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♥Epílogo♥

Epílogo

BaekHyun se encontraba sentado junto a ChanYeol en una banca que habían tenido que limpiar con un trozo de papel higiénico. Los caminos de concreto que atravesaban las zonas verdes del parque estaban húmedos por las intermitentes lloviznas que habían comenzado la semana anterior. Sus miradas iban dirigidas a diferentes direcciones; mientras que BaekHyun se concentraba en el rocío que bañaba las flores y el césped, ChanYeol lo observaba a él.

Sintiendo la suave brisa que soplaba contra sus mejillas, se puso a pensar en la razón de haber sido citado allí. Habían pasado varios meses desde que dio por terminada la relación, de modo que no entendía la osadía de ChanYeol. Hizo tronar los dedos de sus manos e irguió la espalda para posar su atención en el silencioso chico.

—¿Qué es lo que querías decirme? —preguntó BaekHyun de manera impaciente.

El más alto tomó un respiro y se atrevió a hablar.

—Baek, necesito que me perdones, han pasado tantos meses y tú sigues mirándome de la misma manera y eso si me miras. No soporto ver que me ignores y que sigas enojado conmigo.

—Está bien, te perdono.

—¿En serio?

—Así es —BaekHyun suspiró entrelazando sus dedos con una mezcla de nerviosismo y timidez—. El rencor pesa demasiado ¿sabes? Ya no quiero sentirlo, por eso te perdono. Olvidaré todo lo que me hiciste y me quedaré con el recuerdo de los buenos momentos.

—Te extraño.

BaekHyun guardó silencio sin saber qué debería responder a eso y sintiéndose de repente incómodo. Por un momento pensó que habría sido mejor no ir.

—¿Tú no me extrañas?

—No —contestó sin dudar—. ChanYeol, no te confundas. Te perdoné, pero eso no quiere decir que quiera estar contigo de nuevo, además ahora me gusta otra persona.

El ambiente se volvió incluso más incómodo que antes con aquella confesión. Hubo un silencio sepulcral que fue interrumpido por el paso de un par de niños que jugaban y gritaban, pero al cabo de unos instantes volvieron a ser solo ellos dos y sus incómodas presencias.

—¿Esa persona... es SeHun?

BaekHyun levantó la cabeza hallándose con la vista de un cielo gris y encapotado, si no volvía a casa pronto probablemente la lluvia lo alcanzaría antes de llegar. Decidió que ya era hora de acabar con todo de una vez por todas, así que se levantó de la banca y se posicionó frente a su acompañante.

—Sí, es él.

Lo dijo lleno de seguridad, sintiéndose mal por ChanYeol, pero orgulloso de sí mismo. Si no dejaba las cosas en claro el problema seguiría existiendo.

Esperó unos pocos segundos por una respuesta, aunque a él en realidad le parecieron instantes eternos, quería marcharse lo antes posible.

—Entonces... ¿crees que podamos ser amigos?

—Eso es imposible, ChanYeol, no podemos ser amigos cuando antes estuve enamorado de ti y tú me lastimaste tanto. Lo mejor es que seamos solo conocidos con un pasado en común, saludémonos y despidámonos con cordialidad, pero nada más que eso, ¿bien? Yo creo que eso es lo mejor para ambos.

Una gruesa gota de agua se estrelló en su frente. BaekHyun se secó con la manga de la chamarra y abrió su paraguas.

—Me voy. Adiós, y cuídate.

Al emprender su marcha no se giró ninguna vez. No pudo ver las lágrimas caer del chico al que dejó allí sentado, aunque no le habría importado demasiado. Su corazón había sanado casi por completo.