Nuevas amistades

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N/A: Hola~ Los saludo con un nuevo capítulo de "Tras mi verdadero amor", tengo que decir que todos sus comentarios me alientan a seguir escribiendo este fanfic de fan para fans. Así que ¡Gracias por sus comentarios! 

Habiendo dicho todo, dejo que disfruten del material.


POV Camus

- ¿Bueno? - Escucho una voz familiar por la bocina de mi nuevo móvil. 

- ... - Respiro hondo pensando en algo qué decir. Hace algunos segundos estaba tan confiado de volver a hablar con mi amigo y ahora, los nervios y dudas carcomían mi interior de una manera difícil de describir.

- ¿Quién habla? - Insiste con un tono de preocupación.

- Aioria... - Logro articular en un hilillo de voz.

- ¿Sí? ¿Quién habla? – Escucho como su voz suena distante. Sospecho que ha apartado el teléfono para hablar con alguien más. En el fondo puedo escuchar una charla. "No sé, es un número extranjero. ¿¡Extorsionadores!?". Río un poco con esa ocurrencia. – Voy a llamar a la policía si no dice quién es.

- Gato tonto. ¿Acaso ya te has olvidado de mí?

- ¿Camus? – El tono de duda no pasa desapercibido. - ¡Camus! ¡Aioros, es Camus quien habla al teléfono! Saluda. – Seguido de eso escucho el amable saludo del hermano mayor de mi amigo en Grecia. - ¿Cómo has estado? Nos tenías tan preocupados. Hacía tanto que no te comunicabas.

- Lo sé, arruiné mi antiguo móvil en un arranque de desesperación. – Explico recordando cómo aquel pequeño aparato sufrió las consecuencias de mis emociones una de las tantas noches en vela esperando a que el destino me diera una respuesta de mi existencia.

- Qué lo siento, pero ahora ya podremos hablar de nuevo. Al rato te agrego a mis contactos. – Hace una pausa para suspirar. - ¿Quieres que le diga a Milo de tu cambio de móvil? A decir verdad... Creo que aún sigue tratando de marcarte al otro. Es un chico insistente.

- No, no, no. – Me apresuro a contestar. – Esta bien así. – Aparto el móvil un momento para escuchar un "ya estamos cerca" del chofer del auto. – Aioria, me alegra volver a escuchar tu voz. A decir verdad, tengo algo muy fuerte que contarte, pero tendrá que esperar. Ya he llegado a mi destino.

     Cuelgo la llamada dejando a mi amigo con las palabras en la boca. Mi corazón palpita rápidamente con el simple hecho de haber escuchado el nombre de Milo. Suspiro alejando todos los bellos recuerdos de aquel chico que tanto amo. 

- Joven Camus. – Llama el chófer llamado Frank.

- Dígame Frank. – Digo tomando mis cosas para bajar del automóvil.

- No vendré a recogerlo por la tarde ya que el joven Aspros dijo que tenía unos asuntos importantes que tratar con usted. Por eso le informo que será él quien vendrá a buscarlo al terminar las clases.

     Salgo del vehículo acomodando mi uniforme. Tengo que admitir que extraño mucho aquellos días en los que vestía a mi gusto. El tono del saco y pantalón de vestir solamente hacen que me vea más pálido de lo que normalmente soy. Entro al edificio del Instituto de Ciencias Médicas de París, pasando por el gran jardín que adorna la entrada al establecimiento. No tardo mucho en llegar a mi salón. Uno de los mejores de todo el lugar. Grandes ventanales permiten ver al exterior. Dejo mis cosas en mi asiento, sacando mi bata y lentes protectores. La primera clase del día es química así que me encamino hacia el laboratorio donde otro día escolar comienza.

Tras mi verdadero amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora