Volvimos a la casa del bosque, sabíamos que todo se estaba acelerando. La llegada de la madre de Sabrina nos descolocó, sobre todo por su forma de hablar y de decirnos las cosas. Cansado de sus maneras, la enfrenté, ella me miró con comprensión.
―Joseph, el buen Joseph. Te cambiaron de hermana. La mala, la buena, por ella perdiste tu vida y no te diste cuenta.
―Por favor ―supliqué nervioso―, ¿nos va a ayudar o no?
―A eso vine ―contestó con esa calma que desesperaba.
―Entonces, necesitamos saber realmente cómo enfrentarnos a Marina y su hueste.
―Lo primero que deben saber es que en esta vida Marina no se llama Marina, eso es algo obvio, ¿no? ¿Saben su nombre?
―No lo sabemos ―farfulló Ray.
―Se llama Milena Subercaseaux. ―Alzó su mentón esperando nuestra reacción.
―¡Milena! ¿La Milena del funeral? ―interrogó Abril sorprendida y asustada.
―Así es, querida, esa Milena:
‹‹La hermana que no ama
Dolor y sufrimiento, su lema
De su hermana planea venganza
Y después robar su alma››.
Con todo el peligro que significaba esa mujer para ella, a Abril le importó su tío Sebastián, la seguridad de él y fue de quien primero le preguntó al saber que ella, la secretaria del que pudo ser su padre, era la bruja maldita. Maribel, la madre de Sabrina le aseguró que él estaba bien, que pronto llegaría y así sucedió, llegó al borde de un ataque cardíaco y tuve que usar mis poderes para sanar su corazón y Leo para calmar su ánimo. Una vez que pudo explicar que Milena le dijo que Abril había muerto, que lo había amenazado a él y cómo había huido y llegado allí, Maribel se sentó en el suelo y oscureció toda la habitación, la chimenea se tornó en una especie de pantalla donde comenzó, con imágenes reales, a contar la historia.
Partió con la imagen de la enfermedad de mi hermana, hace más de quinientos años atrás. Siempre en mi mente estaba ese momento, el instante en el que murió mi hermana buena y volvió del infierno la mala. No necesitaba que me lo refregaran en la cara. Iba a levantarme y salir de allí, mientras me veía a mí mismo llorando por mi princesa, cuando vi el alma de mi Marina salir de su cuerpo y sufrir por mí. Pocos segundos después, la ventana del cuarto se abrió y entró otro ente, un ser oscuro que se puso a discutir con mi pequeña. ¡Era una niña, maldita sea! La otra ya era toda una mujer y la envolvió en un torbellino horrible para lanzarla lejos. Lejos de su casa, lejos de sus padres, lejos de mí. Y saber adonde llegó, me hizo entenderlo todo. Isabel y Marina, mi Marina, eran una sola. Dos almas habitaron el cuerpo de mi hermana.
Luego, cuando volvió a tomar su cuerpo, el de mi hermana otra vez, no pasó mucho tiempo hasta que ella y Ray se encontraran. Se conocieron en el matrimonio de Nick y Diana. Yo los había conocido hacía poco tiempo a través de Max, por unos negocios que teníamos juntos en aquella época. Es cierto que no me percaté en ese momento de la reacción de Diana, en realidad, estaba tan feliz con la vuelta de mi hermanita, que no me imaginaba que ella pudiera estar haciendo algo malo ni tampoco conocía a sus amistades, sin pensar en la malvada que hasta ese momento había estado a mi lado. Y claro, la esposa de Nick era una de las amigas de la mala. Aunque, para ese tiempo, no sabíamos ni siquiera imaginábamos que existían todas las cosas que hoy sabemos. Yo, al menos, tampoco tenía conocimiento que Diana era bruja. Lo supe mucho después que mi hermana volvió a irse y que volviera la otra a ocupar su lugar. Cuando todo pasó, cuando mató a mi madre, cuando mató a mis amigos, recién entonces nos enteramos de todo lo que ocurría a nivel espiritual, a un nivel que no éramos capaces de comprender ni de entender. Fue todo un aprendizaje, por ello era que entendía a Abril, no es fácil tener que cambiar todos los puntos de vista que uno tenía. Y para nosotros, en cierto modo, fue mucho más fácil, mal que mal, ya éramos vampiros. Toda nuestra percepción estaba cambiada, en cambio mi hermana, no, no tenía recuerdos que la ayudaran a comprender todo esto.
Ver como Ray se dio cuenta del cambio de alma de su esposa me sorprendió. La forma en que Ricardo lo quería matar, todo lo que esa mujer le dijo, todo lo que minó su autoestima. Ahora, sabiendo aquello, veía las cosas diferentes. Entendía sus miedos, su amor, su temor, su desconfianza.
Ahora era todo tan diferente. La historia que nos mostraba esa mujer, estoy seguro, cambió toda nuestra visión de los hechos, anteriores y actuales. En el receso, me acerqué a Manuel que hablaba con Max.
―Tú lo sabías ―dije sin más.
Manuel solo me miró por largos minutos.
―Falta mucha historia, es lo mismo que le digo a Max.
―Escúchame, quiero saber qué tienes que ver tú con Abril.
Sus labios se curvaron en una débil sonrisa, como si no hubiese querido hacerlo.
―No preguntes lo que no quieres saber.
―Quiero saber, de otro modo no te lo preguntaría.
―Joseph, todo a su tiempo. Ahora, lo importante es Abril y las chicas. Ellas están sensibles...
―Yo no ―rebatió en tono desafiante Nicole que llegó a nuestro lado y abrazó a Max de una forma tan posesiva que no me agradó.
Manuel la escaneó y cuando sus ojos se encontraron con los de ella, hizo un gesto extraño, como de dolor.
―Eres humana, por lo tanto eres frágil, Nicole, no te expongas sin necesidad.
―¿Qué? ¿Por qué? ¿Acaso me va a matar?
Definitivamente esa chica, de educación, tenía nada.
―Max no lo permitirá ―afirmó muy segura de sí.
―No tienes idea de las jerarquías, de los poderes y de la eternidad, niñita...
―Eso qué quiere decir.
―Que eres vulnerable. Agradece que no soy Ray.
Se dio la vuelta y se fue. Nicole dio un grito de dolor. Yo la toqué y sentí una fuerte punzada en el corazón, cerebro y estómago. Algo me impedía curarla. Me giré para mirar a Manuel. Me miró e hizo un gesto de asentimiento. Volví a tocar a la muchacha y ya no había nada.... Manuel lo había provocado.
El resto, demasiado embebidos y conmocionados con todo lo visto, no se percataron de lo sucedido. Con Max cruzamos miradas de entendimiento. Manuel sabía mucho más de lo que decía y tenía muchos más poderes de los que confesaba. ¿Cuántos años, en realidad, tendría? Con todo esto que estábamos viendo, supe que tenía más años que todos nosotros juntos.
**El final se acerca a pasos agigantados**
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Las Lunas de Abril IIDos almas
ParanormalRecordemos que en la primera parte, Abril Villavicencio fue secuestrada por seis vampiros que pronto se percatan que ella no es Marina, la bruja a la que quieren destruir, sino la hechicera que los salvará de sus embrujos. Con el tiempo, ellos desc...