CAPÍTULO 10. Vacía de nuevo.

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-Papá ¿Estas bien?-dijo Carlos, el solo sonrío y asintió pero tenía mala cara. -Sam voy a llamar al doctor ahora mismo-dijo Toni pero mi padre le cogió la mano y negó con la cabeza. -Amor, tiene que verte el médico, no luces bien-dijo mi madre besando sus labios pero el negó, todos nos acercamos a la cama y mi padre cerró los ojos y el monitor pasó a tener una actividad plana y un pitido invadió la habitación. -¡Papá! ¡Papá!-dijo Carlos gritando, Edward salió a llamar al médico, todos llorábamos cuándo nos sacaron de la habitación, las enfermeras correteaban de un lado a otro, llevaban el desfibrilador, el doctor daba instrucciones. Mi madre lloraba en el pecho de Carlos con Eddie en brazos, Toni daba puñetazos a la pared mientras que yo permanecía de pié, sin hacer nada. Pude sentir los brazos de Edward envolverme. No hice movimiento alguno, él apoyó su barbilla en mi cabeza y sentí como sus lagrimas llegaban e mi cabeza, tardé cinco minutos en romper a llorar en su pecho, sus brazos me apretaron más fuerte pero ni siquiera eso me calmaba, mi padre... Esperábamos en la sala cuando el doctor encargado del caso de mi padre se acercó. -¿Cómo está mi hermano doctor?-Saltó Toni. -El señor Fuentes ha vuelto a entrar en estado de coma, esta mañana cuando despertó le informamos de la situación y le dijimos que hoy podría haber despertado porqué es un rasgo en los pacientes terminales, entran en coma y de un día a otro todo parece mejorar y avanzar favorablemente hasta que este vuelve a entrar en coma y normalmente no vuelven a despertar-dijo el doctor y mi madre rompió en llanto. -¡¿Quiere decir que mi marido nunca más despertará?!-dijo mi madre entre lagrimas. -Lo más probable es que no lo haga, esta mañana, al informar a su marido de su situación firmó la orden que dicta que si de aquí a un mes no vuelve a despertar dio la voluntad de que el cuerpo médico lo desconecte de las máquinas que lo mantendrán con vida-dijo el doctor tragando saliva y después se retiró de la sala. Todos llorábamos, mi padre... en coma otra vez y puede que esta vez sea para siempre. Sentí como el vacío volvía a mí. Todo lo que me llenaba esta misma mañana ahora se esfumaba. Estuvimos un rato más en la sala de espera y luego aproveché que se fueron a cenar a la cafetería para entrar en la habitación de mi padre, me acerqué a él, le cogí la mano y me desplomé a llorar, tal vez esta vez volviera a despertar cuando llore como esta mañana, pero no funcionó. -Papá... Despierta papá... ya has dormido durante mucho tiempo, no te vuelvas a dormir porfavor-dije rompiendo en llanto, estuve un rato así hasta caer dormida. Sentí como unos brazos rodeaban mi cintura y me alzaba, no abrí los ojos, no quería volver a despertar, tal vez así estaría como papá. Sentí la voz de Edward. -Tranquilo ya la llevo yo-le dijo a mi hermano, me entró en el coche y durante todo el trayecto permanecí a su lado. Al llegar a casa volvió a cargarme y sentí como me depositaba en la cama de mis padres junto a mi hermano pequeño, se quedó un rato acariciando mi cabello. -Que bonita luces cuando duermes... ojalá pudiera hacer que todo este dolor se desvaneciera para ti-dijo dulcemente, pero yo estaba demasiado débil para reaccionar. -No pierdas esa sonrisa, eres fuerte...-Me dijo y depositó un beso en mi coronilla, disponía a levantarse pero agarré su mano con fuerza evitando que lo hiciera, el lo entendió y se acomodó a mi lado, llevé su mano más allá de mi cintura y quedamos en cuchara, no quería sentirme sola esta noche. Poco después caí dormida. Abrí los ojos y vi el reloj de la pared, eran las cinco de la madrugada, todo estaba en silencio, todo parecía tranquilo, demasiado silencio, no pude evitar romper a llorar, Edward lo notó y se acercó más a mi me abrazó y me giré hacia el acurrucando mi cara en su pecho. -Lo siento-dije entre sollozos, no quería que tuviera que aguantarme. -Eh... eh... shh... Tranquila estoy aquí para ti, sé cómo te sientes, duerme-dijo mientras acariciaba mi cabello, solo asentí y volví a dormir. Aquella noche la pesadilla del principio volvió a aparecer, yo corriendo detrás de mi padre sin poder alcanzarlo ni llamarlo. Desperté algo agitada, miré al reloj de pared, eran las ocho y media. Sentía los ojos húmedos y comprendí que todo lo que había pasado es real, entonces miré a mi hermano pequeño dormir, parecía tan frágil pobre, tan pequeño y está sufriendo, acaricié su suave y dulce cara después me giré y me encontré con Edward durmiendo plácidamente, tenía demasiadas cosas que agradecerle ahora... Antes de volver a cerrar los ojos tuve una charla con mi padre sobre él, me dijo que parecía un buen muchacho y que había visto como me miraba cuando entró en la habitación... oh papá... despierta, por favor, te necesito tanto, entonces Ed abrió los ojos y me miró con una sonrisa en la cara. -Buenos días...-dije intentando sonreírle de vuelta pero no pude y bajé la mirada, él lo notó y posó dos dedos bajo mi barbilla haciendo que levantara la vista. -Buenos días hermosa, no te frustres, yo sé que algún día volverás a sonreír y espero estar allí para presenciarlo-dijo y besó mi mejilla cerca de la comisura de mis labios. Después me arreglé y salí a la cocina para preparar el desayuno pero al entrar en el salón pegué un salto del susto que me llevé al ver a Toni en el sofá, intenté no hacer ruido y me dirigí a la cocina, preparé el desayuno y una voz me sorprendió por detrás. -Buenos días sobrina-dijo Toni des de la puerta de la cocina. -Buenos días-No sé que tienen de buenos, pensé. -¿Ayudo en algo?-preguntó. -Podrías llevar el zumo y poner la mesa por favor-dije y después le expliqué donde estaba todo y lo hizo, al acabar se dirigió a la cocina de nuevo. -Daniela, escucha, sé que no puedes confiar en mí, pero me he perdido parte de vuestras vidas, incluida la mía, ahora he aparecido con la intención de formar parte de la vuestra, nos necesitamos todos-dijo y sus palabras me llegaron, solo me giré y lo abracé. -Lo intentaré-respondí, sabía que en esto nos necesitábamos a todos incluido él. -He visto que has dormido con Ed-dijo y me sonrojé al acto-¿Hay algo entre vosotros?-dijo con una sonrisa picarona. -Intentas forzar la confianza demasiado rápido tío-respondí y él soltó una risita- Lo conozco des de hace un mes y ha estado con todos nosotros ayudándonos, hemos compartido bastantes cosas hasta ahora-dije con una media sonrisa. -Entiendo, entiendo-dijo, y antes que dijera más hablé. -Bueno es suficiente intercambio de datos por hoy tío, vamos a despertar a los demás y después nos iremos al hospital-dije saliendo por la cocina. -Tú despierta a Ed y Eddie y yo a Carlos-dijo Toni Burlón.

Aprendiendo a sonreír a tu lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora