un pantalón de lona negra, algo tallado, la camisa con el logo de mi banda favorita, mis Timberland y un chaleco de lona clara sin mangas. Me visto rápidamente luego de secar mi cuerpo y darle suavidad con crema. Secó mi cabello tras echarle gotas para que fuese más fácil peinarlo. Y, listo.

Tras mi verdadero amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora