CAPÍTULO 13. Un final para comenzar.

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Me levanté de la cama y sonreí al encontrarme a Ed a mi lado, le di un beso suave para no despertarlo y me levanté a hacer el desayuno. Cuando el desayuno estuvo listo desayunamos y nos arreglamos para ir al hospital, hoy es el último día para mi padre y debemos pasar el día allí, además mi madre quiere estar con él todo el día ya que por fin la convencimos que pasara un día en casa descansando, ha hecho muchos avances con la terapia pero es duro igualmente para todos.

En el hospital todo parecía extremadamente silencioso hoy, nos dirigimos a la tercera planta. Solo quedan exactamente doce horas para que mi padre despierte, por favor… papá despierta, pensé y una lágrima rodó por mi mejilla sin darme cuenta que quería llorar hasta que la sentí resbalando por mi piel, dejando un camino frío y fresco que apresuré en secar. Si mi padre nos deja ¿Será así como nos quedaremos, con un vacío frío y fresco? Ed me apretó más a su cuerpo y besó mi coronilla, gracias a eso me relajé un poco.

-Gracias-susurré y él sonrió.

-Amores, prefiero quedarme un rato a solas con Sam-dijo mi madre parándonos a todos antes de llegar a la habitación.

-Tranquila mamá, tómate tu tiempo-dijo Carlos acariciando su espalda.

Nos sentamos en la sala de espera, estuvimos media hora y llegó Toni, quién había pedido un permiso en su nuevo trabajo, había encontrado un trabajo de dependiente en un supermercado, gracias a él y Ed nos podíamos mantener. Nos saludó a todos y cogió al pequeño Eddie en brazos.

-¿Dónde está Jessica?-dijo mi tío.

-Con papá-respondí.

-Voy un momento con ella, ahora vuelvo-dijo y se fue dejando a Eddie sentado en un banco a mi lado, me pareció extraño que mi tío vaya con mi madre, quiero decir, últimamente pasan mucho tiempo juntos… Pasó mucho tiempo y me pareció raro que no aparecieran, los demás en la sala estaban tranquilos, pero yo realmente no, me levanté.

-Voy a ver cómo van-dije y Ed se apresuró en levantarse.

-Quédate aquí, ahora vuelvo, cuida de Eddie-dije deteniéndolo con una mano en su pecho.

-Está bien-dijo con cara de niño resentido  y besé su mejilla.

Iba caminando por el pasillo, llegué a la puerta y la abrí. Cuando lo hice deseé no haberlo echo nunca porqué me encontré con una escena realmente inesperada. Mi madre se encontraba en los brazos de mi tío con sus labios unidos en un beso, después de ver eso di un portazo y salí apresurada, pasé por la sala de espera sin hacer caso a Ed quien me preguntó que me pasaba, solo alcé la mano.

-Necesito tomar el aire-dije alejándolo de mí y comencé a correr hacía la salida, sentía unos pasos rápidos detrás de mí, pero no quería que nadie me acompañara. Salí por la puerta y las lágrimas se avivaron, abrieron la puerta.

-Ed necesito estar sola-dije mirando hacia otro lado.

-Cariño… no soy Ed-dijo mi madre acercándose a mí, me giré lentamente y me la encontré de pie frente a mí.

-Mamá, vete, no quiero hablar contigo ahora mismo-dije girándome.

-Tú no querrás hablarme ahora pero yo sí, así que deja de comportarte como una niña y escúchame. He estado sufriendo por tu padre durante estas semanas y lo he estado hablando con la psicóloga y sigo amando a tu padre y siempre lo haré… pero he aprendido a ser realista y no creo que vaya a despertar y yo… no quiero quedarme sola, deprimida… Antes de volver a entrar en coma hablé con tu padre y ambos llegamos a tal acuerdo, aunque sé que esto ha ido muy rápido, relamente no sé porqué… pero tu tío me recuerda a tu padre y hoy me siento tan triste que cuando me abrazó… solo sucedió, y no me arrepiento porqué me siento bien con Toni, pero por favor entiéndelo, yo me lo tomaré con calma pero entiéndelo-dijo mi madre al borde del llanto.

-Mamá…-dije abrazándola- Lo entiendo pero… me ha cogido muy de sorpresa, simplemente quiero que seas feliz… pero entiéndelo tu también, esto no es fácil tampoco para nosotros y… simplemente con calma y no en la habitación de tu aún marido-dije dolida.

-Está bien-dijo mi madre entre sollozos e intentó abrazarme pero yo me alejé, me limpié las lágrimas e intenté entrar al hospital como si nada hubiera pasado. Poco después entró mi madre, llegué a la sala de espera como si nada.

-¿Qué pasó Dani?-dijo Adele.

-Nada, simplemente necesitaba tomar el aire-dije sonriendo.

-Es un día difícil para todos hermanita-dijo mi hermano levantándose y abrazándome. Me senté al lado de Ed y apoyé mi cabeza en su hombro.

-¿Estas bien?-me preguntó en un susurro.

-Si… No, no lo estoy-dije escondiendo mi cara  en su pecho el me abrazó y justo en ese momento llegó mi madre, no podía mirarla a la cara, sé que se merece ser feliz pero no es fácil tampoco para mí asumir la escena.

-Pasad a la habitación-dijo mi madre con una sonrisa rota.

Fuímos a la habitación y allí estaba Toni, quién me miró con cara de pena y se acercó a mí.

-Lo siento-dijo susurrando y me intentó abrazar pero abracé a Ed para que no lo hiciera. Toni  entendió la indirecta y se alejó un poco. Estuvimos en la habitación unos pocos minutos, después nos dirigimos a comer y por el camino Toni se volvió a acercar a mí.

-Fui yo-dijo secamente-No la culpes a ella-dijo y se alejó. Me sentía como una estúpida por hacerles esto, yo sé que cuando sucede, simplemente sucede, entonces tomé la mano de Toni y lo abracé marcando así el fin de este encuentro.

La comida fue silenciosa hasta que se acercó Richard a saludarme, Ed tensó la mandíbula, me gustaba saber que era yo la razón de eso, pero no quería que lo pasara mal. Lo saludé y me dio la noticia de que su madre salía hoy y lo abracé de la emoción, lo felicité y poco después me despedí de él, me senté de nuevo en la mesa y cogí la mano de Ed para calmarlo un poco. Toni rompió el silencio.

-Sé que este no es el mejor momento ya que es un día especialmente triste, pero queríamos decirles que aunque la etapa de vuestro padre acabe, todavía quedan vuestras vidas y tenemos que seguir adelante, abrir nuevas etapas y eso no quiere decir que debemos olvidar, simplemente seguir adelante y aceptar que Sam no está aquí, entre todos lo podremos hacer-dijo Toni e inmediatamente supe a lo que se refería.

Las horas pasaron extremadamente rápido y finalmente llegó la hora de despedirse de papá. Nos encontrábamos todos en la habitación. Nos fuimos despidiendo uno por uno, fui la última.

-Papá… todos te han dedicado unas hermosas palabras, quiero que sepas que nunca te olvidaremos, te quiero mucho, gracias por todos estos años en los que me has enseñado todo lo que sé, en los que me has apoyado en todo, simplemente…-dije con la voz rota-gracias por ser mi padre y por quererme, aprenderemos a llevarte en el corazón mientras seguimos con nuestras vidas, siempre serás mi héroe, te quiero-dije entre lágrimas, besando su mejilla, Ed me abrazó, sentía que tenía mil palabras más que decir pero no podía, el nudo de mi garganta no me lo permitía, unos minutos después llegó el doctor.

-Lo siento mucho familia Fuentes, esto será duro-dijo y después nos explicó cómo funciona el proceso de desconectarlo, no sentiría nada y dentro de un rato dejaría de respirar. Se dispuso a desconectar los cables, así lo hico, comenzando por apagar el monitor para no escuchar el pitido, después fue el ventilador, lo desentubaron y seguía moviendo el pecho, por unos minutos pensé que a lo mejor en unos segundos despertaría pero cuando dejó de mover el pecho todas esas ideas desaparecieron, todos lo estábamos tocando, todos llorábamos, todos habíamos perdido a un padre, un hermano, un marido, un amigo, la persona que te salvó la vida… lo perdimos.

Aprendiendo a sonreír a tu lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora