Capítulo 18: Confusión

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Ver en esas imágenes la forma en que mi esposa y mi hijo murieron... Y ver que no fue Ricardo como creímos todos estos años, sino al contrario, él quiso defenderla, él intentó detener a Catalina, él quería quedarse con Sonya...


La verdad es que no puedo describir con palabras lo que sentí en ese momento.


Y creo que Nicole tampoco. Quedó conmocionada. La abracé a mi pecho. Ella era fuerte, pero ver esto la descompuso. ¿Y a quién no? Maribel nos indicó que era hora de acostarse, suficiente para un día.


―Vamos, cariño, debes descansar.


No me contestó. Estaba con su mirada fija. No reaccionaba. Le hablé varias veces, pero no había caso. Leo se acercó y la calmó. Ella lo miró unos segundos y luego se echó a llorar.


―No entiendo por qué tenía que morir mi bebé ―sollozó con gran tristeza.


―Cálmate, pequeña, no te pongas así, quédate tranquila. ―No sabía cómo ayudarla o qué decirle.


―Nicole... ¿qué tienes que ver tú con Ricardo? ―espetó Abril sin tino.


El brillo que pasó por los ojos de Nicole no pasó inadvertido para mí. Alzó el mentón.


―No sé, ¿por qué tendría que saberlo?


―Solo era una pregunta.


Nicole tenía una mirada de ironía, sarcasmo o burla, sin embargo, cuando se volvió a mirarme... su gesto cambió a uno de tristeza. Y eso me confundió.


La llevé al dormitorio y una vez allí, se puso a llorar de nuevo. Golpearon la puerta, eran Joseph y Leo.


―¿Podemos ayudar? ―consultó Leo.


―Está muy mal ―advertí.


―Nos imaginamos. Lo que vivió...


―¿Te duele algo? ―interrogó Joseph.


―La cabeza, los ojos...


Le tomó la mano e intentó hacer lo suyo, sin embargo, algo en su rostro me pareció extraño. Joseph me miró con un gesto confuso. Al igual que Leo. Yo podía sentir la calma que transmitía, sin embargo, ella parecía no ser afectada, seguía llorando y gimiendo.


―Voy a buscar a Ray ―informé casi desesperado.


Crucé el pasillo que nos separaba y golpeé a su puerta.


―Ray, Nicole necesita tu ayuda, no puede dormir, Leo y Joseph no pueden calmarla.

Las Lunas de Abril IIDos almas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora