2. Compañeros

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Estar en La Fonda se había convertido en algo de todos los días para Dylan. Todavía no se acostumbraba a pisar esa antigua tienda de reliquias, no si él ya no estaba. No si cada vez que entraba la veían como la dueña del lugar y no como otro miembro de los lobos cualquiera que iba a hacer negocios o traer mercancía.

Las cosas habían cambiado tanto en tan poco tiempo que Dylan llegó a descubrir cosas de ella misma que ni siquiera sabía que existían. Ella estaba enormemente agradecida con Ryder aunque jamás se dijeron nada que pueda hacer que su relación vaya más allá del trabajo, ni siquiera como amigos. Ninguno de los dos tenía intereses de hacer nuevas amistades ni desatar confianza en alguien más, mucho menos después de los grandes cambios que surgieron después de tan poco tiempo.

La muerte de muchos narcos de La Fonda, lobos, los de Tucker y también la muerte de dos de esos líderes y el encarcelamiento del otro logró que se provocaran disturbios en el sur del Estado. Había todavía tratos que cerrar, paquetes que entregar, deudas que saldar y promesas que cumplir. Era como empezar todo de cero sabiendo que no se podía reiniciar si todavía había asuntos pendientes.

Ryder le indicó los puntos clave, le mostró presentó a las personas que ahora serían parte de su grupo, le comentó quienes son los de mayor confianza, cual es el puesto de cada uno, los roles que cumplían. Datos que fueron registrados en su cabeza y se aprendieron en poco tiempo. Dylan tenía una memoria increíble, asociaba los nombres con sus rostros con rapidez aunque eran tantos los que trabajaban para PJ que le llevó tiempo conocer al grupo, los bares que le pertenecían, su forma de administrar los inmuebles y también cómo repartían las drogas.

La Fonda era la cede de todo lo que pretendía el negocio de Jacobsen, negocio que se amplió de manera considerable cuando PJ estuvo a la cabecera del grupo. Nunca se identificaron como un grupo porque ellos eran el último eslabón de la cadena antes de llegar a los clientes. Cada uno tenía su oficio y lugar de trabajo. No solo repartían en los bares, sino también había varios que salían a repartir en vehículos. Dylan tenía que administrar los locales, reubicar la gente si tenía que hacerlo, conseguir buenos tratos y precios con los proveedores y dar la autorización si había que jugar sucio con los que no quieran guardar silencio o encargarse de los soplones y amenazas. Afortunadamente, todavía no le tocó tener que dar esa clase de órdenes, de hecho, todavía estaba en el punto de que trabajaba como equipo y no de la forma independiente en la que lo hacía PJ. No solo Ryder la seguía, acompañaba y aconsejaba en todos lados, había más de ocho personas que la estaban guiando en su nuevo oficio. A ella le sorprendió que ninguno quiera quitarle el puesto, por lo menos no en aquel momento. ¿Qué clase de persona querría a una chica que apenas tenía la mayoría de edad como jefa en un lugar donde jamás formó parte? Ni siquiera a ella misma le hubiera agradado la idea pero sabía que todos aquellos hombres eran más que leales a PJ y, antes de que Patrick haya tomado su decisión final aquel día, no lo había pensado por sí solo. Tuvo que haber contado con el apoyo de los demás, aunque ella también sabía que PJ jamás mencionó el detalle de poder ir y no volver. No debe haber sido la primera vez que PJ se cuestionaba el liderazgo en su equipo y cualquiera de todos ellos sabía que no estaba listo para el puesto por diversas razones. Todos sabían que él manejaba todo el dinero que salía y entraba, las responsabilidades que tenía eran demasiadas y lo que él se quedaba era apenas un poco más de lo que los que hacía más tiempo que trabajaban ahí y los que hacían las tareas más duras recibían. A ninguno de ellos le convenía, tampoco tenían la viveza que él tenía y tampoco sabrían cómo manejar el negocio.

Les resultó irónico que la chica de Bronx sepa tanto siendo tan joven, les sorprendió que su nombre sea a primer opción de PJ, él conocía a su gente, hombres que estaban preparados para hacer trabajo sucio, no para lavar dinero. El grupo más cercano a Jacobsen había recibido sus órdenes, jamás imaginaron tomar las medidas tan de prisa pero estaban ahí para ayudar en lo que sea. Dylan había resultado ser muy buenas con los número, siempre lo fue, era lo que hacía cuando estaba con los lobos. Muy pocos sabían qué era en lo que Dylan estaba involucrada y por eso fue que la policía jamás pudo comprobar que ella tenía vínculos directos con los lobos, su nombre estaba limpio, Dylan jamás existió para los lobos y Jordan se había encargado que así sea.

The rise of wolves [l.r.h.] #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora