A KyungSoo no se le dificulta ignorar aquellas notas que aparecen cada mañana en la mesa de su pupitre, al menos no hasta que entre tantos insultos hacia su peso, alguien comienza a dejar post-its en forma de corazón con halagos.
♥KaiSoo ♥Romance ♥...
No hubo post-it con forma de corazón al día siguiente, pero sí uno color amarillo que al leer le provocó una sensación nauseabunda y temblor de manos.
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Estranguló con fuerza desmedida el papel entre su puño izquierdo, ya que su mano derecha estaba ocupada por una esponjosa y grasienta dona cubierta de chocolate con chispas. Tras asegurarse de que sus amigos se encontraban tan ocupados en sus propios asuntos que no le ponían atención, se dirigió al cesto de basura y arrojó tanto el papel como la dona al interior. Mientras caminaba de vuelta a su pupitre notó que la mirada burlesca de InSung lo escrutaba; por supuesto que se había dado cuenta de que la letra en la nota pertenecía al chico, y por eso agradecía que JongIn no hubiese llegado aún.
KyungSoo se deslizó en su asiento torpemente, sintiéndose al borde de las lágrimas. Por más que lo pensaba no entendía la razón por la cual a otros les gustaba verle sufrir, provocarle dolor. Ocultó la cara en sus manos enrolladas frente a él y aguantó las ganas de llorar, pronto iniciaría la clase y no era conveniente dejarse llevar por sus sentimientos.
Instantes después JongIn entró por la puerta, despeinado y un poco sudoroso debido a la afanosa carrera que había hecho con tal de ganarle a su profesora.
—Kyung, ¿te pasa algo? —cuestionó acariciando su espalda al tiempo que dejaba caer la mochila en su asiento. Solo entonces el chico se atrevió a levantar la cabeza y se irguió en su asiento.
Antes de poder responder cualquier cosa, vio cómo JongIn se inclinaba hacia él para limpiar con el pulgar un poco de chocolate que había quedado en torno a su boca antes de darle un beso en los labios, tal como hacía cada mañana sin importar que estuviesen frente a todos sus compañeros.
—Ahora sí, ¿qué te pasa? Se nota que querías llorar —comentó con evidente preocupación. KyungSoo liberó un suspiro y desvió la mirada, comenzando a jugar con sus dedos porque estaba avergonzado.
—Es que... no es nada.
—Mientes.
—Bueno, sí —Abultó los labios—, pero no te puedo decir ahora, ¿puedes esperar hasta la hora del almuerzo?
Al final, pese a que la curiosidad de JongIn había aumentado con eso, terminó aceptando y tragándose todas sus preguntas. KyungSoo alcanzó a ver que cuando JongIn se fue a sentar a su propio pupitre, InSung le lanzó una mirada amenazante. Casi leía en sus ojos que de decir algo a JongIn de lo sucedido, terminaría habiendo consecuencias.
♡
—¿No vendrán con nosotros? —les cuestionó BaekHyun al momento en que KyungSoo salió junto a JongIn del aula. Todos los amigos ya estaban allí, entre ellos TaeMin y SeHun.
—Hoy no, Kyung tiene algo importante que decirme.
—Bien, entonces ¿los esperamos o no? —quiso saber JunMyeon.
